sábado, 14 de febrero de 2009

¡¡MAGNIFICAT!!


Es sábado, día mariano y traemos al blog una breve y sencilla reflexión del Papa, sobre LA VISITACIÓN de María a su prima Isabel. Fué aquel el momento en el que de labios de María y lo más importante, desde su corazón; brotó el cántico del Magnificat. Muchos lo conocéis, pero también lo adjuntamos para que si tenéis un ratito lo leáis con calma, como si fuera la primera vez que lo leéis y tratemos de empapanarnos de esta alabanza que envolvió a María y a Isabel, cuando Ella llena del Espíritu Santo asistía con asombro a las maravillas que Dios estaba realizando en su vida y en la de Isabel. ¡¡Una maravilla!!


"Antes de preocuparse por sí misma, María piensa en la anciana Isabel, al saber que su embarazo está en un estado avanzado y, movida por el misterio de amor que acaba de acoger en su interior, se pone en camino rápidamente para ir a ofrecerle ayuda. ¡Ésta es la grandeza sencilla y sublime de María! Cuando llega a la casa de Isabel, ocurre algo que ningún pintor podrá plasmar nunca en toda su belleza y profundidad.


La luz interior del Espíritu Santo envuelve sus personas. E Isabel, iluminada desde lo Alto, exclama: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»


Estas palabras podrían parecer desproporcionadas respecto al contexto real. Isabel es una de las muchas ancianas de Israel y María una muchacha desconocida de una aldea perdida de Galilea. ¿Qué pueden ser y qué pueden hacer en un mundo en el que cuentan otras personas y otros poderes? Sin embargo, María nos sorprende una vez más; su corazón es limpio, totalmente abierto a la luz de Dios; su alma no tiene pecado, no carga con el peso del orgullo o el egoísmo.


Las palabras de Isabel encienden en su espíritu un cántico de alabanza que es una auténtica y profunda interpretación teológica de su historia: una lectura que tenemos que seguir aprendiendo de quien tiene una fe sin sombras ni grietas. María reconoce la grandeza de Dios. Éste es el primer e indispensable sentimiento de la fe: el sentimiento que da seguridad a la criatura humana y que libera del miedo, a pesar de las tempestades de la Historia.Más allá de la superficie, María ve con los ojos de la fe la obra de Dios en la Historia. Por este motivo es bienaventurada, pues ha creído. Su fe le ha hecho ver que los tronos de los poderosos de este mundo son provisionales, mientras que el trono de Dios es la única roca que no cambia, que no se derrumba.


Su Magníficat, con el pasar de los siglos y milenios, sigue siendo la interpretación más verdadera y profunda de la Historia, mientras las interpretaciones de muchos de los sabios de este mundo han sido desmentidas por los hechos en el transcurso de los siglos." Benedicto XVI.


MAGNIFICAT(Lc 1, 46-55)


Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.

El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón,derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.

AVISO Los sacerdotes de la Parroquia de Sta. María de Benquerencia, han convocado un nuevo acto de reparación para el próximo JUEVES 19 a las 19.00 horas. Nos piden que si podemos estemos presentes, y en todo caso nos unamos a ellos en la oración.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siempre me ha gustado la figura de Isabel,la "anciana" prima de MARIA,tal vez su primera confidente.Hay otra mujer,esta en el Antiguo Testamento,esteril y por tanto muy mal vista porque de ella ya no podría nacer el Mesias,que también es muy importante.Me refiero Sara.El protagonismo de las dos es distinto pero las dos esperan un hijo cuando se habla de ellas.Me voy por las ramas,seguramente,pero estoy pensando en que los viejos no deben ser aparcados ni apartados porque ya no producen nada.Siempre se puede ver en ellos,en nosotros,la fecundidad de "su" momento.Mientras estamos vivos,estamos dando algo.!Que abrazo no le daría Isabel a la Santísima Virgen Maria!El Evangelio,tan parco en detalles,nos dice que la criatura,salta de gozo.Un abrazo de M.A