miércoles, 30 de diciembre de 2009

NAVIDAD EN LAS MANOS DE DIOS

La Nochebuena que se vive tras los muros de un convento
Viven el Adviento con intensidad litúrgica, y por eso su Nochebuena se centra en la preparación espiritual ante el Niño que nace. Pero no sólo, porque, como casi todo el mundo, ellos también celebran de un modo festivo y familiar la Navidad. La única diferencia está en qué entienden por fiesta y cuál es su familia. Son los monjes y monjas que pueblan los conventos españoles, y que se preparan para vivir hoy uno de los días más vibrantes de su vida, entregándose (como siempre) a Dios y a los hombres, ante el Misterio de Belén
Por: A. Llamas, M. Martínez, J.A. Méndez, J.L. Vázquez D-M.
Nieva en la abadía trapense de Dueñas, y la foto del santo Hermano Rafael que luce la fachada principal, se tiñe de blanco. Y de frío. Pero basta cruzar el umbral de sus portalones para que el corazón se caldee con la alegría de saber que Cristo nace. Aquí sí le han dado posada. Tras los muros del monasterio de la Trapa, la comunidad de monjes entona villancicos para Dios, y cena frugalmente para degustar y paladear el mayor de los manjares: la Eucaristía. La Liturgia une a estos varones de Dios con el resto de conventos y monasterios del mundo entero, en los que esta noche se vive con una intensidad festiva fuera de lo común. El Niño que esta noche nos nace no recibe el aliento de los bueyes y las mulas, sino el calor maternal de las carmelitas de San Lorenzo de El Escorial, que caldean en sus braseros las ropas con las que cubren al Santo Bebé que exhiben en su Nacimiento. Ni tampoco es hoy agasajado por pastores en la quietud de la noche, sino que, cerca del bullicioso aeropuerto de Barajas, las benedictinas de la Natividad se postran en un estremecedor silencio ante Cristo Eucaristía. Y, como la alegría de saberse visitado por Cristo Niño trasciende la clausura más estricta, las paredes del convento de religiosas agustinas de la Purísima Concepción, en Toledo, se empapan con el júbilo de esta Noche, levantan el ayuno, toman un vaso de leche caliente, charlan, entonan cantos navideños y alaban a Dios festivamente.

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