Abby Johnson, de 29 años, trabajó para Planned Parenthood durante ocho años hasta que vio, a través de una transmisión por ultrasonidos, un feto «estrujado» al ser aspirado del vientre de su madre el pasado mes de septiembre. El 6 de octubre, dejó su trabajo como directora del centro de Bryan (Texas). Y fue a la Coalition for Life (Coalición por la Vida), un grupo provida que en ese momento estaba participando en diversas ciudades de los Estados Unidos en la campaña «40 Días por la Vida».
David Bereit, el director nacional de «40 Días por la Vida», explicó a ZENIT que en la última campaña, que acabó este domingo, otros siete trabajadores de clínicas abortistas abandonaron su profesión, y además se salvaron 542 vidas.
Y «esos son sólo los casos que nosotros conocemos», añadió, resumiendo los resultados inmediatos de la campaña que ha unido a 212 ciudades de 25 estados, a 5 provincias de Canadá y a Dinamarca.
El programa actual de los «40 Días» comenzó en la clínica de Bryan en el año 2004 como una iniciativa basada en la oración y el ayuno. Los colaboradores provida se han concentrado frente a este centro de la organización Planned Parenthood durante seis campañas hasta la fecha, celebrando una oración de un día entero por los que se plantean y defienden el aborto.
Bereit afirmó: «Desde la primera campaña en 2004, hemos rezado por Abby -y por todos los que trabajan en el aborto- para que ella pudiera llegar a ver lo que en realidad es el aborto, y abandonara este negocio de la muerte». «En este caso, esas oraciones han sido respondidas -continuó-. Estamos muy orgullosos de la valentía de Abby al dejar la industria del aborto y anunciar públicamente las razones por las que la dejaba».
También destacó que la historia de su conversión «demuestra la importancia de una presencia orante constante y pacífica f rente a las instalaciones del aborto».
Punto de ruptura
Johnson, que ahora está apareciendo en programas de radio y televisión de todo el país, explicó que experimentó un «cambio de corazón respecto a esta cuestión», según han informado desde «40 Días por la Vida». Ella explicó: «En los últimos meses, había visto un cambio en las motivaciones del impacto financiero de los abortos y realmente alcancé mi punto de ruptura tras presenciar un tipo concreto de aborto a través de ultrasonidos».
«Yo sólo pensé: No puedo hacer esto nunca más; y fue como un flash que me golpeó y pensé: esto es todo», dijo a KBTX.com. Johnson, episcopaliana, describió este momento como una «conversión definitiva» de corazón, una «conversión espiritual».
También explicó que, a pesar de que inicialmente se había involucrado con Planned Parenthood porque quería ayudar a las mujeres, había estado dudando porque el centro estaba cambiando su modelo de negocio. «El dinero no estaba en la prevención», afirmó, «el dinero estaba en el aborto».Johnson señaló a FoxNews.com que actualmente ella estaba recibiendo instrucciones de sus jefes regionales para incrementar el número de abortos realizados, para aumentar los beneficios.
«Cada reunión que teníamos era: “No tenemos suficiente dinero, no tenemos suficiente dinero, tenemos que mantener esos abortos que vienen” -explicó-. Es un negocio muy lucrativo y por eso quieren incrementar los números». A pesar de que el antiguo puesto de trabajo de Johnson sólo practicaba abortos dos días al mes, cada día estaba allí el doctor, y podía hacer más de 40.
Ahora, Johnson está ayudando a mujeres, pero desde el otro lado. Ella empezó rezando con voluntarios, en el exterior de Planned Parenthood, por aquellos que antes eran sus compañeros.
El poder de la oración
El director de Coalition for Life, Shawn Carney, afirmó: «Esto está siendo realmente un testimonio del poder de la oración y de la valentía de Abby para dejar un trabajo que ella sentía que no podía mantener con buena conciencia».
«Ha sido una alegría para todos nuestros voluntarios que han rezado fuera de la clínica por la conversión de los trabajadores de la clínica, ser testigos de que las conversiones realmente suceden».
A pesar de que Johnson todavía no ha encontrado otro trabajo, ha estado colaborando estrechamente con Carney y con otros miembros de la coalición.
Bereit explicó a ZENIT: «La gente provida está acogiendo a estos antiguos trabajadores del aborto con amor y con los brazos abiertos». Y añadió que la web de su organización ha publicado en sus blogs centenares de comentarios de personas de todo el mundo que están expresando su apoyo a Abby.
Bereit destacó que esta conversión tendrá resultados de largo alcance, «realmente alentará a otras ciudades a llevar a cabo múltiples campañas “40 Días por la Vida”, y presencias orantes regulares», incluso cuando el programa no esté en marcha. Y continuó: «Nos hemos comprometido a presionar hasta el día en que ninguna mujer llore y ningún niño muera».
También explicó a ZENIT que se han planificado do s nuevas campañas para el 2010, una durante la Cuaresma, que empezará el 17 de febrero, y otra en otoño, del 22 de septiembre al 31 de octubre. «Además -añadió Bereit-, “40 Días por la Vida” está desarrollando activamente herramientas y recursos para formar, capacitar y dar autoridad a los provida locales para ampliar y expandir el impacto de sus esfuerzos».
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