viernes, 10 de mayo de 2013

SAN JUAN DE AVILA


Patrono del clero secular español, hoy le encomendamos a todos los sacerdotes, especialmente a los de nuestra Parroquia, a los que han pasado por ella y a los que son naturales de nuestro pueblo.


Nace en Almodóvar del Campo el seis de enero de 1499 o 1500. Es hijo único de Alonso Ávila y Catalina Gijón. Una familia cristiana de buena posición económica. 
En 1513 se traslada a Salamanca para estudiar Leyes en la Universidad. Permanece allí cuatro cursos. En 1517 abandona los estudios y regresa a casa de sus padres, donde hace vida retirada y de oración durante tres años. De esta forma, en 1520 marcha a la Universidad de Alcalá, donde estudia Artes y Teología, con el propósito de recibir la ordenación sacerdotal. Aquí establece amistad con D. Pedro Guerrero, futuro Arzobispo de Granada. Mueren sus padres.
Es ordenado sacerdote en 1526 celebrando la primera Eucaristía en la parroquia de Almodóvar del Campo. Durante la peregrinación, el visitante podrá orar justo en el lugar donde estaba el altar, señalado ahora con un relieve de bronce. Para festejar su ordenación sacerdotal, Juan de Ávila invitó a comer a doce pobres, vendió sus bienes, y los distribuyó entre los necesitados. Después de esto, marchó a Sevilla con la intención de embarcarse hacia México con el primer obispo de Tlaxcala.
Pero las cosas tampoco ahora serían como Juan las tenía pensadas, nunca llegaría a embarcar para ir a América. El arzobispo de Sevilla, sorprendido por la fe del santo, le invita a evangelizar Andalucía. Con el paso de los años sería llamado Apóstol de Andalucía.
Comenzó su ministerio con gran éxito en Écija, Lebrija y Alcalá de Guadaira. En 1530, en Écija, se convirtió la joven Doña Sancha Carrillo, a quien dirigirá los escritos del Audi, filia.
Como no era extraño en la época, en 1531 es denunciado a la Inquisición, siendo encarcelado en espera de juicio. El tiempo en prisión lo aprovechó para escribir la primera versión del Audi, Filia. El 16 de junio de 1533 es absuelto de los cargos de los que le acusaban, predicando con éxito notable ante los propios inquisidores en la Colegiata de El Salvador de Sevilla.
En 1534 se traslada a Córdoba, donde era Obispo fray Juan Álvarez de Toledo, O.P., y allí se incardina y de donde sería para siempre sacerdote diocesano. Allí conoce a fray Luis de Granada, con quien inició una profunda amistad.
Más tarde, en otoño de 1536, va a Granada, donde el arzobispo D. Gaspar de Ávalos le ofrece una canonjía magistral que, como otros cargos de más importancia, san Juan de Ávila no aceptó. 
El  20 de enero de 1537 predica en la ermita de San Sebastián, y convierte a Juan Ciudad (San Juan de Dios), vendedor de libros y aventurero portugués. Un año después, también en Granada, predica la Bula de la Cruzada. En las actas del Cabildo figura por primera vez con el título de “Maestro”, grado que debió conseguir poco antes. También en Granada funda el Colegio, después Seminario Conciliar, de San Carlos y, sin dejar la predicación ni la dirección espiritual, interviene en la fundación de los colegios de Santa Catalina, de los Abades y de San Miguel. Aquí san Juan de Ávila, junto al también manchego santo Tomás de Villanueva, es precursor de los Seminarios, lugares para la formación de sacerdotes que se instituirían oficialmente años más tarde, en el Concilio de Trento (1545-1563).
El 26 de mayo de 1539 predica en Granada en las honras fúnebres del cabildo a la Emperatriz Isabel, esposa de Carlos V. Aquí tiene lugar la conversión del Marqués de Lombay (San Francisco de Borja), que había llegado a Granada acompañando el cadáver de la Emperatriz.
El mismo año le otorgan poderes para la construcción de un colegio en Baeza, que cinco años más tarde (1544) vería la luz, convirtiéndose en una floreciente universidad. Esta es la “gran obra” de Juan de Ávila. 
En 1545 marcha a Montilla (Córdoba) llamado por la marquesa de Priego para que atendiera espiritualmente a sus hijos, los condes de Feria. Vivirá en una casa modesta, rechazando los lujosos lugares que le ofrecían. Un año después, los condes de Feria lo llaman a Zafra (Badajoz). Predica allí la cuaresma y se dedica a misionar en aquellas regiones extremeñas. De regreso a Montilla, se encuentra en Palma del Río con fray Luis de Granada, su gran amigo, que le insta a publicar el Audi, filia. Siempre fiel y obediente a la Iglesia, prefiere esperar a conocer los decretos tridentinos. A pesar de esto, la obra se publicará en 1556 sin autorización de Juan de Ávila y será incluida en el Índice de libros prohibidos. Finalmente, revisada, verá la luz en 1574.  
En 1550 pasa por Córdoba para agilizar la fundación del Colegio. Francisco de Borja entra en la Compañía de Jesús, y Juan de Dios muere en Granada, aclamado como santo. San Ignacio desea que el Maestro se haga jesuita, pero él continúa evangelizando como clérigo secular, incardinado en la Diócesis de Córdoba. Este año funda el Colegio de San Nicasio en Priego (Córdoba).
En 1551 comienzan sus enfermedades y no puede acompañar a D. Pedro Guerrero, Arzobispo de Granada, que desea llevarle como teólogo suyo a la segunda sesión del concilio de Trento. Escribe para él el primer Memorial de reforma, muy considerado en el concilio. Dos años más tarde logra, al fin, la fundación del Estudio General de Córdoba. Además, lleva a cabo una gran misión popular que, rebasando los límites de Andalucía, alcanza a localidades de La Mancha y Extremadura.
En 1554 debido a su quebrantada salud, se retira definitivamente a Montilla. Lleva una vida austera de oración, estudio, confesionario y predicación. Ultima algunas de sus obras e intercambia abundante correspondencia epistolar. Mientras, siguen funcionando sus quince Colegios para la formación de futuros sacerdotes, los Estudios Generales y la Universidad, a los que no deja de atender. Crece el número de discípulos. 
El 10 de mayo de 1569 muere al amanecer, con gran fama de santidad, en su humilde casa de Montilla. El día anterior recibió el Viático y la Extremaunción. Estuvo preparándose, con el Crucifijo entre las manos, para el definitivo encuentro con el Señor.
Fue beatificado el 6 de abril de 1894, por el papa León XIII. En 1946 fue declarado por Pío XII Patrono del clero secular español y el 31 de mayo de 1970 sería canonizado por el papa Pablo VI. 
El 7 de octubre de 2012 Benedicto XVI proclama a San Juan de Ávila Doctor de la Iglesia universal junto con santa Hildegarda de Bilgen en la Santa Misa de apertura del Sínodo de los Obispos "La Nueva Evangelización para la transmisión de la fe cristiana
 
En esta web encontrarás información sobre el jubileo

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