martes, 23 de febrero de 2010

UNA CAMPAÑA QUE HA FUNCIONADO


La campaña estadounidense 40 días por la vida salva miles de vidas, también de abortistas
«Funciona, yo estoy aquí»
Cientos de miles de americanos, convencidos de que para ganar la batalla por la vida hay que poner la fe en acción, celebran desde ayer una nueva edición de 40 días por la vida, una campaña de oración, ayuno y testimonio que, en apenas seis años, ha causado un gran impacto. Sus frutos son un ejemplo del poder de la oración
960 horas ininterrumpidas de oración en la calle: de día y de noche, a veces con temperaturas bajo cero, con lluvia o nieve, aguantando el viento, o lo que toque. Y no en un único lugar, sino en 165 localidades de todo Estados Unidos, además de en algunos lugares de Canadá, Australia e Irlanda del Norte y, aunque con fechas algo distintas, en Iberoamérica. Y todo ello surgido de una convicción firme: la oración es la principal arma para acabar con el aborto. Ayer, Miércoles de Ceniza, comenzó en América del Norte una nueva edición de la campaña 40 días por la vida, que se celebra dos veces al año: en otoño y durante la Cuaresma. La base de la campaña es la oración, acompañada de alguna forma de ayuno o renuncia, ya sea absteniéndose de comer algo en concreto, o dedicando a la oración el tiempo que se pasa, por ejemplo, viendo la televisión o navegando por Internet. Esto -insisten los organizadores- se puede hacer desde cualquier lugar. Sin embargo, también es muy importante el testimonio que supone que se vea rezar frente a centros abortistas, a la vez que se intenta asesorar y ofrecer ayuda a las mujeres que acuden a ellos. No es la única campaña provida basada en la oración que se celebra en Estados Unidos, pero en menos de tres años se ha convertido en la principal. Los primeros 40 días por la vida nacieron en una localidad de Texas en 2004, como resultado de la oración de un grupo provida. En unas semanas, se convocó a mil personas, y los abortos descendieron un 28%. Durante los dos años siguientes, un puñado de comunidades de otros lugares copiaron la idea, y desde 2007 tiene lugar una campaña coordinada a nivel nacional, que cada vez atrae a un número mayor de personas y comunidades, y ha conseguido salvar a más de 2.000 niños.Sin embargo, el fruto que ha tenido más eco en nuestro país fue la conversión a la causa provida, el pasado otoño, de doña Abby Johnson, directora de un centro abortista, tras ver un aborto a través del ecógrafo. El centro que dirigía se encuentra en la misma localidad tejana donde nació la campaña. «Los 40 días por la vida funcionan, porque yo estoy aquí», afirmó en un testimonio pocas semanas después. Otro signo de éxito es la reacción de los propios centros abortistas, que, además de insultar a las personas concentradas y boicotear a alguna empresa local que los apoyaba, han acusado a los provida de coacción y han citado la campaña como uno de los principales motivos para pedir leyes que les impidan acercarse demasiado a sus centros.
Un proyecto ecuménico
Desde su inicio, las comunidades cristianas, tanto católicas como protestantes, han sido uno de sus principales motores de esta iniciativa. Como mínimo, se anuncia en ellas la campaña para que los feligreses participen a nivel individual, pero en muchos otros casos las mismas comunidades se reparten los días y se comprometen a que sus feligreses -y pastores- cubran todos los huecos. No han faltado, incluso, algunos obispos y arzobispos católicos que han acudido a acompañar a las personas congregadas ante los centros abortistas. «La gente está poniendo su fe en acción justo allí donde vive», ha explicado a los medios don David Bereit, Director nacional de la campaña, que ve precisamente en ello la causa del «cambio a favor de la vida que se está empezando a producir. Muchos nos han dicho que las campañas eran un nuevo comienzo para los esfuerzos locales en defensa de la vida, que seguirán salvando vidas independientemente de quién gobierne». Se refería al Presidente Obama, con cuya victoria hace más de un año «se perdió una batalla política. Pero se han ganado cientos de vidas. Estoy convencido de que esas victorias tendrán mucho más impacto».
M.M.L.
Los 40 días en cifras...
En las campañas 40 días por la vida realizadas hasta ahora, más de 300.000 personas han rezado en 678 lugares de 282 localidades de Estados Unidos. Esas personas procedían, en gran medida, de más de 9.500 comunidades cristianas. Como resultado directo de su presencia, 2.168 madres -que se sepa- decidieron no abortar, 27 trabajadores de centros abortistas han dejado su trabajo y cinco abortorios donde se rezaba han cerrado permanentemente.
... y lo más destacado según los participantes:
* «La fidelidad de Dios.
Nada es imposible para Él. Y la fidelidad de la gente que defiende a los más débiles».
«Ver a una joven dejar el centro porque nuestro asesor la convenció de que el aborto era la opción equivocada».
«La esperanza renovada de que el aborto acabará en nuestro país, porque cada vez hay más gente implicada».
* «Enseñar a nuestros hijos a ser testigos de la verdad, también con miedo o en situaciones incómodas».
«Había días de un tiempo espantoso y la gente permanecería allí».
* «En alguna medida he podido enmendar el haber ayudado a una pariente a abortar hace años».
* «Llevar a mis alumnos de Religión a rezar y ver que lo entienden».
Alfa y Omega

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