miércoles, 4 de marzo de 2009

EN EL AÑO DE S. PABLO



MI VIDA ES CRISTO
Hacia el año 56 el apóstol Pablo estaba recluido en la oscura cárcel de Éfeso, capital griega de la belleza y la estética.En el largo silencio del día y en el letargo de las noches que no terminan, reflexiona su pasado, considera su presente y vislumbra el futuro.Mientras la tenue luz de la vela parece extinguirse, se pregunta: ¿Ha valido la pena lo que dejé en el judaísmo? ¿Qué hago hoy aquí, o acaso no podría estar mejor? ¿Sigo adelante, sabiendo lo que me espera?

Mirando el pasado, se pregunta:- Hace ya unos 20 años que abandoné el judaísmo que me ofrecía todo tipo de seguridades y ventajas. ¿Ha valido la pena?- Dejé una religión milenaria con sólidas tradiciones, que tenía culto, profetas y jerarquía, a cambio de un incipiente grupo que parece secta. ¿Ha valido la pena?- Renuncié a la Ley como medio de salvación y al Templo para creer en un tal Jesús, muerto y resucitado, como único mediador entre Dios y los hombres. ¿Ha valido la pena?- Mi vida está tejida con éxitos y fracasos: Milagros, curaciones y hasta resurrecciones de muertos. Abundantes conversiones. Visiones y revelaciones. Incluso, fui arrebatado hasta el tercer cielo. En Licaonia me confundieron con un dios y Tértulo me identificó como el jefe principal de la secta de los Nazareos. Problemas con las autoridades civiles y religiosas, así como con la jerarquía de los judíos y de los cristianos. Sufro ya mi quinto encarcelamiento. Robos y asaltos, naufragios en alta mar, traiciones de los falsos hermanos y soledades. Me han considerado una peste que debe desaparecer de este mundo. ¿Ha valido la pena? - El Supremo Sanedrín me otorgaba cartas de recomendación; en cambio, en el cristianismo me hacen sentir un abortivo, porque el Cuerpo de Cristo no me asimila. ¿Ha valido la pena?- En el judaísmo era tan admirado como temido. En cambio, los Filipenses me aman y los Gálatas están dispuestos a entregarme sus ojos. ¿Ha valido la pena?

Considerando el presente, se cuestiona:- Saboreo el vino de la amistad incondicional de Aquila y Priscila. Lucas nunca me ha abandonado, ni en la cárcel. Pero también experimento el amargo néctar de la traición y el olvido. ¿Estoy satisfecho?- Antes, yo era reconocido por las autoridades religiosas de Jerusalén, mientras que en el cristianismo hasta los Apóstoles cuestionan mi ministerio. ¿Estoy satisfecho?- Santiago se opone radicalmente a mi visión del plan de salvación. ¿Estoy satisfecho?Vislumbrando el futuro, se interroga:- Mi futuro también está en juego, pues podría evitarme tantos contrastes si abandono la carrera. ¿Sigo adelante?- Hacía veinte años yo no sabía lo que me esperaba, Ahora ya no hay engaño. Pero puedo evitarlo, si desisto. Debo tomar una decisión vital. ¿Sigo adelante?- Apenas tengo unos 50 años, puedo rehacer mi vida. ¿Sigo adelante?

Pablo, encadenado por Cristo, no ofrece una respuesta automática, sino reflexionada y sedimentada. Diseminada a lo largo de la carta escrita desde esta prisión a los Filipenses, encontramos su respuesta en varias frases. Pero tal vez la síntesis sea su confesión que escribe con sus manos encadenadas:
¡Mi vida es Cristo y la muerte una ganancia!: Flp 1, 21.
¿Qué significa esto? Delinearemos las pautas a lo largo de seis temas durante los próximos meses y al final, vamos a encontrar una respuesta más rica que un simple “sí”.

Este intransigente fariseo tuvo que experimentar saltos cuantitativos, tanto en la mente como en la vida para trasformarse en Apóstol de los Gentiles. Su metamorfosis no fue automática ni instantánea, pero sí profunda y permanente. Cambio lento, pero sin pausas. Transformación definitiva e integral. Ciertamente no negociable. Ni un ángel venido del cielo lo podría ya alterar. Este proceso sustancial abarca varios campos en diferentes aspectos:


CINCO CAMBIOS DE SAULO

De la noción del Dios del Antiguo Testamento, al Dios revelado por Jesús.
De la visión judaica, que el hombre se podía salvar por el cumplimiento de la Ley, al hombre que es incapaz de cumplirla, pero donde abunda el pecado sobreabunda la gracia de Dios.
El Jesús que antes catalogaba de maldito y hereje, se transforma en Dios Bendito, Señor, Único Mediador e Hilasterion.
Cambia su enfoque del plan de salvación: Ahora es gratuita pero al mismo tiempo hay un itinerario para hacerla nuestra.
La nueva imagen de sí mismo.
Al final, llegaremos a percibir por qué para Pablo la muerte fue una ganancia.

Motivación y aplicación a nuestra vida

Sin embargo, la meta no es imitar a Pablo, sino al Jesús de Pablo, hasta un día poder decir:Vivo, mas ya no vivo yo. Es Cristo quien vive en mí.Pablo se va a convertir en un espejo donde nos reflejemos a nosotros mismos. Si se atrevió a declarar: “Sean mis imitadores como yo soy de Cristo”, entonces estos cambios de Pablo de Tarso son un programa para nuestra vida. Por lo tanto, cada uno de nosotros ha de tener su Damasco. Lo maravilloso y esperanzador es que aquí y ahora puede ser tu Damasco a través de este conjunto de mensajes.Tenemos la oportunidad de experimentar algo parecido a lo que vivió Saulo de Tarso, porque fue Dios quien lo realizó en él. Y si lo hizo en él, lo puede repetir también en nosotros. Lo esencial hoy, no es si Cristo era la vida del Apóstol, sino si lo es para nosotros. Lo importante no es si la muerte fue una ganancia para el incansable predicador, sino también para cada uno de nosotros.

MI VIDA ES CRISTO, Y LA MUERTE UNA GANANCIA




Nos han enviado un resumen de la presentación de la Red Madre en Toledo.
Dejamos el enlace con la página de esta ONG para que podáis acceder a la información del nuevo centro abierto en Toledo.

Si pinchas sobre el bebé, se abre la página de Red Madre

2 comentarios:

Anónimo dijo...

... qué regalo fue San Pablo para todos nosotros.
Jo, y vamos a tener que esperar varios meses? ya estoy deseando leer esos 6 temas... pero ya puedo responder "Sí, vale la pena, sí, sigo adelante, hoy, mañana y cada día porque Jesús es el mismo ayer, hoy y SIEMPRE... es mi alimento y mi vida".
Flp 2,13: "Es Dios quien, más allá de vuestra buena disposición, realiza en vosotros el querer y el actuar".
Un fuerte abrazo y hasta pronto! Irene

Anónimo dijo...

Si de verdad pensásemos,e hiciesemos vida de este pensamiento,que mi vida es Cristo y la muerte una ganancia,seríamos completamente felices.Dejaríamos de tener miedo y de hacer preguntas.Un abrazo.M.ANGELES