miércoles, 14 de julio de 2010

ESCRITO EN LAS BOTAS

El futbol nos invade y con él, nos llegan también detalles de las vidas de los que han hecho posible el triunfo de España. Reproducimos una entrevista publicada en "Camina y Ven" y que tiene al jugador Jesús Navas y a su fe como protagonistas.
Aquel chico menudo, de mirada penetrante, “capaz de regatear hasta los charcos” (frase acuñada por su descubridor Pablo Blanco), víctima de varios episodios de crisis de ansiedad que le obligaron a detenerse y recibir tratamiento psicológico, es hoy uno de los 23 elegidos por Del Bosque para representar a España en el Mundial. Jesús Navas, el duende de Los Palacios, es uno de los mejores extremos del fútbol europeo y el Real Madrid de Mourinho suspira por él. La Copa del Rey ha sido el colofón a una excelente temporada con el Sevilla, aunque su victoria más decisiva y trascendente se produjo el año pasado cuando se calzó las botas en las que figura el mensaje “Dios es amor” y debutó con la Selección. Fue el principio del fin, la confirmación de que sus problemas eran historia y un paso adelante mucho más complicado que el del resto de seleccionados. De una religiosidad profunda (su familia pertenece al Camino neocatecumenal), Navas habló con sinceridad en LA GACETA desvelando algunas de sus sensaciones como futbolista y como persona. Otras, se las guarda.
-Su camino para estar en la Selección española no ha sido sencillo. ¿Se lo termina de creer?
-Siempre han podido más las ganas de estar aquí que cualquier otra cosa. Para mí lo máximo es llegar a jugar en la Selección y estar con este grupo me llena de satisfacción.
-¿Cómo superó el duro trance de las crisis de ansiedad?
-Tomándome las cosas con tranquilidad. Eso es lo que también hago ahora. En mi cabeza siempre ha estado la idea de ganar aunque el principal objetivo es disfrutar del fútbol. Es cierto que pasas malos momentos, pero con ganas y esfuerzo se superan. Además está la familia y mi novia, que me ayudan.
-¿Cómo definiría su estado actual?
-Me siento muy feliz. Ahora bien, sé que debo digerir los acontecimientos con normalidad.
-Dicen que aún le sigue imponiendo un micrófono, las entrevistas…
-¡Hombre! Cada vez vas adquiriendo más experiencia y tratas de asimilarlo bien. Es algo que viene ligado con el fútbol y tienes que afrontarlo.
-¿Cómo se ve en la Selección, con los mejores?

Muy a gusto, ésa es la verdad. Mi objetivo desde pequeño cuando jugaba al fútbol era llegar a la Selección y es el sueño que por fin he alcanzado.
-Todo empezó regateando charcos en Los Palacios…
-(Risas) Era muy pequeño y ese día había llovido. Dijeron eso, pero tenía que utilizar mis recursos con gente más fuerte que yo. Siempre buscaba irme del contrario en velocidad porque es algo innato.
-¿Qué tiene Los Palacios que no tenga el resto?
-Las sandías (risas) y los tomates. ¡Ah¡ y Manuel Orta, el artista flamenco.
-¿Tan importante es Dios en su vida?
-Por supuesto. Dios es el que me da su ayuda y fuerzas para todo. Las ganas las pongo yo, pero Dios lo es todo. Por eso grabé en las botas ‘Dios es amor’.
-Navas, la revolución de la Selección.
-Me gusta crear peligro por la banda y llegar a gol con claridad.
-El Madrid le quiere y Del Nido dice que costará sangre, sudor y lágrimas dejar el Sevilla…
-Mi mente sólo está en la Selección. Para mi futuro están mis representantes.
-Santo y seña del Sevilla.
-Ganar este título ha sido increíble para todos.

1 comentario:

Efrén dijo...

"Las ganas las pongo yo, pero Dios lo es todo"

Me encnata esta frase. Creo que la usaré en catequesis el año que viene. Gracias por colgar la entrevista