jueves, 24 de marzo de 2011

¿SABÍAN ESTO DE NUESTROS SACERDOTES?

¿Sabían esto de nuestros sacerdotes?



Hoy voy a decir "sin pelos en la lengua" la verdad de nuestros sacerdotes, desde aquél que vive en el municipio más pobre de nuestro país, hasta el que ocupa el más alto puesto de la jerarquía eclesiástica. El haber conocido, por mi trabajo de casi 20 años, a más de 200 sacerdotes católicos, de todos los carismas y en todas las regiones de Venezuela, es lo que me lleva hoy a decir cosas que nadie sabe (o por lo menos no las dicen) a través de los medios de comunicación.

Por ejemplo, hace semanas despedimos a un sacerdote de casi 60 años que lo trasladaron al barrio más pobre de New York. Su equipaje era: 4 libros (la Biblia, su misal y otros 2), algo de ropa, un Cristo, un rosario y ¡Más Nada! A los 50 "y picote" este sacerdote tiene que comenzar de 0, en un lugar con unas necesidades extremas. Y él estaba feliz con esa nueva misión que Dios le había encomendado, a través de sus superiores. Y eso, señores, pasa todos los días en el mundo entero con los sacerdotes: lo único que ellos siempre tienen seguro, en su casa de paso, es una maleta. ¡Así de simple!

En cuanto a su vida diaria: se levantan muy temprano para hacer oración y oficiar misa; toman su desayuno, y luego comienzan la carrera contra el tiempo para poder administrar los sacramentos a sus fieles; llevar la comunión a los enfermos; resolver las necesidades urgentes de su parroquia; preparar padrinos y padres para bautizos, niños para primera comunión, jóvenes para confirmación, novios para matrimonios, etc. Y muchas noches tienen que salir a llevar los santos óleos a algún enfermo grave. Esto sin hablar de los sacerdotes que trabajan en los barrios más pobres y peligrosos del país atendiendo necesidades extremas. Otros trabajan incansablemente en escuelas maravillosas donde mucha gente quiere meter a sus hijos. Y también están los que trabajan como hormigas en los hospitales, cuarteles y en nuestras temidas cárceles. Un capellán de cárceles, quien murió hace poco por una gripe muy fuerte, recibió una bala en uno de esos retenes donde "se exprimió" hasta el final.

Yo me sonrío (para no llorar) cuando la gente habla de las riquezas materiales de la Iglesia y de sus sacerdotes. Nada más fíjense en el estado físico de la mayoría de las parroquias, sin hablar de muchísimas otras necesidades que nadie ve. Y los sacerdotes que viven en iglesias que se ven mejor "por fuera", contribuyen con lo que se recoge en su parroquia para ayudar a los sacerdotes más necesitados.


En cuanto a la alta jerarquía se aplica igualito. Todo lo que ellos usan (casa, muebles, vehículos, etc.) no es de ellos, y son lo más básico que se encuentra en cualquier hogar sencillo. Su trabajo es agotador, ya que la cantidad de personas bajo su grey es inmensa y enfrentan diariamente cientos de problemas, además de sus tareas administrativas y su abultada labor espiritual.


Hoy les describí, un poco por encima (porque pudiera estar horas dándoles ejemplos con nombres y apellidos, pero sé que a ellos no les gustaría para nada) de lo que es la vida de un sacerdote venezolano.

¡Ah! sin contar que siempre reciben con gran silencio y humildad, los ataques donde irresponsablemente los generalizan cuando se habla de un problema personal; o de escándalos mundiales que en los últimos 10 años no llegan al 0,1 % de los sacerdotes del mundo (Según cifras del Vaticano, de 405.000 sacerdotes, son 300 los lamentables casos de abuso sexual).

Y para terminar voy a cerrar con algo que me dijo un sacerdote (quien tiene una personalidad muy peculiar) cuando se enteró que yo estaba escribiendo sobre ellos: "Dile a tus lectores que recen mucho por nosotros y que nos corrijan, con cariño (eso lo pongo yo), cada vez que vean que hacemos algo mal hecho; y que si lo creen necesario hablen con nuestro obispo respectivo".


Y tengan siempre presente que ellos lo han dejado TODO para dar su vida entera a Dios y a sus fieles.

Eso era lo que a lo mejor no sabían de nuestros sacerdotes. Yo aprovecho de decirles a todos: MIL GRACIAS.

MARÍA DENISSE FANIANOS DE CAPRILES

EL UNIVERSAL DE CARACAS

3 comentarios:

gosspi dijo...

Pues no puedo decir mas que , con gran emoción, que rezaré por ellos. Ayer vino mi párroco a darle la Unción de enfermos a mi padre, le dió un ictus cerebral..y se quedó que no abría los ojos....susto por dentro ..pero Hoy se ha levantado con dificultad, entre dos lo hemos puesto en pié y con los ojos bien abiertos rezaba el Padrenuestro....la salud del Sacramento....así de simple. Doy Gracias por los sacerdotes santos que hay en nuestra Iglesia Madre y Santa que son muchisimos....

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho leer esto, no porque no lo sepa, no, mas bien porque disfruto de ver reflejada la verdad siempre y escrita parace que la saboreas más a gusto.

Un saludo

Miriam dijo...

GEnial expresado¡¡
Un millón de gracias a los sacerdotes por su primer sí, y por todos los que renuevan su entrega día a día.
Rezo por ellos
Gracias ¡¡