viernes, 29 de enero de 2010

CATÓLICOS EN LA SOCIEDAD ACTUAL

Testimonio sereno y firme
Ni derrotismos, ni aspavientos. La actitud de los católicos en la actual situación social y política de España ha de ser, como señalaba el Papa en sus palabras a los participantes en la fiesta de la Sagrada Familia, que se celebró en la plaza de Lima, de Madrid, la del «testimonio sereno y firme» de las propias convicciones
La cuestión se viene planteando casi desde el mismo comienzo del Gobierno del Presidente Rodríguez Zapatero, en el año 2004: ¿cuál debe ser la actitud de los católicos españoles ante el rodillo ideológico que, cada vez con más fuerza, atenta contra sus convicciones en el terreno de la familia, la vida y la libertad religiosa y de conciencia? En los últimos años, los católicos españoles parecen haber abandonado cierta postura acomodaticia, de dejarlo todo a la solución política, es decir, tomar conciencia, cada cuatro años, de su responsabilidad y votar en consecuencia..., para luego desaparecer durante otros cuatro años. La urgencia de la situación actual -y no sólo la discusión sobre si existe o no una alternativa política que asuma todas las demandas irrenunciables que haría un católico a un partido político- está haciendo que cada vez más personas opten por formarse, escribir a los medios de comunicación, salir a la calle a defender los propios principios... En el último Círculo de estudios de crítica política, organizado por la Asociación Católica de Propagandistas de Madrid, el escritor Agapito Maestre afirmó que el cristiano, en la vida pública, «debe vivir en tensión, permanentemente en conflicto. Se juega la vida en la Historia, en el aquí y ahora. O vive en tensión, o no es cristiano». También defendió el derecho a ejercer la libertad religiosa como fundamento de la misma libertad política; por ello, el cristiano respeta el orden constituido aunque luego pueda también cuestionar las leyes que considera injustas. De este modo, la libertad política es imposible que funcione sin que exista previamente la libertad religiosa y la libertad de conciencia. En caso contrario, ésta sería una sociedad de súbditos, todos iguales y sometidos al poder de turno.
El servicio de la verdad
Es cierto que esta etapa de rodillo ideológico ha servido a los católicos para hacerse conscientes de su responsabilidad en la vida democrática. Cada vez más conocedores de sus derechos, están dispuestos a ejercerlos y a defenderlos. El espacio que no ocupas tú por derecho, al final lo acaban usurpando otros. Así, han nacido en este tiempo multitud de plataformas ciudadanas, y otras que ya existían han visto redoblada su actividad y su repercusión en estos seis años. El desarrollo de Internet también ha permitido que aquel que lo desee pueda estar bien informado, así como bien formado. Y de la formación, a la acción: son muchas las ocasiones en que los católicos han tenido oportunidad de salir a la calle a defender la visión cristiana de la vida, del matrimonio y de la familia; y no sólo de manera reivindicativa, sino también de modo festivo, como ha ocurrido en los últimos tres años en la celebración de la fiesta de la Sagrada Familia en Madrid. Por no hablar de la gran cantidad de congresos, foros y conferencias que se organizan por toda España, a cargo de diferentes asociaciones y movimientos. Todo ello es muestra de la vitalidad del mundo católico en la España de hoy.Frente al desafío que presenta una legislación cada vez más hostil, y un ambiente cultural cada vez más asfixiante, los católicos en España están librando el buen combate de la fe, teniendo siempre presente que, como afirmó Juan Pablo II en Cuatro Vientos, en el año 2003, «las ideas no se imponen, sino que se proponen». Y que, como ha subrayado Benedicto XVI a lo largo de su pontificado, el mejor servicio que podemos hacer los cristianos en la sociedad es el de la caridad de ofrecer la verdad. Y al final, aunque todo parezca ir en contra, debemos recordar que Cristo, en la Cruz, no fracasó. La muerte no tiene la última palabra.
Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo

Algunas propuestas concretas
* Fórmese bien: hay multitud de páginas web y de publicaciones (como ésta) en las que encontrar razones y argumentos para dar nombre a lo que defendemos. Y hay también muchas charlas, conferencias y mesas redondas de interés. Y la Biblia, por supuesto.
* Elija lo que ve y lee: del mismo modo, al encontrarnos con programas o contenidos que atentan contra nuestra fe, cambiar de canal o de emisora, o directamente apagar la tele.
* Participe: ejerza sus derechos, defienda lo que cree. Puede hacerlo, por ejemplo, escribiendo a los medios de comunicación o a los anunciantes de programas que atentan contra sus convicciones, y directamente dejando de comprar sus productos.
* No esté solo: es más difícil remar solo que hacerlo junto a aquellos que comparten su manera de ver y vivir la vida. Hay muchas asociaciones, parroquias y movimientos.
* Rece: para que la situación sea más favorable, por las víctimas (como los niños a los que no se deja nacer), y también por aquellos que tienen el poder, para que respeten la ley natural. Incluso hacerlo por los enemigos, por aquellos con una actitud más hostil, por nuestros gobernantes.


ALFA Y OMEGA

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