"¡Qué bondad tan grande reservas Señor para tus fieles!"
Muy querido D. José y David Casas, hermanos sacerdotes, queridos Daniel, Manuel seminaristas, queridos monaguillos y queridos sonsecanos y casalgordeños, y hermanos todos en el Señor.
¡Qué bondad tan grande reservas para tus fieles! Esta antífona de comunión de la Misa de hoy expresa lo que dentro de mi pobre corazón de sacerdote se da al dirigirme hoy por penúltima vez (porque nunca se puede decir que sea la última) a vosotros mis queridos hijos que durante casi dos años me habéis tenido que aguantar y soportar en tantas actividades.
Pensando hace ya varias semanas qué debería deciros en esta tarde al tener que dejaros con todo el dolor de mi corazón, la verdad es que me ha resultado muy difícil no porque uno no sepa qué decir sino porque le sabe a poco, porque es tanto lo que ha de agradecer que decir gracias es estrecho, me siento incapaz de saber agradeceros todo lo que he p odido recibvir de vosotros a lo largo de este minsiterio, es como si quisiera meter, tomo ejemplo de S. Agustín, todo el océano en un pobre agujero, todo lo que quiero transmitiros en una pobre palabra: Gracias. A esto se unen muchos sentimientos encongtrados: dar gracias, pero con una gran ttristeza en el corazón, mostrarme alegre por haber podido estar con vosotros, pero a la vez triste por tener que dejaros. Por lo que sólo se me ocurre una manera de poder agradecéroslo y es con lo más grande que tengo, La Eucaristái, de ofrecer la Santa Misa por vosotros, en acción de gracias a Dios por haberme concedido poder estrenar mi ministerio y desarrollarlo durante casi dos años entre vosotros. Gracias de corazón.
Ayer, mientras se bailaba la bandera y se cantaba el himno a la Virgen de los Remedios, me venían a la mente dos ideas que ahora quisiera compartir con vosotros y en las que espero ser breve, sobre todo por los seguidores del equipo filial del Atleti, el Real Madrid. Al bailar la bandera que lleva inscrita la imagen de nuestra Patrona, hay un pase en el cual quien la baila se la pasa de una mano a otra, tapándose la cara con la bandera, pero al mismo tiempo mostrando a los demás la imagen de la Virgen. Pues bien, esto me iluminaba para intentar expresar lo que he intentado fuera mi ministerio entre vosotros, porque el sacerdote porta en sí no una bandera, sino los dones de la gracia de Dios, e intenta usarlos siempre de la mejor manera posible, pero a quien se tiene que ver no es a fulanito o menganito, sino al mismo Cristo, al igual que al bailar la bandera en el apse ya referido no se ve la cara de quien la baila sino la imagen de la Virgen. Así el sacerdocio, no se tien que ver quién la baila, quien lo ejerce, sino el único que merece la pena y a quien toda rodilla se ha de doblar: Nuestro Señor Jesucristo.
La segunda idea viene en el himno. Cantamos a la Virgen "De Sonseca es Madre amante la misma Madre de Dios, por eso yo cada instante le entrego mi corazón y la suplico anhelante, que me lleve de sí en pos", cada instante le entrego mi corazón, es decir, mi ser, incluida mi voluntad. Y eso es el sacerdote, hombre que ha entregado a Dios todo su ser, toda su voluntad, no es suya, sino de Dios y a El le pertenece. Por eso el sacerdote promete obediencia porque ya no se sabe suyo sino de Dios y quiere hacer lo que El le pida. Al enterarme del cambio tened por seguro que no ha sido fácil aceptarlo, de hecho una de las oraciones que más me costaba rezar era el Padre Nuestro (hágase tu voluntad), pero resonaban en mi corazón las palabras que un 6 de Julio de 2008, a las 12:50 aproximadamente se me preguntaban ¿prometes respeto y obediencia a mi y a mis sucesores? Y esto es lo que ahora me toca, llevar a cabo lo que prometí.
Pero he de reconocer que gracias a esta obediencia un 31 de Agosto de 2008 dios me regalaba mi comunidad de Sonseca, mi querida Parroquia. Por ello quiero darle gracias a Dios y a vosotros. Doy gracias a Dios por el don del sacerdocio, el mayor don que ningún hombre puede recibir jamás. Gracias a la Virgen María pro haberme protegido y acompañado durante estos dos años. Gracias por concederme estrenar mi ministerio aquí en Sonseca.
Gracias también a Ud. D. José cuya labor oculta y silenciosa se muestra fructífera. Gracias por haber sido para conmigo como un padre, callado, paciente con las novatadas de este sacerdote recién estrenado, comrpensivo sobre todo con los estudios en Toledo, antento siempre en todo y a todas las necesidades. Gracias a D. David casas por su acompañamiento en estos años. Me acogiste como a un hermano y así me he podido sentir, gracias por tus atenciones, consejos, acompañamiento. Gracias a D. Primitivo y D. Martín que son un ejemmplo de entrega hasta el final. Perdón a vosotros mis hermanos sacerdotes por las faltas que haya podido tener para con vosotros, orgullos, incomprensiones, flaquezas, perdón de todo corazón.
Dar también las gracias por los seminaristas que son siempre un aliciente en la tarea del sacerdote. Dios se ha querido mostrar generoso de nuevo regalando a esta parroquia una nueva vocación, Pablo. Seguid adelante chicos, con al mirada puesta no en el mundo sino en Cristo que es quien os ha llamado y llenaros de su amor para luego pdoer darlo a los demás. Gracias a los monaguillos y a los ayudantes de sacristía Carlos y Domingo, por vuestro cuidado de todas las cosas en relación al trato con el Señor, por vuestra compañía y cariño fraterno.
Quisiera daros las gracias a todos de corazón, pero comprenderéis que no pueda ir nombrandoos uno por uno, porque se haría eterno, pero a todos os tengo dentro guardo muchos recuerdos maravillosos de todos. Gracias al Ayuntamiento que ayer me hacía entrega del monumento y que en cierta medida os representa a todos vosotros, gracias de todo corazón por vuestra cercanía y cariño. Antser de venir por primera vez a Sonseca, un hombre de mi Parroquia me decía muy contento: "me alegro de que vayas a solnseca, allí hay muy buena gente". Pues bien ahora no sólo es algo que me hayan dicho, sino que he vivido en primera persona. Desde el primer momento me he sentido querido y amado por vosotros, no me he sentido extraño sino que siempre me habéis acogido como auno más de la familia, abriéndome las puertas de vuestras casas y familia, conversando sobre problemas, confiando secretos... gracias por vuestro cariño y amor, Dios os lo pague. De manera especial quisiera dar las gracias a los enfermos y ancianos que he podido visitar, perdón por no haber tenido la suficiente atención y gracias por vuestra hospitalidad. Acordáos de ofrecer vuestros dolores y soledades al Señor por la santificación de este poñbre sacerdote. Gracias a los miembros de las distintas secciones de Acción Católica, vuestra disponibilidad a cualquier actividad de la Parroquia es signo de gran amor a la Iglesia. Seguid siempre en unión a los obispos, y con gran ilusión, sin pesismismos, sabiendo que la obra es de Dios y no nuestra. Gracias a los matrimonios por vuestra generosidad y con quien hemos compartido no sólo ceremonia de boda, sino cursillos y amistad. Gracias a las dos compañías de alabarderos que he acompañado en estos dos años, la de Juanma y la de Miguel Angel Gracias por vuestar acogida inmediata y cariño manifiesto: la Virgen de los Remedios os lo premie.
Gracias también a los distintos grupso que configuráis la pastoral de la parroquia: consejo económico, grupo Magnificat, patronato, cofradías y hermandades, grupo de limpieza, Adoración nocturna, catequistas, coros parroquiales que animáis las distintas celebraciones litúrgicas embelleciéwndolas con vuestros cantos. Sin vuestra labor la parroquia se vería gravemente resentida. Graciaspo rlos cuidados que habéis tenido para con el Señor y para con mi persona. Dios sabrá premiároslo.
Gracias a todos vosotros también de parte de mis padres, porque ellos bien lo saben y han notado vuestro cariño y afecto y sabían bien que su hijo quedaba a buen recaudo.
Gracias a todos por vuestra disponibilidad para cualquier cosa, incluso para la mudanza. Tan sólo una petición y ya estaba todo hecho y no faltaba gente. Gracias de corazón.
Y no penséis que me he olvidado de dos grupos que he deseado dejar al final: mis niños y mis jóvenes. Mis queridos niños, nunca jamás estaré lo suficientemente agradecido al Señor por haberme dado el privilegio de poder acompañaros en este tiempo, en tantas actividades: coro parroquial, catequesis, semana de la infancia, convivencias, campamentos. Gracias por vuestra dulzura, cercanía, sencillez e inocencia. Nunca, nunca la perdáis. Para mi habéis sido un regalazo del Señor y le estaré eternamente agradecido por ello. ahora no nos unirá la presencia física, pero si la espiritual. Por eso cuando el sacerdote eleve la hostia consagrada sabed que al otro lado, yo estaré, y también cuando yo la eleve sabré que vosotros os encontráis al otro lado. Gracias porque habéis sido para mi un regalazo del Señor. No me voy porque no os quiera, no sino por obediencia. Y tened por seguro que una de las cosas que más me cuesta dejar de Sonseca sois vosotros. Gracias por los campamentos, y aquí introduzco a las mamás margaritas, seguid trabajando por ellos y adelante.
Gracias también a los jóvenes, muchos monitores de campamentos; en Sonseca el concepto jóven es muy amplio, abarca desde los jóvenes que se preparan a la Confirmación, como los de Post, como los de Post-Post, así hasta los matrimonios. Gracias por vuestra perseverancia, por haber compartido tantas cosas: convivencias, campamentos desde vuetra figura de monitor, oraciones, etc. Sois el futuro de Sonseca, seguid amando a Cristo y a su Iglesia.
Perdón si a alguien lo he dejado fuera, que se siente incluido en alguno de estos grupos porque ese es mi deseo. A tgodos os llevo en el corazón. A todos gracias y perdón por todos mis defectos y deficiencias, orgullos o soberbias, si en algo os he podido resultar escandaloso os ruego perdón y lo borréis de vosotros y os lleve a pedir más por mi. Sigamos trabajdno unidos por el Reino de Dios. Gracias por estos dos años, Dios os pague todos los beneficios recibidos.
Ahora marcho a Roma, allí estaré para lo que necesitéis. Os llevo en el corazón."
Muy querido D. José y David Casas, hermanos sacerdotes, queridos Daniel, Manuel seminaristas, queridos monaguillos y queridos sonsecanos y casalgordeños, y hermanos todos en el Señor.
¡Qué bondad tan grande reservas para tus fieles! Esta antífona de comunión de la Misa de hoy expresa lo que dentro de mi pobre corazón de sacerdote se da al dirigirme hoy por penúltima vez (porque nunca se puede decir que sea la última) a vosotros mis queridos hijos que durante casi dos años me habéis tenido que aguantar y soportar en tantas actividades.
Pensando hace ya varias semanas qué debería deciros en esta tarde al tener que dejaros con todo el dolor de mi corazón, la verdad es que me ha resultado muy difícil no porque uno no sepa qué decir sino porque le sabe a poco, porque es tanto lo que ha de agradecer que decir gracias es estrecho, me siento incapaz de saber agradeceros todo lo que he p odido recibvir de vosotros a lo largo de este minsiterio, es como si quisiera meter, tomo ejemplo de S. Agustín, todo el océano en un pobre agujero, todo lo que quiero transmitiros en una pobre palabra: Gracias. A esto se unen muchos sentimientos encongtrados: dar gracias, pero con una gran ttristeza en el corazón, mostrarme alegre por haber podido estar con vosotros, pero a la vez triste por tener que dejaros. Por lo que sólo se me ocurre una manera de poder agradecéroslo y es con lo más grande que tengo, La Eucaristái, de ofrecer la Santa Misa por vosotros, en acción de gracias a Dios por haberme concedido poder estrenar mi ministerio y desarrollarlo durante casi dos años entre vosotros. Gracias de corazón.
Ayer, mientras se bailaba la bandera y se cantaba el himno a la Virgen de los Remedios, me venían a la mente dos ideas que ahora quisiera compartir con vosotros y en las que espero ser breve, sobre todo por los seguidores del equipo filial del Atleti, el Real Madrid. Al bailar la bandera que lleva inscrita la imagen de nuestra Patrona, hay un pase en el cual quien la baila se la pasa de una mano a otra, tapándose la cara con la bandera, pero al mismo tiempo mostrando a los demás la imagen de la Virgen. Pues bien, esto me iluminaba para intentar expresar lo que he intentado fuera mi ministerio entre vosotros, porque el sacerdote porta en sí no una bandera, sino los dones de la gracia de Dios, e intenta usarlos siempre de la mejor manera posible, pero a quien se tiene que ver no es a fulanito o menganito, sino al mismo Cristo, al igual que al bailar la bandera en el apse ya referido no se ve la cara de quien la baila sino la imagen de la Virgen. Así el sacerdocio, no se tien que ver quién la baila, quien lo ejerce, sino el único que merece la pena y a quien toda rodilla se ha de doblar: Nuestro Señor Jesucristo.
La segunda idea viene en el himno. Cantamos a la Virgen "De Sonseca es Madre amante la misma Madre de Dios, por eso yo cada instante le entrego mi corazón y la suplico anhelante, que me lleve de sí en pos", cada instante le entrego mi corazón, es decir, mi ser, incluida mi voluntad. Y eso es el sacerdote, hombre que ha entregado a Dios todo su ser, toda su voluntad, no es suya, sino de Dios y a El le pertenece. Por eso el sacerdote promete obediencia porque ya no se sabe suyo sino de Dios y quiere hacer lo que El le pida. Al enterarme del cambio tened por seguro que no ha sido fácil aceptarlo, de hecho una de las oraciones que más me costaba rezar era el Padre Nuestro (hágase tu voluntad), pero resonaban en mi corazón las palabras que un 6 de Julio de 2008, a las 12:50 aproximadamente se me preguntaban ¿prometes respeto y obediencia a mi y a mis sucesores? Y esto es lo que ahora me toca, llevar a cabo lo que prometí.
Pero he de reconocer que gracias a esta obediencia un 31 de Agosto de 2008 dios me regalaba mi comunidad de Sonseca, mi querida Parroquia. Por ello quiero darle gracias a Dios y a vosotros. Doy gracias a Dios por el don del sacerdocio, el mayor don que ningún hombre puede recibir jamás. Gracias a la Virgen María pro haberme protegido y acompañado durante estos dos años. Gracias por concederme estrenar mi ministerio aquí en Sonseca.
Gracias también a Ud. D. José cuya labor oculta y silenciosa se muestra fructífera. Gracias por haber sido para conmigo como un padre, callado, paciente con las novatadas de este sacerdote recién estrenado, comrpensivo sobre todo con los estudios en Toledo, antento siempre en todo y a todas las necesidades. Gracias a D. David casas por su acompañamiento en estos años. Me acogiste como a un hermano y así me he podido sentir, gracias por tus atenciones, consejos, acompañamiento. Gracias a D. Primitivo y D. Martín que son un ejemmplo de entrega hasta el final. Perdón a vosotros mis hermanos sacerdotes por las faltas que haya podido tener para con vosotros, orgullos, incomprensiones, flaquezas, perdón de todo corazón.
Dar también las gracias por los seminaristas que son siempre un aliciente en la tarea del sacerdote. Dios se ha querido mostrar generoso de nuevo regalando a esta parroquia una nueva vocación, Pablo. Seguid adelante chicos, con al mirada puesta no en el mundo sino en Cristo que es quien os ha llamado y llenaros de su amor para luego pdoer darlo a los demás. Gracias a los monaguillos y a los ayudantes de sacristía Carlos y Domingo, por vuestro cuidado de todas las cosas en relación al trato con el Señor, por vuestra compañía y cariño fraterno.
Quisiera daros las gracias a todos de corazón, pero comprenderéis que no pueda ir nombrandoos uno por uno, porque se haría eterno, pero a todos os tengo dentro guardo muchos recuerdos maravillosos de todos. Gracias al Ayuntamiento que ayer me hacía entrega del monumento y que en cierta medida os representa a todos vosotros, gracias de todo corazón por vuestra cercanía y cariño. Antser de venir por primera vez a Sonseca, un hombre de mi Parroquia me decía muy contento: "me alegro de que vayas a solnseca, allí hay muy buena gente". Pues bien ahora no sólo es algo que me hayan dicho, sino que he vivido en primera persona. Desde el primer momento me he sentido querido y amado por vosotros, no me he sentido extraño sino que siempre me habéis acogido como auno más de la familia, abriéndome las puertas de vuestras casas y familia, conversando sobre problemas, confiando secretos... gracias por vuestro cariño y amor, Dios os lo pague. De manera especial quisiera dar las gracias a los enfermos y ancianos que he podido visitar, perdón por no haber tenido la suficiente atención y gracias por vuestra hospitalidad. Acordáos de ofrecer vuestros dolores y soledades al Señor por la santificación de este poñbre sacerdote. Gracias a los miembros de las distintas secciones de Acción Católica, vuestra disponibilidad a cualquier actividad de la Parroquia es signo de gran amor a la Iglesia. Seguid siempre en unión a los obispos, y con gran ilusión, sin pesismismos, sabiendo que la obra es de Dios y no nuestra. Gracias a los matrimonios por vuestra generosidad y con quien hemos compartido no sólo ceremonia de boda, sino cursillos y amistad. Gracias a las dos compañías de alabarderos que he acompañado en estos dos años, la de Juanma y la de Miguel Angel Gracias por vuestar acogida inmediata y cariño manifiesto: la Virgen de los Remedios os lo premie.
Gracias también a los distintos grupso que configuráis la pastoral de la parroquia: consejo económico, grupo Magnificat, patronato, cofradías y hermandades, grupo de limpieza, Adoración nocturna, catequistas, coros parroquiales que animáis las distintas celebraciones litúrgicas embelleciéwndolas con vuestros cantos. Sin vuestra labor la parroquia se vería gravemente resentida. Graciaspo rlos cuidados que habéis tenido para con el Señor y para con mi persona. Dios sabrá premiároslo.
Gracias a todos vosotros también de parte de mis padres, porque ellos bien lo saben y han notado vuestro cariño y afecto y sabían bien que su hijo quedaba a buen recaudo.
Gracias a todos por vuestra disponibilidad para cualquier cosa, incluso para la mudanza. Tan sólo una petición y ya estaba todo hecho y no faltaba gente. Gracias de corazón.
Y no penséis que me he olvidado de dos grupos que he deseado dejar al final: mis niños y mis jóvenes. Mis queridos niños, nunca jamás estaré lo suficientemente agradecido al Señor por haberme dado el privilegio de poder acompañaros en este tiempo, en tantas actividades: coro parroquial, catequesis, semana de la infancia, convivencias, campamentos. Gracias por vuestra dulzura, cercanía, sencillez e inocencia. Nunca, nunca la perdáis. Para mi habéis sido un regalazo del Señor y le estaré eternamente agradecido por ello. ahora no nos unirá la presencia física, pero si la espiritual. Por eso cuando el sacerdote eleve la hostia consagrada sabed que al otro lado, yo estaré, y también cuando yo la eleve sabré que vosotros os encontráis al otro lado. Gracias porque habéis sido para mi un regalazo del Señor. No me voy porque no os quiera, no sino por obediencia. Y tened por seguro que una de las cosas que más me cuesta dejar de Sonseca sois vosotros. Gracias por los campamentos, y aquí introduzco a las mamás margaritas, seguid trabajando por ellos y adelante.
Gracias también a los jóvenes, muchos monitores de campamentos; en Sonseca el concepto jóven es muy amplio, abarca desde los jóvenes que se preparan a la Confirmación, como los de Post, como los de Post-Post, así hasta los matrimonios. Gracias por vuestra perseverancia, por haber compartido tantas cosas: convivencias, campamentos desde vuetra figura de monitor, oraciones, etc. Sois el futuro de Sonseca, seguid amando a Cristo y a su Iglesia.
Perdón si a alguien lo he dejado fuera, que se siente incluido en alguno de estos grupos porque ese es mi deseo. A tgodos os llevo en el corazón. A todos gracias y perdón por todos mis defectos y deficiencias, orgullos o soberbias, si en algo os he podido resultar escandaloso os ruego perdón y lo borréis de vosotros y os lleve a pedir más por mi. Sigamos trabajdno unidos por el Reino de Dios. Gracias por estos dos años, Dios os pague todos los beneficios recibidos.
Ahora marcho a Roma, allí estaré para lo que necesitéis. Os llevo en el corazón."
David Sánchez Ramos, sacerdote.
7 comentarios:
Deseamos de todo corazón que D David siga como hasta ahora los caminos del Señor, que sea barro en sus manos,para mayor gloria de Dios.
Gracias por estos dos años de tu vida entregados en esta parroquia, que nuestra madre de los remedios te cuide y acompañe siempre...
Yo quiero un cura así en mi ciudad. Lo llevaré en mis oraciones. Un saludo
Gracias David por tu entrega generosa en nuestra Parroquia durante estos dos años. Has sido un cauce precioso del Amor y la misericordia de Dios hacia cada uno de nosotros. Te vas, pero te quedas para siempre en nuestros corazones. No dudes que esta será también para ti, y para siempre tu casa, nuestra casa. Un abrazo muy fuerte
Pili
Mil gracias David.
Cuando me enteré de la noticia sentí pena. Pena por tu partida y pena, concordamos mi mujer y yo, por no haberte conocido más. Tan sólo coincidimos contigo en misas, confesiones, en alguna ocasión en el despacho parroquial, en la calle.
El sábado 28 hablábamos sobre tu despedida con un cura amigo de Toledo y me decía: " David, que buen sacerdote es. Mucha gente de Sonseca me ha hablado muy bien de él. Tanto gente que va, como gente que no va a misa. Ese es el mejor termómetro. "
Es verdad David, eres grande. El Señor te ha hecho grande.
Gracias por tu sencillez, amabilidad. Nunca cuando nos saludamos por la calle te faltó una sonrisa. Gracias por el gesto de tierna acogida en las confesiones.
Nos emocionaste en tu despedida y aún hoy trago saliva al leerlo para contenerme.
Pido a Nuestra Señora de los Remedios que te guíe en tu nueva singladura.
Un fuerte abrazo de unos jóvenes sonsecanos y no olvides que en Sonseca tienes tu casa.
Querido David,
Durante estos dos años que has compartido con nosotros, nos has dejado mil razones por las que tenemos que estar agradecidos, entre otras, tu sencillez, tu amabilidad, tus sonrisas que nunca faltan y tanto reconfortan, pero yo quisiera resaltar una: tu extraordinaria labor con nuestros niños. Porque la educación cristiana por parte de los padres es primordial, pero la del sacerdote también es muy importante. Como madre que soy, ¿cómo no estar agradecida por todas las cosas que he visto en mi hijo mientras has estado a su lado? Su cara de alivio y alegría después de confesar contigo, su cara de satisfacción cuando le dabas la comunión, su cara de paz y amor después de los ratos de oración contigo, sus ojos que se iluminaban cuando se cruzaba contigo por la calle y le decías algo, su felicidad a la vuelta de los campamentos por haber estado más cerca de Dios gracias a tí y a los monitores, sus ganas de ser monaguillo, y ahora su tristeza porque ya no estás. El día que se enteró de que te ibas, con los ojos llenos de lágrimas, me preguntó: ¿Y ahora qué? Cuando le pregunté qué quería decir, me dijo: ¿Quién me va a ayudar, quién me va a guiar? He intentado explicarle que, como bien dijiste en tu despedida, a quien se tiene que ver no es al sacerdote, sino al mismo Cristo. Pero le cuesta mucho, todavía llora mucho tu partida, pero sé que con el tiempo lo entenderá.
Gracias por todo el amor que le has dado, por haber sabido guiarle y acercarle más a Nuestro Señor Jesucristo. Y este don tan maravilloso que Dios de ha dado, este don con los niños, no lo desperdicies nunca, porque ellos te necesitan y ellos son el futuro.
Ten por seguro que permanecerás en nuestros corazones y no olvides que aquí en Sonseca tienes tu casa.
Que Nuestra Señora, La Virgen de los Remedios, te acompañe y te proteja en tu nueva misión.
David, tu paso por mi vida espiritual ha sido muy especial e indispensable, tu me has ayudado a crecer y a no olvidar que el Señor nos ama con locura y siempre está junto a nosotros.
Gracias a Dios por poner sacerdotes como tu junto a nosotros.
Simplemente dar las GRACIAS a Dios y a tí DAVID por estos 2 años q as estado con nosotros! Simpre vas a tener aqui tu casa, y estoy seguro de que nunca te vas a olvidar de nosotros al igual que nosotros no nos vamos a olvidar nunca de ti! GRACIAS!!!
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