domingo, 13 de diciembre de 2009

TERCER DOMINGO DE ADVIENTO


El Señor está cerca
Predicación de san Juan Bautista,de Bernardo Strozzi (siglo XVII)
Una razón poderosa nos urge a la alegría: el Señor está cerca. Pero se ve claro lo necesaria que es la figura de Juan el Bautista. Para nuestra sociedad de alta tecnología en comunicaciones, que aísla a tantos..., se necesita a Juan; para que reconozcamos que los avances en medidas de seguridad no hacen desaparecer el miedo, se necesita a Juan; para denunciar a los que presumen de derechos humanos y luego desprecian la vida del hombre, se necesita a Juan; un Juan que desenmascare a los que se dicen amigos de la verdad, y luego les descubres como artífices de ficciones y falsedades... Tú puedes ser esta figura, alguien que haga una confesión clara, valiente y entusiasta de la fe en Jesucristo, porque es posible la conversión. Leed con calma el Evangelio y ved lo interesante que es: «La gente preguntaba a Juan». ¿Habéis visto? Está claro que si Juan no hubiera hablado, si hubiera pasado desapercibido, si hubiera disimulado..., si no hubiera dado la cara, ¿le habría preguntado alguien? Y, si le preguntaban, era porque lo que les decía les llegaba muy hondo, les iluminaba sus vidas y les hacía ver que debían cambiar de estilo. Debemos hablar, ser testigos de Dios, que se compadece y ama. Resaltaré la figura del Papa, Benedicto XVI, que hace siempre de Juan Bautista dando testimonio de vida y de palabra. Recuerdo un discurso del Papa a los obispos austriacos, que son para enmarcarlas: «En medio de la incertidumbre de este tiempo y de esta sociedad, dad a los hombres la certeza de la fe íntegra de la Iglesia. La claridad y la belleza de la fe católica iluminan, también hoy, la vida de los hombres. Esto sucederá, en particular, si la presentan testigos entusiastas y capaces de transmitir entusiasmo».

Fijaos cómo, en el Evangelio, la pregunta siempre es la misma: ¿Qué hacemos?; y la respuesta, también es siempre la misma: Conviértete y verás tu vida iluminada.Por la reacción de los oyentes de Juan, queda claro que Dios no se contenta con una religiosidad exterior, nos pide respuestas. Sabemos que muchos están alerta y se preguntan: ¿Cómo podemos hablar de Jesucristo para que nuestros vecinos se sientan movidos a confiar en Él y vivir la belleza de la fe, y se conviertan?En la Navidad veremos compartir las túnicas y los alimentos; veremos cómo no se abusa de los demás, ni habrá extorsiones contra nadie, ni atropellos, ni abusos de autoridad... ¡Pero cuánto me gustaría verlo, ya mañana, en la primera página de los periódicos!
+ José Manuel Lorca Planes

obispo de Cartagena y A.A. de Teruel y Albarracín

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