domingo, 31 de mayo de 2009

DOMINGO DE PENTECOSTÉS


Las lecciones de Pentecostés en el mundo de la comunicación / Autor: Raniero Cantalamessa, ofmcap.
Hechos 2, 1-11; 1 Corintios 12, 3b-7.12-13; Juan 20, 19-23

¿Pentecostés o Babel?
El sentido de Pentecostés se contiene en la frase de los Hechos de los Apóstoles: «Quedaron todos llenos del Espíritu Santo». ¿Qué quiere decir que «quedaron llenos del Espíritu Santo» y qué experimentaron en aquel momento los apóstoles? Tuvieron una experiencia arrolladora del amor de Dios, se sintieron inundados de amor, como por un océano. Lo asegura San Pablo cuando dice que «el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado» (Rm 5, 5). Todos los que han tenido una experiencia fuerte del Espíritu Santo están de acuerdo en confirmar esto. El primer efecto que el Espíritu Santo produce cuando llega a una persona es hacer que se sienta amada por Dios por un amor tiernísimo, infinito.El fenómeno de las lenguas es la señal de que algo nuevo ha ocurrido en el mundo. Lo sorprendente es que este hablar en «lenguas nuevas y diversas», en vez de generar confusión, crea al contrario un admirable entendimiento y unidad. Con ello la Escritura ha querido mostrar el contraste entre Babel y Pentecostés. En Babel todos hablan la misma lengua y en cierto momento nadie entiende ya al otro, nace la confusión de las lenguas; en Pentecostés cada uno habla una lengua distinta y todos se entienden.¿Cómo es esto? Para descubrirlo basta con observar de qué hablan los constructores de Babel y de qué hablan los apóstoles en Pentecostés.

Los primeros se dicen entre sí: «Vamos a edificarnos una ciudad y una torre con la cúspide en el cielo, y hagámonos famosos, para no desperdigarnos por toda la faz de la tierra» (Gn 11, 4). Estos hombres están animados por una voluntad de poder, quieren «hacerse famosos», buscan su gloria. En Pentecostés los apóstoles proclaman en cambio «las grandes obras de Dios». No piensan en hacerse un nombre, sino en hacérselo a Dios; no buscan su afirmación personal, sino la de Dios. Por ello todos les comprenden.

Dios ha vuelto a estar en el centro; la voluntad de poder se ha sustituido con la voluntad de servicio, la ley del egoísmo con la del amor.En ello se contiene un mensaje de vital importancia para el mundo de hoy. Vivimos en la era de las comunicaciones de masa. Los llamados «medios de comunicación» son los grandes protagonistas del momento. Todo esto marca un progreso grandioso, pero implica también un riesgo. ¿De qué comunicación se trata de hecho? Una comunicación exclusivamente horizontal, superficial, frecuentemente manipulada y venal, o sea, usada para hacer dinero.

Lo opuesto, en resumen, a una información creativa, de manantial, que introduce en el ciclo contenidos cualitativamente nuevos y ayuda a cavar en profundidad en nosotros mismos y en los acontecimientos. La comunicación se convierte en un intercambio de pobreza, de ansias, de inseguridades y de gritos de ayuda desatendidos. Es hablar entre sordos. Cuanto más crece la comunicación, más se experimenta la incomunicación.Redescubrir el sentido del Pentecostés cristiano es lo único que puede salvar nuestra sociedad moderna de precipitarse cada vez más en un Babel de lenguas.

En efecto, el Espíritu Santo introduce en la comunicación humana la forma y la ley de la comunicación divina, que es la piedad y el amor. ¿Por qué Dios se comunica con los hombres, se entretiene y habla con ellos, a lo largo de toda la historia de la salvación? Sólo por amor, porque el bien es por su naturaleza «comunicativo». En la medida en que es acogido, el Espíritu Santo sana las aguas contaminadas de la comunicación humana, hace de ella un instrumento de enriquecimiento, de posibilidad de compartir y de solidaridad.Cada iniciativa nuestra civil o religiosa, privada o pública, se encuentra ante una elección: puede ser Babel o Pentecostés: es Babel si está dictada por egoísmo y voluntad de atropello; es Pentecostés si está dictada por amor y respeto de la libertad de los demás.
DON DE INTELIGENCIA
DON DE SABIDURÍA
DON DE INTELIGENCIA. " Iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús...Y sucedió que mientras ellos conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos; pero sus ojos estaban retenidos para que no le reconocieran...Y sucedió que cuando se puso a la mesa con ellos tomó el pan, pronunció la bendición...
Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron...
Se dijeron uno a otro ¿ no estaba ardiendo nuestro corazón cuando nos hablaba...?"
(Lucas 24, 13-31)
Hemos visto que el don de ciencia es ver las cosas como las ve Dios; pues bien, el don de Inteligencia es aún mejor, pues consiste en una luz que concede el Espíritu, no ya para ver las cosas, sino para ver al mismo Dios, para reconocer su rostro bendito. Para reconocerle cuando actúa, cuando revela, cuando obra. Cuantas veces Dios es el divino desconocido, el que pasa a nuestro lado obrando en nuestra vida sin que le reconozcamos. Camina a nuestro lado y no sabemos nada de Él.
Sin este don, Jesús será para nosotros alguien maravilloso, al que conocimos, pero no el que nos acompaña en el camino, no el que vive y nos habla aquí y ahora. Como los discípulos de Emaús iremos entristecidos pensando "era maravilloso, éramos sus discípulos, aprendimos mucho de él, pero...no está, lo crucificaron y murió"- ¿No reconoceremos ese sentimiento que nos asalta cuando parece que no encontramos a Jesús en ninguna parte?. Eso significa que no hemos visto su resurrección aunque nos hayan hablado de ella- como a los discípulos de Emaús les habían hablado. Muchos cristianos pasan así por la vida: " nos han dicho que resucitó, quizá sea cierto, pero no lo hemos visto".
Y sin embargo, un día comienza a arder el corazón, es el síntoma de que secretamente alguien, el Espíritu Santo, nos está explicando las escrituras, nos está mostrando a Jesús. Somos tardos de corazón para entender, pero un corazón que empieza a arder por Cristo es que está en el camino de encontrarle, vivo y resucitado.
Y llega un momento en que nos sucede lo que a Pedro en el lago cuando no pescaban nada en toda la noche y vieron a un desconocido:
" El discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: "es el Señor". Cuando Simón Pedro oyó "es el Señor", se puso el vestido y se lanzó al mar" ( Juan 21, 7)
El corazón de Pedro arde y se lanza sin miedo al agua . Ha reconocido al Señor. Lo mismo nos ocurre a nosotros cuando un día leyendo las escrituras un pasaje nos habla personalmente y hasta cambia nuestra vida. Arde el corazón y reconocemos: ¡Es el Señor!. Hemos pasado por pruebas y por momentos dolorosos, y un día vemos claro que todo tenía sentido, que Jesús nos ha llevado de la mano, y reconocemos: ¡Es el Señor!. O un día miramos al hermano, o al pobre y con un estremecimiento del corazón reconocemos ¡Es el Señor!.
Sin el don de Inteligencia la escritura no es más que un libro, la vida no es más que un azar, el hermano no es más que un extraño, la eucaristía no es más que pan. Con el don de inteligencia se abren nuestros ojos y asombrados y gozosos decimos , quien está en todo esto "¡Es el Señor!".
" Dice de tí mi corazón: "Busca su rostro."
Sí, Yahveh, tu rostro busco: no me ocultes tu rostro"
(Salmo 27, 8)
DON DE SABIDURIA DIA 8º
" Gustad y ved, qué bueno es el Señor
dichoso el hombre que en él se cobija "
(Salmo, 34, 9)
Se sabe que la palabra "Sabiduría" viene de "sapere", que significa "saborear", es decir comprobar a qué sabe algo, qué gusto tiene. Nos pueden explicar todo lo que quieran sobre cómo sabe un melocotón, podemos leer una enciclopedia sobre frutos...en realidad no sabremos nada sobre eso hasta que mordamos uno y lo saboreemos; solo entonces sabremos cómo sabe.
Algo parecido ocurre con Dios. Se puede conocer teología hasta hartarse y no "saber" casi nada sobre Dios, sobre Dios vivo. Es el Espíritu Santo quien revela quien es Dios, cómo es Dios, a qué sabe Dios.
El don de Sabiduría más que un don, es el compendio de todos ellos; es el don de los que han conocido y saboreado a Dios.
Podemos repasar todos los dones y ver cómo todos son un "gusto " de Dios: Es sabio quien se aferra a Dios sin soltarle porque ha gustado que en Él está la vida; es sabio quien vive como hijo de Dios porque ha gustado que Dios es Padre; es sabio quien ve la creación con los ojos de Dios porque esa visión tiene el gusto de la verdad; es sabio quien sabe encontrar su fuerza en Dios porque ha gustado que él es la unica roca; es sabio quien piensa como Dios y sigue sus caminos porque gusta la vida en esas sendas; es sabio quien sabe ver a Dios donde está: en la vida, en la escritura, en la eucaristía, en los hermanos...y todo esto es sabiduría de humildes, sabiduría de pequeños; conocimiento que no se adquiere en los laboratorios y que los sabios según el mundo ignoran.
" yo te bendigo Padre, porque has ocultado estas cosas a los sabios e inteligentes y se las has revelado a los pequeños "
(Lucas 10,21)
En suma, ninguna palabra humana puede comprender enteramente al Dios Altísimo; pero lo que es Dios, nos lo ha revelado Él mismo: El corazón de Dios es el Amor. Amor que nos sobrepasa infinitamente por arriba, por abajo y por doquier. Si gustas el amor y el perdón de Dios ya no te juzgarás ni juzgarás a nadie, si gustas la misericordia de Dios ya no desearás otra cosa. Que el Espíritu Santo nos conceda el verdadero conocimiento de Dios para que seamos uno con él.
" que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, para que arraigados y cimentados en el amor, podais comprender con todos los santos cual es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que os vayais llenando hasta la total plenitud de Dios. "
(Efesios 3, 17-19)

sábado, 30 de mayo de 2009

FORTALEZA Y CONSEJO



"Bajó Pedro de la barca y se puso a caminar sobre las aguas, yendo hacia Jesús. Pero viendo la violencia del viento, le entró miedo y, como comenzara a hundirse, gritó: "¡Señor, sálvame!". Al punto Jesús, tendiendo la mano, le agarró y le dice:
"Hombre de poca fe ¿por qué dudaste?".
Subieron a la barca y amainó el viento. Y los que estaban en la barca se postraron ante él diciendo: "Verdaderamente eres hijo de Dios".
(Mateo 14, 29-33)
Hemos visto que el don de Temor es asumir nuestra pobreza delante de Dios, asumir que somos niños y no podemos nada. La respuesta de Dios a la debilidad del hombre es, precisamente, el don de Fortaleza. Jesús te toma de la mano y te hace capaz de lo que humanamente es imposible: caminar sobre las aguas, sobre las tormentas de la vida, sobre las tentaciones y sufrimientos. Pero no se trata de caminar sólo- quien lo intente se hundirá sin remedio- sino de caminar bajo la mirada y de la mano de Jesús, con la fuerza del Espíritu Santo.
" La maravilla del don de fortaleza es que, al mirarte Jesucristo, al amarte Dios en tu debilidad, no quita tu debilidad sino que te fias tú de su fortaleza, te fias de su amor, te fias de su mirada, te fias de su palabra". El don de Fortaleza es la misericordia de Dios y el amor de Dios sobre tu debilidad.
"Hay dos maneras de vivir: con el don de Fortaleza y sin el don de Fortaleza. Y, ¿sin ese don cómo se vive? Pues apoyando tu vida en ti mismo- en tus talentos, tus riquezas, tu saber, incluso tu virtud o la piedad y fervor de tus oraciones.Y eso es construir sobre arena, y la casa se derrumba cuando viene la tempestad- .
Pedro Reyero contaba una anécdota maravillosa sobre lo que es este don: Le habían operado y el dolor se hacía cada vez más y más grande y al borde de la desesperación, cuando temía ponerse a blasfemar, se acordó de Jesús y le dijo: "Señor, ¿tú que hiciste? Porque a mí me han dado dieciocho puntos, pero...a tí, ¡eso de clavarte así en vivo en la cruz!-. Y oí en mi corazón una respuesta- "es que yo en aquel momento me fiaba de otro, estaba en las manos de mi Padre"- "Pues Señor, yo quiero hacer lo mismo, no sé como hacerlo pero quiero hacer lo mismo. Me fio". Y en aquel momento cesó todo dolor de forma instantanea...y al día siguiente ...todo normal. Y después, pensando en esto, me dio una gran tristeza: "Pobre Pedro, ¡ mira que solo acordarte de esto, en el momento de mayor sufrimiento, cuando ya no puedes más! ¡Qué pena no vivirlo en la vida diaria! ¡Qué pena no vivirlo cuando convives con los demás y no puedes con la convivencia! ¡Qué pena no vivirlo en la rutina y monotonía de todos los dias! ¡Qué pena que tenga que venir Santa Bárbara tronando para que yo me entere, cuando el don de fortaleza es el pan de cada día que Dios da para la vida de sus hijos!"
" grande es el poderío del Señor,
y por los humildes es glorificado"
(Eclesiástico 3, 20)
" cuando estoy débil, entonces es cuando soy fuerte "
(2ª Corintios 12,10)

DON DE CONSEJO.

" No son mis pensamientos vuestros pensamientos ni vuestros caminos son mis caminos, porque cuanto aventajan los cielos a la tierra, así aventajan mis caminos a los vuestros"
(Isaías 55, 8-9)
Todos tenemos pensamientos y proyectos en la vida, criterios sobre lo bueno, lo razonable, lo que debe hacerse y lo que queremos conseguir , pero a menudo levantamos con todo eso una barrera ante Dios. Sabemos lo que queremos y ni a Dios le dejamos darnos otra cosa, y así muchos hombres viven en la amargura porque creen que deberían haber sido importantes, o tener otra esposa, o tener fortuna, o tener éxito evangelizando o...cualquiera de las cosas que la televisión dice que son la felicidad: Estamos encerrados como en una cárcel en nuestros deseos y pensamientos. El don de Consejo viene a romper los barrotes de esa cárcel, a revelarnos los caminos, los proyectos y los deseos de Dios.
¿ Cuantas veces nos podría decir el Señor, como a San Pedro : "tus pensamientos no son los de Dios sino los de los hombres"?. Hay que recordar que solo los hijos reciben los dones y solo en el Hijo se puede tener los pensamientos de Dios. No se trata de reflexionar y planificar mucho sino de que Dios, con misericordia, regale sus propios pensamientos.
Al santo cura de Ars, que mostraba un discernimiento milagroso sobre los corazones y los hacía volverse a Dios diciéndo a cada uno aquello que derretía su dureza, como era además un hombre de escasa cultura, le preguntaron donde había adquirido aquella sabiduría; por toda respuesta señaló su reclinatorio ante el sagrario de su iglesia. Las largas horas de contemplación, mirando al Señor, le habían llenado de su luz y, para él, discernir con el pensamiento de Dios era ya casi un hábito. En nuestra vida, si volvemos la vista atrás, también encontraremos decisiones y discernimientos que no sabemos de donde nos vinieron, pero que el tiempo ha revelado que fueron de Dios.
El don de Consejo tiene otra consecuencia: quien piensa como Dios, actua como Dios, como hijo de Dios, y Dios es misericordia – el don de Consejo nos reviste de las entrañas de misericordia de Jesús, del alma humana de Jesús: conocer los caminos del Padre es entrar en los caminos de la misericordia, revestirnos de la humanidad de Cristo que cura, acompaña, guía y levanta a los cansados.Dejarle a Dios nuestro cuerpo y nuestra alma para que a través de ellos derrame su misericordia. No nosotros, sino El. El don de Consejo nos revela la entraña, el pensamiento, el corazón de Dios; y ese corazón no es otra cosa que misericordia.
" el hombre naturalmente no capta las cosas del Espíritu de Dios; son necedad para él. Porque ¿ quien conoció la mente del Señor para instruirle? Pero nosotros tenemos la mente de Cristo. "
(1 Corintios 2, 14-16)
" no será ya ocultado el que te enseña; con tus ojos verás al que te enseña, y con tus oidos oirás detrás de ti estas palabras: "ese es el camino, íd por él " "
(Isaías 30, 20-21)

viernes, 29 de mayo de 2009

DON DE CIENCIA


"En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de lo alto
no puede ver el reino de Dios"
(Juan 3,3)
A los hombres modernos la ciencia nos suena a gente metida en laboratorios averiguando cosas con las luces de la inteligencia humana...y a veces, sin querer, más luz que esa. La ciencia del Espíritu Santo es también una luz para ver las cosas, pero para ver las cosas como Dios las ve.
"La creación es la obra preciosa del amor de Dios que quiso que compartieran las cosas su gloria...es la luz de Dios derramada en todas las cosas".
Desgraciadamente sabemos que no es solo la gloria de Dios lo que vemos cuando miramos la vida; vemos también el sufrimiento, la fealdad, la deformidad, el odio...incluso las cosas más bellas nos sumen en la melancolía porque pasan : pasa la juventud, pasa la belleza, la flor muere, el ser humano amado con pasión muere y no parece quedar más que unos huesos secos en un cajón.
Vista así la vida parece más una maldición que una bendición, más tiniebla que gloria de Dios.Y es que el mundo está herido de pecado, herido de muerte. Muchos hombres no han tenido nunca más visión que ésta, y por eso no deberíamos juzgar facilmente a los que no tienen fe, quizá ante este espectáculo no han podidod creer en Dios porque lo han visto como una sombra que niega su auxilio ante la desesperanza humana. Si somos sinceros encontraremos circunstancias de la vida en que también nosotros hubiéramos podido creer que Dios es implacable o que quizá no exista.
" Pero, y aquí viene el don de Ciencia, sabemos que esta creación, herida de muerte, ha sido tocada por la gracia de Jesucristo, que no solo toca el corazón del hombre y su existencia, sino a toda la creación". La luz de la resurrección del Señor, la luz de la Pascua, ha vuelto a iluminar las cosas con la belleza inmensa en que fueron creadas y aún mucho más...las han revestido de la gloria de la resurreción; ha herido al universo de amor, de belleza, de luz.
Para la mirada de Dios, que es la mirada verdadera, ya no hay tiniebla ni muerte:
" La flor no muere para el que cree en la resurrección de Cristo, ni el arbol, ni la nube, ni la luz, ¡ni el hombre! Y si Dios nos da este poder ver las cosas así, entonces la muerte ha desaparecido de toda la creación, y esta es la maravilla del don de Ciencia", que Dios puede darnos esa visión y quien yo amo no muere, sino que vive y vivirá para siempre, y todo lo que yo amo, vive para siempre, y todos los instantes felices de mi vida, viven para siempre y todo se transforma en gozo y gloria de Dios y esto no es un sueño sino que es la verdad de las cosas.
"¿Dónde está, oh muerte, tu victoria?
¿ donde está, oh muerte, tu aguijón?"
(1 Corintios 15,55)
Y con esta visión nueva nos vemos a nosotros mismos- y somos maravilla- y vemos a nuestros hermanos- y son maravillosos- y podemos alabar con gozo: " si ves mal a tu hermano es que no aprecias bastante la muerte del Señor, si ves mal la creación es que, para ti, todavía Cristo no ha resucitado. ¡ Que el Espíritu Santo derrame sobre todos nosotros esa luz gozosa!.
Pedro Reyero O.P.

jueves, 28 de mayo de 2009

DON DE PIEDAD


" Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
Pues no recibísteis un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, recibísteis un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar:

¡ Abbá, Padre!"
(Romanos 8, 14-15)
La Piedad era entendida, cuando se incluyó entre los dones, no como la entendemos ahora, sino como la virtud que un hijo tiene hacia su padre, la "piedad filial". Antes que otra cosa es sentirse hijo.
Todos hemos oido cien veces que somos "hijos de Dios", pero como todo lo que se oye mucho, es posible no haber entrado nunca en lo que, en lo profundo, significa.
" en infinitas circunstancias de la vida, ante el dolor y el sufrimiento, ¿qué nos ha ocurrido? Que no hemos podido acoger el poder de Dios, la fortaleza de Dios para nosotros; nuestro dolor nos ha podido, nuestro dolor ha sido como una acusación contra Dios, nuestro Padre.- "Tú ¿no dices que eres mi Padre? entonces ¿ por qué este sufrimiento?, ¿ por qué este dolor?". Si en ese momento de dolor, tú puedes acoger la fuerza de Dios, se produce el don de Piedad."
Es totalmente cierto que todo lo que Dios hace o permite en la vida será, al final bueno, muy bueno, contra toda lógica humana, contra toda sabiduría humana, pero...vivir eso es muy dificil, mejor dicho, no es difícil, es imposible, si el Espíritu Santo no lo revela y lo produce; y entonces es más fuerte que cualquier dolor, porque permite que actue la fortaleza de Dios.
Cuando el Espíritu te revela, en lo profundo del corazón, hasta remover tus entrañas, que eres hijo, entonces ya no hay amargura, resentimiento, ni acusación contra Dios: dejas de ser esclavo de tu sufrimiento, te abandonas, eres liberado.
"El don de Piedad no consiste en otra cosa que en ser introducido en la casa del Padre" y entrar en la voluntad de Dios es acoger el don. Eso es lo que nos sana, de ahí viene toda sanación.
Mientras no se vive en el don de Piedad somos como los hijos de la parábola del hijo pródigo; el que se fue viene diciendo "no soy digno de ser hijo tuyo, trátame como a uno de tus siervos": no se ha enterado de que es hijo, hijo de verdad y su Padre siempre lo introducirá en su casa. Y si somos "cumplidores" entonces como el hijo mayor pensaremos "mi padre no es justo, no recompensa mi esfuerzo" y es que ni el uno ni el otro oyen que su padre les dice : "hijo, todo lo mio es tuyo" y si eso es así " ¿por qué quieres tener, tú, cosas? ¿ por qué quieres hacer, tú, meritos? ¿ por qué quieres hacer y tener tu propia santidad y tu propia perfección si todo lo mio es tuyo?...No soy el hijo abandonado que está lejos, sino el hijo que está en la presencia de Dios, en la vida de Dios, en el mismo Dios".
" vió que los cielos se rasgaban y que el Espíritu, en forma de
paloma, bajaba a él. Y se oyó una voz que venía de los cielos:
" Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco"
(Marcos 1, 10-11)


Pedro Reyero O.P.

miércoles, 27 de mayo de 2009

DON DE TEMOR


"En el temor del Señor no existe mengua,
con él no hay que buscar ayuda.
El temor del Señor como un paraiso de bendición,
protege él más que toda gloria. "
(Eclesiástico 40, 26-27)
El temor de Dios no tiene nada que ver con una cosa- muy fea y desgraciada- que es el miedo a Dios. El principio del verdadero don de temor es esa reverencia hacia la grandeza, ese asombro ante la majestad que te embarga al contemplar por ejemplo el océano, o una inmensa montaña coronada de nieve...pero ese no es todavía el don del Espíritu Santo, porque los dones son para los hijos de Dios y el verdadero don de Temor es algo mucho más familiar, mucho más hogareño: es el temor del niño a separarse de su Padre, a perderle.
El padre Congar decía: "la fe es vivir a costa de Jesucristo" y esa es la clave del don de Temor. El niño no se siente poderoso, no se siente autosuficiente, no cree nunca que no necesita a su Padre, se siente desamparado solo con perderle de vista. Nosotros, desgraciadamente nos hemos hecho "mayores" en el mal sentido y no vivimos, con frecuencia, pendientes del Padre y "a costa" del Padre como vivió Jesús. Si quieres vivir de ti mismo y de tu fuerza, pierdes el espíritu de niño para acoger en pobreza el don de Dios que necesitas y sin el cual no puedes ni oir, ni entender, ni acoger nada que sea realmente el Reino de Dios.
"El que es guiado por el don de temor como tiene espíritu de niño y al niño se le da todo, lo que hace es alabar: si todo es gratuito yo te alabo."
El don de Temor es hacerse niño, es vivir en profundidad la pobreza que lo recibe todo y en todo se siente necesitada y por eso actua como el niño que se aferra a los faldones de su Padre porque sabe que allí tiene todo lo que necesita y lejos se moriría.
"El don de temor es no alejarse de las fuentes de la gracia " y el que tiene el don de Temor vive paradojicamente sin temor, sin temor al estilo del mundo que quiere ser fuerte en todo y de todo tiene miedo, y puede decir:
" en paz, todo a una, yo me acuesto y me duermo,
porque tú solo, Señor, me asientas en seguro"
(Salmo 4,9)

" mantengo mi alma en paz y silencio
como niño destetado en el regazo de su madre,
como niño destetado está mi alma en mí.
¡Espera Israel en Yahveh
Desde ahora y por siempre!"
(Salmo 130,2-3 )


Pedro Reyero O.P.

martes, 26 de mayo de 2009

REAVIVANDO LOS DONES DEL ESPIRITU

Se aproxima la fiesta de Pentecostés.
Vamos a darle un repaso a los dones del Espíritu Santo y a invocarle con fuerza, para que siga renovando la faz de la tierra.

Reavivando los dones del Espíritu / Autora: Nancy Kellar, SC
PARTE I - EL AMOR



"Por esto te recomiendo que reavives el carisma de Dios que está en ti por la imposición de mis manos" (2Tm 1 6). "Porque no nos dió el Señor a nosotros un espíritu de timidez, sinó de fortaleza, de amor y de templanza".


A. El amor motiva los dones
"Buscad el amor. La caridad fraterna enraizada en el amor de Dios es el camino más perfecto"(1Cor 14 1; 13 1). Creo que con frecuencia hemos oído esa frase como un comentario que degrada los dones. Hemos tomado 1Corintios 12 y 14 sobre los dones y 1Corintios 13 sobre el amor, y los hemos enseñado por separado, como si el capítulo 13 de alguna manera convirtiera a los dones en una alternativa secundaria del amor. Creo que necesitamos tomar el amor y los dones juntos. Buscar el camino más perfecto -el amor- es destacar lo que enciende el deseo de los dones. La falta de deseo suprime los dones.Cuanto más nos enamoramos de Jesús, más deseamos dejar que El nos utilice, a cualquier precio, para traer a otros a conocerle. Cuanto más deseamos ser utilizados, más reconocemos nuestra necesidad de ser dotados con Sus dones para el servicio.Cuanto más amamos a nuestra familia y reconocemos su necesidad de conocer a Jesús, más deseamos estar equipados con los dones del Espíritu para hacer esto. Si no reconocemos nuestra necesidad, no desearemos y si no deseamos no pediremos, y a no ser que pidamos ¡no recibiremos! Cuatro veces en los capítulos 12-14 de 1Corintios, Pablo utiliza una palabra griega, zelonte, con respecto a los dones espirituales. Sugiere un deseo apasionado y una busqueda activa de los dones. Quiere decir que los dones no vienen simplemente de modo automático, sino que tienen que ser anhelados y orados. El amor ha de ser el motivo para "aspirar a los carismas superiores" (1Cor 12 31), los que hacen crecer a la Iglesia. Sin este desinterés, los dones se ven apartados de sus fines por el autointerés, la autoglorificación, y pierden su poder para desarrollar el cuerpo de Cristo.



B. Los dones expresan el amor
Los dones son los medios que el Espíritu nos da para expresar el amor de Cristo de manera concreta y práctica. Jesús dijo, "¿Me amas? Apacienta mis corderos". (Jn 21 15). El amor no es un don carismático, ni el don carismático más grande. La palabra "Carisma" nunca se utiliza en el Nuevo Testamento para describir el amor. Pablo no pone el amor en una lista de carismas. El amor es un fruto del Espíritu, uno de los dones esenciales de la gracia junto con la Fe y la Esperanza que todos pueden recibir. Los dones carismáticos se dan algunos a uno, algunos a otros para el trabajo de servicio. He oído decir: "No necesitamos los carismas porque tenemos el carisma más grande, el amor". Mi respuesta a esto es: si un hombre perdido en el desierto se muere de hambre y de sed no le servirá si simplemente decimos que le amamos. Necesitamos hacer algo concreto: alimentarle. Los dones nos dotan para dar el Pan de Vida a los hambrientos y el Agua Vivificante del Espíritu a los sedientos
.


C. El amor libera y purifica los dones
El amor es una parte clave del modo en que Dios se propone que los dones carismáticos se manifiesten en nosotros: nuestro amor hacia los demás y la unidad de unos con otros. Como advertimos en Jn 15, si las ramas no están en unidad unas con otras, no pueden dar fruto. Lo mismo ocurre con los dones del Espíritu utilizados en nuestros grupos de oración, comunidades, grupos de compartir. Las relaciones no reconciliadas coartan el libre ejercicio de los dones. Donde hay desunión, hay pecado y el salario del pecado es la muerte. Por otro lado, las relaciones más profundas, más comprometidas, que vienen de compartir nuestras vidas dan a la gente la sensación de pertenecer, y el valor para arriesgarse a equivocarse, sin el cuál los dones desaparecen sin ser utilizados. "..todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto" (Jn 15 2). Los dones espirituales necesitan ser sometidos a y discernidos en la comunidad. Nosotros, y la gente a la que dirigimos, estamos preparados para utilizar un don cuando estamos preparados para que lo disciernan en la comunidad. La mayor unidad libera el poder del Espíritu; la desunión y el aislamiento apagan los dones del Espíritu.

lunes, 25 de mayo de 2009

CATECISMO


¿Cómo hablar de Dios?
39 Al defender la capacidad de la razón humana para conocer a Dios, la Iglesia expresa su confianza en la posibilidad de hablar de Dios a todos los hombres y con todos los hombres. Esta convicción está en la base de su diálogo con las otras religiones, con la filosofía y las ciencias, y también con los no creyentes y los ateos.


40 Puesto que nuestro conocimiento de Dios es limitado, nuestro lenguaje sobre Dios lo es también. No podemos nombrar a Dios sino a partir de las criaturas, y según nuestro modo humano limitado de conocer y de pensar.


41 Todas las criaturas poseen una cierta semejanza con Dios, muy especialmente el hombre creado a imagen y semejanza de Dios. Las múltiples perfecciones de las criaturas (su verdad, su bondad, su belleza) reflejan, por tanto, la perfección infinita de Dios. Por ello, podemos nombrar a Dios a partir de las perfecciones de sus criaturas, "pues de la grandeza y hermosura de las criaturas se llega, por analogía, a contemplar a su Autor" (Sb 13,5).


42 Dios transciende toda criatura. Es preciso, pues, purificar sin cesar nuestro lenguaje de todo lo que tiene de limitado, de expresión por medio de imágenes, de imperfecto, para no confundir al Dios "inefable, incomprensible, invisible, inalcanzable" (Anáfora de la Liturgia de San Juan Crisóstomo) con nuestras representaciones humanas. Nuestras palabras humanas quedan siempre más acá del Misterio de Dios.


43 Al hablar así de Dios, nuestro lenguaje se expresa ciertamente de modo humano, pero capta realmente a Dios mismo, sin poder, no obstante, expresarlo en su infinita simplicidad. Es preciso recordar, en efecto, que "entre el Creador y la criatura no se puede señalar una semejanza tal que la diferencia entre ellos no sea mayor todavía" (Cc. Letrán IV: DS 806), y que "nosotros no podemos captar de Dios lo que él es, sino solamente lo que no es y cómo los otros seres se sitúan con relación a él" (S. Tomás de A., s. gent. 1,30).

domingo, 24 de mayo de 2009

DOMINGO DE LA ASCENSION DEL SEÑOR



Ascensión del Señor
Domingo de Ascensión

Marcos 16,15-20. Subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios
Y les dijo: "Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien." Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios. Ellos salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban.


Celebramos hoy, con toda la Iglesia la fiesta de la Ascensión del Señor. La ascensión es un misterio. Significa la glorificación, la exaltación de Cristo, su "ascensión" en influencia y poder. Por otra parte, la ascensión no es la partida de Cristo. Si así fuera, estaría en contra de toda nuestra fe en la presencia real de Él, en su promesa de que "estaría con nosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mt 28,20). La Ascensión no es más que una desaparición: Cristo se ha hecho invisible, pero sin dejar de estar presente. Está incluso más presente que nunca, ya que la ascensión es una intensificación de su presencia, una extensión de la acción de Cristo a todos los tiempos y a todos los lugares.
El Señor no se ha marchado, está con nosotros para siempre. A veces lo dejamos de ver, pero Él no nos abandona jamás. Así entendemos también por qué les dice a sus apóstoles: "les conviene que yo me vaya". La Ascensión les resultó a la larga sumamente beneficiosa. Fue a partir de la Ascensión cuando empezaron a levantar sus miradas hacia la divinidad del Señor. Se habían apegado a Él con los vínculos humanos de una amistad humana y, luego, con la admiración y la confianza en su poder milagroso. Pero no se dieron cuenta de quién era Aquel que había estado siempre entre ellos, hasta que lo vieron llegar al cielo como a su propio reino, su propia casa.

Sobre todo, descubrieron que el Señor los escuchaba mejor desde que había vuelto al cielo. Entonces obtenían todo lo que pedían en su nombre. Los tesoros del cielo estaban abiertos para ellos. No tenían más que meter sus manos y repartirlos entre todos aquellos a los que el Señor les enviaba. Jamás lo habían sentido a Jesús tan presente, tan fuerte tan consolador. A donde iban, Él les acompañaba, confirmando sus palabras con milagros.
Y entonces comprendieron los discípulos que el Señor no se había separado de ellos al volver al Padre. En el mismo momento en que se imaginaban que lo habían perdido, empezaron a recibirlo de verdad y a reconocerlo como la primera vez. Por eso no sintieron nunca pena de haber perdido la presencia física de Cristo. La ascensión es una prueba de fe, accesible a la fe y que cada uno de nosotros puede comprobar por su experiencia personal – lo mismo que los apóstoles y las primeras comunidades cristianas que se fueron convenciendo poco a poco del verdadero sentido de la ascensión. La gran prueba de la ascensión es que Jesús está vivo para mí, para nosotros, vivo para millones de nuestros contemporáneos, con los que también Él trabajó por la fraternización y la divinización del mundo. Él no tiene ya un rostro único, una presencia localizada en un solo punto del universo. Está presente en todos los sitios en que actúa. Una mirada atenta lo adivinará en el más pequeño de los suyos.
Cristo sigue actuando en todas las partes en que hay amor, en que se busca la verdad, en que se lucha por la justicia, en que se procura el respeto y la promoción del hombre. La extensión de su influencia es infinita, pero sigue siendo invisible para todos los que no creen más que en la fuerza o en la riqueza. Se va extendiendo progresivamente. Despertando a los pueblos adormecidos, a los hombrees envilecidos y explotados, a las muchedumbres hambrientas y necesitadas – para que tomen consciencia y responsabilidad. Queridos hermanos, la verdadera ascensión de Cristo es la ascensión de todos los hombres, a quienes Él inspira y arrastra para construir un mundo nuevo, en donde reine la verdad, la justicia y el amor. Es un mundo en el cual Cristo es la cabeza y María el corazón. ¡Qué así sea! En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Padre Nicolás Schwizer Instituto de los Padres de Schoenstatt

sábado, 23 de mayo de 2009

LA NIÑA DEL EXORCISTA


Por Mons. José Ignacio Munilla, obispo de Palencia.


He de confesar que la reacción de algunos círculos políticos y medios de comunicación ante los pronunciamientos de la Iglesia Católica y, más en particular, del Papa, me trae a la memoria a la niña de la película “El exorcista”, que veíamos allá por 1973, cuando todavía el flequillo nos tapaba la frente. Recuerdo con viva impresión aquellas escenas en las que una niña, de nombre Regan, convulsionaba de forma violenta sobre la cama, levitaba, echaba espumarajos por la boca, se le entornaban los ojos y hasta giraba completamente su cabeza… ¡Y todo porque habían derramado sobre ella unas “inocentes” gotas de agua bendita!
Bromas aparte, tras las declaraciones de Benedicto XVI en una rueda de prensa, en la que se limitó a afirmar que la pandemia del SIDA no puede ser vencida exclusivamente por el recurso al preservativo, sino que se requiere una educación en una sexualidad responsable; hemos sido testigos de unas respuestas absolutamente desproporcionadas, injustificadas y muy reveladoras del “misterio” de fondo que se esconde tras estas reacciones “convulsivas”...
“Vendrán tiempos en que no se soportará la sana doctrina…”

Ya que estamos dentro del Año Paulino, en el que conmemoramos el dos mil aniversario del nacimiento del apóstol de los gentiles, creo que nos conviene considerar sus proféticas palabras dirigidas a Timoteo, que son una prueba viva de que no han cambiado tanto las dificultades a las que la Iglesia se enfrenta, en la tarea de la evangelización: “Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, argumenta, reprende y exhorta echando mano de toda tu paciencia en enseñar. Porque vendrán tiempos en que no se soportará la sana doctrina, sino que, para halagar el oído, quienes escuchan se rodearán de maestros a medida de sus propios antojos, se apartarán de la verdad y darán crédito a mitos. Pero tú permanece siempre alerta, proclama el mensaje de salvación, desempeña con esmero el ministerio” (2 Tm 4, 2-5).

Benedicto XVI ha tenido la “osadía” de recordarnos lo que es de sentido común… El problema está en que mientras que nuestras autoridades no tienen inconveniente en pedirnos que dejemos de fumar o que moderemos la velocidad de nuestro vehículo, por poner un ejemplo; sin embargo, por influjo de una obsesión pansexualista, son incapaces de reconocer la gran ayuda que la vivencia de la castidad presta a la salud pública. Se produce la paradoja de que en algunas materias se puede reclamar –incluso, ¡exigir!- cambios de conducta a los ciudadanos, más allá del uso de cinturones de seguridad o de filtros de nicotina; mientras que en lo tocante a la sexualidad, no sólo permanecemos ciegos ante el problema moral, sino que nos revolvemos violentamente contra quien ponga el dedo en la llaga…

¿Fobia anticatólica?
No cabe duda de que estamos sumergidos en un ciclo cultural marcadamente anticatólico. No se trata de un fenómeno nuevo, aunque en los últimos años se haya acelerado, especialmente en algunos países como España. Un indicio muy significativo lo tenemos en la proliferación, en las últimas décadas, de filmografía de temática anticatólica. Sin ir más lejos, para este mismo mes está anunciado el estreno en el Festival de Cannes, de una película que se encuadra plenamente en este género (“Angeles y Demonios”). Sin embargo, en el cine y la literatura contemporánea, difícilmente encontramos tanta crítica amarga contra otras religiones…
Personalmente, me caben muy pocas dudas de que el factor determinante que explica este fenómeno, no es otro que la unidad y la coherencia de la fe católica, inmune a ser absorbida por la dictadura del relativismo dominante. Si redujésemos nuestra predicación a algunos puntos comunes de amplio y vago consenso, entonces, ¡hasta podríamos llegar a resultar simpáticos en Hollywood! Eso sí, ¡tan simpáticos como insignificantes!

viernes, 22 de mayo de 2009

RAFAEL COLEGIAL



Iniciados sus estudios en la Merced de Burgos, poco tiempo permaneció en la ciudad castellana, porque habiendo ascendido su padre en el escalafón, se trasladó a Oviedo con toda su familia en 1922, fijando allí su residencia definitiva.
Rafael continuaría su formación en el colegio de san Ignacio de la misma ciudad, dejando en él gratísimo recuerdo: "Desde el primer momento se echó de ver en él -habla el prefecto de estudios- al muchacho acostumbrado a la vida de colegio de la Compañía. Venía entonces del externado de Burgos, encajando sin dificultad en la marcha del nuevo para él, que le admitía a cursar el segundo año de bachillerato. Niño inteligente, constan sus notas de aplicación en el libro de matriculados, destacándose por su buena disposición para matemáticas, no tanto en letras, precisamente donde más tarde tanto había de lucir, como demuestran sus diarios
intimos, que, si son los de un hombre que, ilustrado por Dios descubre su altura de aspiraciones en la unión con El, ellos reflejan luces de inspiración artística".
Añade que pronto se captó la simpatía de los demás muchachos, sobre todo hace resaltar su formalidad y piedad intensa que le grangeó el distintivo de pertenecer a la directiva de la Congregación Mariana. Pero estas alabanzas no obstan para reconocer que Rafael -además de inteligente y alegre-, era algo "travieso en los juegos". Esto quiere decir que se parece bastante a nosotros, que sin duda hemos hecho lo mismo. No lo podía remediar: estaba lleno de vitalidad, resultado proféticas las alabanzas con que termina su informe: "Joven Elegante, espíritu selecto, artista; alegría de cielo en el que pensaba a través de la Trapa con fe viva y ardiente deseo de poseerlo, entrando su vida precaria en salud con el mismo ardor que el robusto religioso la entrega a la observancia".
La sólida formación impartida por los hijos de san Ignacio, fue completada en el hogar paterno, por haberse sentido siempre Rafael arropado y protegido tanto por sus padres como por sus hermanos. Tal arropamiento, junto con la paz y armonía reinantes en aquel hogar privilegiado -a pesar de que todos los hermanos fueron educados en una gran libertad de espíritu- contribuyeron a que Rafael y dos de ellos eligieran la mejor parte: se consagraran a Dios en la vida religiosa, según hemos de ver muy pronto.

jueves, 21 de mayo de 2009

PERDONANOS, COMO NOSOTROS PERDONAMOS

Son Reyes y Jorge, sevillanos. Hace unos días su hijo Juan Fernando ha muerto, víctima de la violencia que se llevó por delante su vida, pero no la FE de sus padres, que fijáos como verdaderamente hace VIDAS NUEVAS.
Si no es por gracia de Dios, ¿cómo es posible hablar así?

Aquí está su testimonio. Lo tienes en dos vídeos, en dos partes.




miércoles, 20 de mayo de 2009

20 RAZONES-TESTIMONIO A FAVOR DE LA VIDA


Como son muchas y extensas, las iremos publicando poco a poco.

Ahí van las cinco primeras:


Jorge Enrique Mújica L. C.

Abrimos un diario y ahí están. Encendemos la televisión o la radio y no resulta difícil encontrarlos. En internet son prácticamente omnipresentes. El cine los ha tomado y presenta como parte de esas libertades a las que se “tiene derecho”. Nos referimos a las voces a favor del aborto.
Sin embargo, hay otras tantas historias que nos enseñan la belleza que entraña la lucha por la vida, el profundo dolor convertido en denuncia de no pocas mujeres que han abortado o el testimonio de tantas personas agradecidas por el don de la existencia. Son voces de mujeres y hombres que van contracorriente y que nos dejan ver el sentimiento común de aprecio por la vida.
El aborto, ¿para la salud psíquica de la mujer?
Se suele esgrimir la salud psíquica de la mujer como uno de los motivos para justificar un aborto. Pero es justamente lo contrario lo que, las más de las veces, suele ocasionar esa práctica.

1. En octubre de 2008, el semanario Alba recogió el testimonio de Cristina, una madre que sufre el síndrome post aborto. Tras diagnosticar a su hijo con síndrome de down, la familia y los médicos la presionaron para abortar. Sin tiempo para que lo pensara, le administraron un fármaco abortivo: “Dos horas más tarde noté que mi bebé empezaba a dar patadas con sus piernecitas y sus bracitos. No fue un segundo sino un buen rato. Me sentí una asesina, pero en el fondo yo no quería estar ahí; nadie me ayudó”, dijo.
Cristina echa de menos el que nadie la hubiera puesto en contacto con un psicólogo o que recibiera motivaciones para tener a su bebé. Hoy es parte de la Asociación Víctimas del Aborto.
2. Montserrat, una mujer barcelonesa, también abortó en octubre de 2008. Tras resultar embarazada fue a consultar en el departamento de Salud y Familia de Cataluña y la única alternativa que le dieron fue abortar. Indecisa, ingresó en la clínica Les Corts y ahí le repitieron que la mejor opción era el aborto ya que ya tenía dos hijos: “No te explican que realmente después de un aborto provocado sufres depresiones. Ellos sólo lo hacen por negocio. La intervención duró cinco minutos. Entré llorando y salí llorando […] Eché de menos que me dijeran que me lo pensara o que viniera otro día”.
En el testimonio recogido por la Asociación Víctimas del Aborto, Montserrat también declara: “Nos dan facilidad para abortar pero no para sacar adelante a nuestros hijos. Yo no me he sacado un problema, me he puesto un problema más grande encima de mis espaldas con la muerte de mi hijo”.
3. Esperanza Puente es la autora del libro “Yo aborté” y actualmente es portavoz de la plataforma Red Madre. En repetidas ocasiones ha insistido en que las clínicas abortistas son un ejemplo de inhumanidad. En declaraciones al diario El Día, recogidas también por Aci Prensa (10.11.2008), afirmó que “En la sala de espera las mujeres lloramos sin lágrimas y gritamos sin voz”. “El protocolo es que las mujeres no vean las ecografías del bebé, considerado como un conjunto de células, o un trozo de vesículas”, agregó. Esperanza también ha denunciado el negocio lucrativo de la eliminación de fetos, que se usan en cosmética”.
4. “¿Qué es peor: tener el bebé o abortar? No te ponen esas dos soluciones encima de la mesa, sólo te ponen una. Mejor abortar y se acabo”. Son las palabras de Cristina Bote (Cr. La Gaceta de los Negocios, 15.12.2008), una de las primeras mujeres española que, sin pseudónimo, da la cara y habla de su aborto: “Mi primer aborto lo hice con los ojos cerrados, porque no tenía ningún tipo de información […] Si me hubieran explicado qué es un aborto, qué efectos secundarios vas a tener después… Nadie, nadie me explicó absolutamente nada […] no me pareció lógico que la única salida que den, cuando vienes con un bebé especial, la única solución que te den sea el aborto. Es que no te dicen nada más. Directamente: mejor aborta, y un problema menos”.
Ahora Cristina, profesional en relaciones públicas, ofrece sin tapujos su testimonio para ayudar a muchas otras mujeres
La desinformación intencionada sobre qué es un aborto y el ofrecerlo como una salida de escape a situaciones muchas veces difíciles, son dos tácticas comúnmente utilizadas en los mataderos de niños.

5.
El semanario Alba (18.03.2009) recogió en una entrevista el testimonio del matrimonio de Marta y José, dos padres de familia numerosa, a quienes les recomendaron abortar a su hija: “En la ecografía de la semana 20, en principio la más importante en cuanto a diagnóstico, nos dijeron que la niña tenía quistes en la cabeza, concretamente en el plexo coroideo y, además, el intestino hiperecogénico. Ambos son marcadores menores de trisonimias y, sumado a mi “terrible” edad (ella tenía entonces 39 años, ndr), era imprescindible hacerme más pruebas diagnósticas –que eran invasivas–“. “Cuando me negué –dice Marta– hubo un médico que lo respetó, pero en la siguiente visita a la Seguridad Social la ginecóloga de turno me regañó, me dijo que era protocolario y que al día siguiente tenía que ir”.
Pero el matrimonio se mantuvo firme y, finalmente, nació Elisa, la niña supuestamente enferma que vino al mundo completamente sana. “En ningún momento dudamos siquiera en hacerme pruebas, sólo por el riesgo de aborto que implican. Teníamos claro que la vida es un regalo y que, como dice el salmo, “muchas son las pruebas que le esperan al justo mas de todas te libra el Señor”. De hecho, fue en esa ecografía en la que nos dijeron con seguridad que era una niña y decidimos allí mismo que sería Elisa, del hebreo Elisabet que significa Dios ayuda”, declaró Marta.
La entrevista concluye con una exhortación a todas esas mujeres que se plantean el aborto como solución: “Un hijo siempre es un regalo y abortar es un asesinato. Las personas que conozco que se deshacen de sus bebés se quitan el hijo y se quedan huecas, todas tocadas. Yo les diría que busquen ayuda, que superen el embarazo y que si no lo quieren después que lo den en adopción. Yo me lo quedaría”.
De abortistas a felices pro vida realizados y la única mujer en la cárcel por causa del aborto
Uno de los testimonios más convincentes para la defensa de la vida es la de aquellos que la eliminaban y que ahora la protegen
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Fuente: camineo.net

martes, 19 de mayo de 2009

¡¡ESTAMOS DE ENHORABUENA!!




El Padre Juan Javier Martín Hernández es elegido abad del Monasterio de Santa María la Real de Oseira


El Padre Juan Javier Martín Hernández ha sido Superior del monasterio de Oseira desde el año 2006 hasta esta mañana, cuando era elegido abad de dicho monasterio, tras tres años en que había permanecido sin abad.
El momento constitutivo del abad es la elección por parte de los hermanos, y la confirmación por parte del abad general, que tenían lugar esta mañana, siendo posteriormente refrendado por el Sr. Obispo y la comunidad eclesial. El acto litúrgico de la bendición abacial tendrá lugar el próximo 29 de junio, a las 17:00 horas, presidido por el Obispo de nuestra Diócesis, Monseñor Luis Quinteiro.

Este monasterio cuenta en la actualidad con tres novicios jóvenes, lo que unido a esta nueva etapa supone un momento esperanzador para la comunidad de monjes de Oseira.

El Padre Juan Javier, nacido en el año 1969 en Sonseca (Toledo), estudió Empresariales en la Facultad de Ciencias Jurídicas de Toledo. Entró en el monasterio de San Isidro de Dueñas en el año 1993. Su profesión solemne fue el 8 de diciembre del año 1999. Llegó a Oseira como superior ad nutum el 24 de mayo del año 2006. Allí fue ordenado sacerdote por el Obispo de nuestra Diócesis el 28 de abril del año 2007.

Fuente: página del obispado de Ourense.




Nos unimos a la alegría de la familia Cisterciense, a la alegría del monasterio de Oseira, a la de la familia del P. Juan Javier y desde ya lo ponemos bajo el manto de nuestra Madre, la Virgen de los Remedios. Que Ella lo proteja y guarde para esta nueva misión a la que el Señor le llama.

Puedes escuchar a Juan Javier en esta entrevista que acaban de hacerle como Abad electo de Oseira.





Cáritas ha abierto una exposición en la Casa de la Cultura.
Podemos visitarla todos los días de 5 a 9 de la noche. Es sobre el voluntariado y se llama "Ser voluntario, un gustazo". Estamos todos invitados a participar.

lunes, 18 de mayo de 2009

CATECISMO


El conocimiento de Dios según la Iglesia
36 "La santa Iglesia, nuestra madre, mantiene y enseña que Dios, principio y fin de todas las cosas, puede ser conocido con certeza mediante la luz natural de la razón humana a partir de las cosas creadas" (Cc. Vaticano I: DS 3004; cf. 3026; Cc. Vaticano II, DV 6). Sin esta capacidad, el hombre no podría acoger la revelación de Dios. El hombre tiene esta capacidad porque ha sido creado "a imagen de Dios" (cf. Gn 1,26).
37 Sin embargo, en las condiciones históricas en que se encuentra, el hombre experimenta muchas dificultades para conocer a Dios con la sola luz de su razón:
A pesar de que la razón humana, hablando simplemente, pueda verdaderamente por sus fuerzas y su luz naturales, llegar a un conocimiento verdadero y cierto de un Dios personal, que protege y gobierna el mundo por su providencia, así como de una ley natural puesta por el Creador en nuestras almas, sin embargo hay muchos obstáculos que impiden a esta misma razón usar eficazmente y con fruto su poder natural; porque las verdades que se refieren a Dios y a los hombres sobrepasan absolutamente el orden de las cosas sensibles y cuando deben traducirse en actos y proyectarse en la vida exigen que el hombre se entregue y renuncie a sí mismo. El espíritu humano, para adquirir semejantes verdades, padece dificultad por parte de los sentidos y de la imaginación, así como de los malos deseos nacidos del pecado original. De ahí procede que en semejantes materias los hombres se persuadan fácilmente de la falsedad o al menos de la incertidumbre de las cosas que no quisieran que fuesen verdaderas (Pío XII, enc. "Humani Generis": DS 3875).
38 Por esto el hombre necesita ser iluminado por la revelación de Dios, no solamente acerca de lo que supera su entendimiento, sino también sobre "las verdades religiosas y morales que de suyo no son inaccesibles a la razón, a fin de que puedan ser, en el estado actual del género humano, conocidas de todos sin dificultad, con una certeza firme y sin mezcla de error" (ibid., DS 3876; cf. Cc Vaticano I: DS 3005; DV 6; S. Tomás de A., s.th. 1,1,1).

domingo, 17 de mayo de 2009

DOMINGO VI DE PASCUA


«Deber» amar, «el mandamiento más bello y liberador del mundo» / Autor: Raniero Cantalamessa, ofmcap.VI Domingo de Pascua - BHechos 10, 25-27. 34-35. 44-48; I Juan 4, 7-10; Juan 15, 9-17El «deber» de amar
«Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado… Lo que os mando es que os améis los unos a los otros».
El amor, ¿un mandamiento? ¿Se puede hacer del amor un mandamiento sin destruirlo? ¿Qué relación puede haber entre amor y deber, dado que uno representa la espontaneidad y el otro la obligación?Hay que saber que existen dos tipos de mandamientos. Existe un mandamiento o una obligación que viene del exterior, de una voluntad diferente a la mía, y un mandamiento u obligación que viene de dentro y que nace de la cosa misma. La piedra que se lanza al aire, o la manzana que cae del árbol, está «obligada» a caer, no puede hacer otra cosa; no porque alguien se lo imponga, sino porque en ella hay una fuerza interior de gravedad que la atrae hacia el centro de la tierra.De igual forma, hay dos grandes modos según los cuales el hombre puede ser inducido a hacer o no determinada cosa: por constricción o por atracción. La ley y los mandamientos ordinarios le inducen del primer modo: por constricción, con la amenaza del castigo; el amor le induce del segundo modo: por atracción, por un impulso interior. Cada uno, en efecto, es atraído por lo que ama, sin que sufra constricción alguna desde el exterior. Enseña a un niño un juguete y le verás lanzarse para agarrarlo. ¿Qué le empuja? Nadie; es atraído por el objeto de su deseo. Enseña un Bien a un alma sedienta de verdad y se lanzará hacia él. ¿Quién la empuja? Nadie; es atraída por su deseo.Pero si es así --esto es, somos atraídos espontáneamente por el bien y por la verdad que es Dios--, ¿qué necesidad había, se dirá, de hacer de este amor un mandamiento y un deber? Es que, rodeados como estamos de otros bienes, corremos peligro de errar el blanco, de tender a falsos bienes y perder así el Sumo Bien. Como una nave espacial dirigida hacia el sol debe seguir ciertas reglas para no caer en la esfera de gravedad de algún planeta o satélite intermedio, igual nosotros al tender hacia Dios. Los mandamientos, empezando por el «primero y mayor de todos» que es el de amar a Dios, sirven para esto.Todo ello tiene un impacto directo en la vida y en el amor también humano. Cada vez son más numerosos los jóvenes que rechazan la institución del matrimonio y eligen el llamado amor libre, o la simple convivencia. El matrimonio es una institución; una vez contraído, liga, obliga a ser fieles y a amar al compañero para toda la vida. Pero ¿qué necesidad tiene el amor, que es instinto, espontaneidad, impulso vital, de transformarse en un deber?El filósofo Kierkegaard da una respuesta convincente: «Sólo cuando existe el deber de amar, sólo entonces el amor está garantizado para siempre contra cualquier alteración; eternamente liberado en feliz independencia; asegurado en eterna bienaventuranza contra cualquier desesperación». Quiere decir: el hombre que ama verdaderamente, quiere amar para siempre. El amor necesita tener como horizonte la eternidad; si no, no es más que una broma, un «amable malentendido» o un «peligroso pasatiempo». Por eso, cuanto más intensamente ama uno, más percibe con angustia el peligro que corre su amor, peligro que no viene de otros, sino de él mismo. Bien sabe que es voluble, y que mañana, ¡ay!, podría cansarse y no amar más. Y ya que, ahora que está en el amor, ve con claridad la pérdida irreparable que esto comportaría, he aquí que se previene «vinculándose» a amar para siempre. El deber sustrae el amor de la volubilidad y lo ancla a la eternidad. Quien ama es feliz de «deber» amar; le parece el mandamiento más bello y liberador del mundo.

Hoy reciben por primera vez a Jesús cincuenta niños de nuestra Parroquia. Les presentamos al Señor en nuestra oración a ellos y a sus familias para que a todos llegue y toque la BUENA NOTICIA de su AMOR.

sábado, 16 de mayo de 2009

UNA MANO DISPARÓ; OTRA DESVIÓ LA BALA



El 13 de mayo, el Santo Padre había desayunado con el Profesor Lejeune, su esposa y otro invitado, luego, con toda tranquilidad se dirigió a la Plaza de San Pedro. Al dar la vuelta por la plaza, cerca de la puerta de bronce, el turco Mehmet Ali Agja le disparó, hiriéndolo en el abdomen, en el codo derecho y en el índice de la mano izquierda.
Nadie creía que esto hubiese podido ocurrir. Yo estaba detrás del Santo Padre, aturdido, no lograba comprender nada. El ruido en la plaza era ensordecedor. Todas las palomas alzaron el vuelo. Alguien había disparado, pero quién podría ser? Me di cuenta que el Santo Padre estaba herido; pero no veíamos señales de sangre. Entonces, le pregunté, ¿dónde? Y él me respondió: en el vientre. Tiene dolor, añadí y asintió, sí. El iba en el auto apoyado en mí; de ahí pasamos a una ambulancia. Su Santidad llevaba los ojos cerrados, se notaba que sufría mientras repetía algunas oraciones breves. Sobre todo, si mal no recuerdo: " ¡María, madre mía. María, madre mía!"
El Dr Buzzonetti y la hermana Camila iban con nosotros en la ambulancia que corría veloz, ningún tipo de policía nos acompañaba. La sirena comenzó a sonar un centenar de metros más tarde. El trayecto que normalmente se hace en media hora nosotros lo hicimos en ocho minutos en plena circulación de Roma. Tiempo después, el Santo Padre me dijo que había guardado consciencia hasta su llegada al hospital y que siempre estuvo convencido de que las heridas no serían mortales.


Doscientos polacos trajeron de Polonia una imagen de N. S. de Chestokova y la colocaron en el suelo frente a la silla del Papa, mientras oraban con mucho fervor.La operación duró cinco horas y veinte minutos. El estado del herido era considerado como muy grave. La tensión la tenía bajísima. Monseñor Dziwisz le dio la extremaunción. "Al principio todo era angustia; pero la esperanza volvió gradualmente durante la operación. Luego, se supo que ningún órgano vital había sido tocado y que tenía posibilidades de salir con vida". Había perdido tres cuartos de su sangre y la transfusión sanguínea vino a transmitirle un virus. Pasó mucho tiempo en reanimación, pero cinco días después del atentado, aludiendo a un proverbio polaco, declaró: "Una mano disparó, otra desvió la bala".
Él le había pedido al obispo de Fátima, entonces en Roma, que viniera a su lecho de enfermo a hablarle del mensaje de la Virgen y después del Ángelus del domingo siguiente. En un mensaje grabado en su habitación del hospital, el Santo Padre le confiaba al Corazón Inmaculado de María toda la humanidad. Un año más tarde, el 13 de mayo de 1982 rindió gracias a la Virgen de Fátima y una de las balas sería incrustada en la corona de la Virgen. El 25 de marzo de 1984 junto con los obispos del mundo entero celebra la consagración al Corazón Inmaculado de María solicitado por la Virgen y Rusia sería liberada del comunismo poco después, sin derramamiento de sangre.
El 13 de mayo del 2000, en Fátima, durante la beatificación de los dos pastorcitos, Jacinta y Francisco, revela el contenido de la última parte del mensaje de Fátima que hablaba de los sufrimientos de la Iglesia y del "obispo vestido de blanco", herido de "dos disparos de arma de fuego", señalando que veía en ese mensaje el anuncio del atentado del 13 mayo de 1981. Siempre frente a la estatua de Fátima, el 8 de octubre del 2000, durante el Jubileo de los obispos, el Papa pronuncia en la Plaza de San Pedro el Acto solemne de confianza con el que ponía el III milenio bajo la protección de la Virgen.

Testimonio de Monseñor Stanislas Dziwisz,Citado por André Frossard en "N'ayez pas peur. Dialogue avec Jean-Paul II"(Robert Laffont, París, 1982) - p.333 a 345)

El Papa Benedicto XVI se despidió de Tierra Santa junto al Santo Sepulcro


Benedicto XVI lanzó un profundo mensaje de esperanza para el futuro de la Iglesia al visitar en la mañana de este viernes el Santo Sepulcro, lugar, según la tradición, de la crucifixión, sepultura y resurrección de Cristo, última meta de su peregrinación a los santos lugares.
"Aquí la historia de la humanidad cambió definitivamente", afirmó el pontífice en un discurso ante la tumba vacía del Salvador, que se convirtió en una meditación sobre el misterio central del cristianismo, su resurrección al tercer día de su muerte.
Poco antes de las diez de la mañana, Benedicto XVI entró andando en la plaza del Santo Sepulcro. Al llegar a la plaza y enfrente de la puerta de la Basílica el Santo Padre fue acogido por los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa, junto a los representantes del Patriarcado greco-ortodoxo y de la Iglesia apostólica armenia, en representación de las tres iglesias que, en virtud del "statu quo", el decreto imperial emitido por el sultán turco en 1852, son las tres principales responsables de la organización del culto de las seis comunidades cristianas presentes en la Basílica.
Dentro del templo, el Papa besó y rezó unos momentos ante la piedra donde, según la tradición, fue embalsamado Cristo, antes de ser enterrado.
Tras las palabras de bienvenida del custodio de Tierra Santa, el padre Pierbattista Pizzaballa, se entonó el Te Deum y el Papa se dirigió al templete del Santo Sepulcro, que se encuentra dentro de la basílica, donde se conserva la piedra en la que, según la tradición cristiana, fue depositado el cuerpo de Cristo crucificado.
Tras unos momentos de oración en silencio, el Papa regresó a la basílica para escuchar la bienvenida del patriarca latino, Su Beatitud Fouad Twal.En su meditación, el Santo Padre constató cómo "aquí Cristo, el nuevo Adán, nos ha enseñado que el mal nunca tiene la última palabra, que el amor es más fuerte que la muerte, que nuestro futuro y el de la humanidad está en las manos de un Dios providente y fiel"."La tumba vacía nos habla de esperanza --reconoció--, la misma que no defrauda, porque es don del Espíritu Santo, que nos da la vida (cf. Romanos 5, 5). Este es el mensaje que hoy deseo dejaros, al concluir mi peregrinación a Tierra Santa".
"¡Que la esperanza se eleve nuevamente, por la gracia de Dios, en el corazón de cada persona que vive en estas tierras!", deseó.
Al final, el papa se dirigió a la Capilla de las Apariciones para adorar al santísimo Sacramento, antes de subir al Gólgota para recogerse en silencio en oración ante el lugar del Calvario.




viernes, 15 de mayo de 2009

RAFAEL y EL PAPA EN NAZARETH



Después del aperitivo de la semana pasada, hoy volvemos a tomar contacto con el Beato Rafael. Esta vez será para acercarnos a su infancia.


Abril, 9 de 1911, Rafael brota como flor primaveral en Burgos. Primogénito de cuatro hermanos, sus padres, don Rafael Arnáiz Sánchez de la Campa, ingeniero de montes, y doña Mercedes Barón Torres, pertenecían a una familia de clase acomodada.
Nada novedoso ocurrió en su infancia. A los nueve años ingresó en el colegio de la Merced, regentado por padres de la Compañía de Jesús. En su alma angelical depositaron los hijos de san Ignacio gérmenes de aquella profunda espiritualidad que fructificaría con los años hasta llegar a un grado eminente.
Nunca padeció quebrantos de salud hasta 1920 en que se le declaró una pleuresía que le obligó a dejar el colegio. Una vez restablecido, sus padres le llevaron a Zaragoza para dar gracias y ofrecérselo a la Virgen del Pilar. No sabemos las impresiones experimentadas en aquel primer contacto de Rafael con la Virgen, tan maternal como se muestra en aquella basílica mariana. Podemos deducir algo de las palabras de su madre: "La Virgen se fijó en aquella alma inocente con singular predilección, porque si antes lo era, a partir de aquella visita al Pilar, se manifestó devoto
ardentísimo de María y sus ojos se iluminaban cada vez que hablaba u oía hablar de Ella". Coincide su hermano Luis Fernando asegurando que fue su padre quien hizo "el ofrecimiento de su hijo a la Santísima Virgen del Pilar, empezando ya la Señora - como Rafael la llamaba- a protegerlo bajo su santo manto".
Ciertamente, Rafael llegó a ser uno de los más finos amantes que ha tenido la Señora, de tal manera que cuando escribe sobre ella lo hace con delicadeza, profundidad y ternura admirables hasta el punto de que sus palabras son un eco de las enseñanzas brotadas de la pluma de san Bernardo, en cuya orden encontró no sólo camino seguro de salvación, sino, escenario adecuado para escalar las metas más encumbradas de la santidad.
Aquellas primeras sonrisas prodigadas por la Virgen a su fidelísimo siervo, llegarían a desarrollarse con el tiempo en unas experiencias marianas que tuvo el acierto de depositar en sus escritos.


En la Basílica de la Anunciación de Nazaret, Benedicto XVI ha celebrado las Vísperas exhortando a todos los cristianos a tener el valor de ser fieles a Cristo y permanecer en Tierra Santa, la tierra que Él santificó con su presencia. En su discurso el Santo Padre ha recordado que como María, los cristianos tienen “un papel que jugar en el plan divino de la salvación, llevando a Cristo en el mundo, dando testimonio de Él y difundiendo su mensaje de paz y unidad”.


“Por esto –ha exhortado el Papa- es esencial que estén unidos entre ustedes, de modo que la Iglesia en la Tierra Santa pueda ser claramente reconocida como un signo y un instrumento de comunión con Dios y de unidad con todo el género humano”.
En este sentido el Pontífice ha señalado que la unidad de los cristianos “en la fe, en la esperanza y en el amor es un fruto del Espíritu Santo que habita en ustedes y les hace capaces de ser instrumentos eficaces de la paz de Dios, ayudándolos a construir una genuina reconciliación entre los diversos pueblos que reconocen a Abrahám como su padre en la fe”.
Recordando que en el Estado de Israel y en los Territorios Palestinos los cristianos son una minoría de la población, y que tal vez “parezca que su voz cuenta poco” porque muchos cristianos han emigrado, en la esperanza de contar en otros lugares mayor seguridad y mejores perspectivas, el Papa ha evocado la situación de la joven virgen María, que llevó una vida escondida en Nazareth, con pocas cosas del ambiente cotidiano en cuanto a la riqueza y a la influencia mundana: “¡Tomemos fuerza del cántico de María, que dentro de poco cantaremos en unión con la entera Iglesia de Todo el mundo!”
Sobre el misterio de la esperanza ofrecido por María en la Anunciación, Benedicto XVI ha invitado a reflexionar con “la esperanza que Dios continuará conduciendo nuestra historia, actuando con poder creativo para realizar los objetivos que serían imposibles para el cálculo humano. Esto nos desafía a abrirnos a la acción transformadora del Espíritu Creador que nos hace nuevos, que nos hace una sola cosa con Él y nos llena de su vida”.

El Papa rezó ayer por la paz en Nazareth, cogido de la mano de un rabino y de un imán de Galilea, mientras otro rabino entonaba Shalom, Salam (paz en hebreo y en árabe)

jueves, 14 de mayo de 2009

BETHLEHEM




La entrada de hoy la hace un sacerdote que vive en Tierra Santa y tiene un blog. Hoy nos cuenta cómo ha vivido la Eucaristía que el Papa ha celebrado en Belén.


Nos dijeron que había que levantarse prontísimo para cruzar el Check Point, pues sino sería imposible. También nos llegaba información de que a las 4.00 de la noche ya empezarían a retirar cualquier coche que estuviera aparcado en la calle principal que lleva de Jerusalén a Belén. Efectivamente, poco después de las 5.30 pasábamos por allí y había decenas de policías preparándose para actuar, y muchas grúas retirando coches. No tuvimos problemas para llegar a Belén. Lo hicimos a través del Check Point de Beit Jalla, con la intención de dejar los coches en el seminario y desplazarnos andando hasta la plaza al lado de la Basílica, donde tendría lugar la Santa Misa. Llegamos de los primeros, cuando todavía estaban montando los marcos de puerta para controlar objetos metálicos. Cuando llegué a la zona de sacerdotes sólo había unos pocos y me pude sentar en primera fila. A unos 20 metros se encontraba la sede que el Romano Pontífice ocuparía durante la ceremonia. Nos empezó a preocupar un poco el que no llegara más gente y más sacerdotes. Parece que el motivo fue que sólo había una entrada y fue lentísimo hasta que pasó todo el mundo. Finalmente la plaza estaba a rebosar. Habría unas 3000 personas, al menos dentro del recinto. Probablemente desde las calles adyacentes lo seguían más personas. El ambiente era distinto al de la Misa de ayer en Jerusalén. Mucho más festivo, y con un ambiente marcadamente local. Allí se encontraban los cristianos de territorios palestinos que no habían podido o podrían asistir a las otras Misas con el Papa. Había fieles de todas las parroquias palestinas, como Ramalla, Nablus, Taybe... Y había una pequeña representación de cristianos de Gaza, unos 50. Cuando el Papa los nombró y habló con mucho cariño de Gaza fue muy aplaudido. Antes de que comenzara la ceremonia nos entregaron una gorras y unas bufandillas con los colores del Vaticano. Poco después -de parte de la autoridad palestina- nos regalaron también unas gorras y unas bufandillas con la bandera palestina y con el blanco y negro del kafiya típico.
Antes de la Misa el Papa estuvo con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, y le dijo que la Santa Sede apoya el derecho de su pueblo a una patria soberana palestina. Poco después el Santo Padre llegó a la plaza de la Natividad -ante el entusiasmo de la gente- en el Papa móvil. El vehículo entró dentro de la plaza y se detuvo en medio, delante del presbiterio. Gritábamos, aplaudíamos, y el Papa saludaba a todos lados muy afable. Bajó del Papa móvil y se dirigió andando al lugar previsto para revestirse.

La Santa Misa comenzó unos 10 minutos antes de la hora. Como el dia anterior el Patriarca comenzó con unas extensas palabras exponiendo la dura situación en que viven y pidiendo oraciones y ánimos al Santo Padre. A mi modo de ver el Papa respondió con creces en la homilía, diciendo cosas muy concretas: sugiriendo ayuda internacional para mediar en el conflicto, pidiendo que se levante el embargo actual que pesa sobre la franja de Gaza, o cuando abogó por una mayor libertad de movimientos, entre otras cosas para permitir los contactos familiares. Pero sobre todo con sus palabras ha alentado y animado espiritualmente a la gente, que ha quedado encantada.

Después de la celebración el Santo Padre almorzará con los Obispos de Tierra Santa y luego acudirá a rezar a la gruta de Natividad. Después visitará el hospital de Caridad para niños que hay en Belén y, posteriormente, un campo de refugiados palestinos que hay cerca de Belén. Hay que seguir rezando mucho por el viaje del Papa. Si ya nosotros estamos agotados después de estos dos días, imaginamos lo tremendo que debe ser para su Santidad mantener ese ritmo de actos a su edad.


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miércoles, 13 de mayo de 2009

NUESTRA SEÑORA DE FATIMA-- HOMILÍA DEL PAPA EN EL VALLE DE JOSAFAT (JERUSALEN)






La Santísima Virgen María se manifestó a tres niños campesinosEn 1917, en el momento de las apariciones, Fátima era una ciudad desconocida de 2.500 habitantes, situada a 800 metros de altura y a 130 kilómetros al norte de Lisboa, casi en el centro de Portugal.



Hoy Fátima es famosa en todo el mundo y su santuario lo visitan innumerables devotos. Allí, la Virgen se manifestó a niños de corta edad: Lucía, de diez años, Francisco, su primo, de nueve años, un jovencito tranquilo y reflexivo, y Jacinta, hermana menor de Francisco, muy vivaz y afectuosa. Tres niños campesinos muy normales, que no sabían ni leer ni escribir, acostumbrados a llevar a pastar a las ovejas todos los días. Niños buenos, equilibrados, serenos, valientes, con familias atentas y premurosas.Los tres habían recibido en casa una primera instrucción religiosa, pero sólo Lucía había hecho ya la primera comunión.



Las apariciones estuvieron precedidas por un "preludio angélico": un episodio amable, ciertamente destinado a preparar a los pequeños para lo que vendría.Lucía misma, en el libro Lucia racconta Fátima (Editrice Queriniana, Brescia 1977 y 1987) relató el orden de los hechos, que al comienzo sólo la tuvieron a ella como testigo. Era la primavera de 1915, dos años antes de las apariciones, y Lucía estaba en el campo junto a tres amigas. Y esta fue la primera manifestación del ángel:Sería más o menos mediodía, cuando estábamos tomando la merienda. Luego, invité a mis compañeras a recitar conmigo el rosario, cosa que aceptaron gustosas. Habíamos apenas comenzado, cuando vimos ante nosotros, como suspendida en el aire, sobre el bosque, una figura, como una estatua de nieve, que los rayos del sol hacían un poco transparente. "¿Qué es eso?", preguntaron mis compañeras, un poco atemorizadas. "No lo sé". Continuamos nuestra oración, siempre con los ojos fijos en aquella figura, que desapareció justo cuando terminábamos (ibíd., p. 45).



El hecho se repitió tres veces, siempre, más o menos, en los mismos términos, entre 1915 y 1916.Llegó 1917, y Francisco y Jacinta obtuvieron de sus padres el permiso de llevar también ellos ovejas a pastar; así cada mañana los tres primos se encontraban con su pequeño rebaño y pasaban el día juntos en campo abierto. Una mañana fueron sorprendidos por una ligera lluvia, y para no mojarse se refugiaron en una gruta que se encontraba en medio de un olivar. Allí comieron, recitaron el rosario y se quedaron a jugar hasta que salió de nuevo el sol. Con las palabras de Lucía, los hechos sucedieron así: PINCHA AQUÍ PARA LEER LAS APARICIONES
HOMILÍA DEL PAPA EN JERUSALEN, EN EL VALLE DE JOSAFAT
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