miércoles, 8 de mayo de 2013

PREGÓN DE LAS FIESTAS DE S. JUAN


 
Reproducimos a continuación el saludo de Jesús Manuel García-Ochoa Dorado, dirige a todos los sonsecanos en el programa de las fiestas de S. Juan.
A continuación, te ofrecemos un enlace donde puedes escuchar el pregón que pronunció en la víspera de nuestro patrón.
 
Cómo no comenzar agradeciendo a la cofradía de San Juan Evangelista
 
 
el que se hayan acordado de mí para la fiesta de nuestro santo patrón! Por tanto, recibid mi más sincera acción de gracias. Igualmente, quisiera saludar a toda la Parroquia de Sonseca, a sus sacerdotes y a todos los que camináis en la fe en aquella comunidad en la que fui bautizado y a la que pertenezco. Sin duda, ¡cuánto hemos de agradecer a nuestros antepasados!, a aquellos que fueron capaces de hacer de la fe, que profesaron con sus palabras y sus obras, una verdadera cultura cristiana: ¡labor de siglos! Más aún, hicieron de la fe una fiesta. Son las fiestas que nos identifica como pueblo. Por tanto, quiero saludar de modo muy especial a todo el Pueblo de Sonseca, donde respiré la fe hecha cultura y conocí, casi por ósmosis, a Jesucristo. Pueblo dónde la Fe se hizo Fiesta de manera singular en torno a la Santísima Virgen de los Remedios y de “San Juan Evangelista ante portam latinam”.
Me piden que escriba estas líneas para presentarme. Sin embargo mi presentación es corta. Me llamo Jesús Manuel García Dorado. Nací el 6 de Febrero de 1973. A los trece años de edad entré en el Seminario. Tras once años de formación, fui ordenado sacerdote el 6 de Julio de 1997. Así que llevo casi dieciséis años de tarea pastoral: los siete primeros en Ocaña, como vicario parroquial y capellán del Centro Penitenciario Ocaña II; después en el Polígono Residencial Santa María de Benquerencia, en Toledo, durante otros seis años; y ahora desde el año 2.010 en el Seminario Conciliar "San Ildefonso". Realmente mi gozo y mi alegría es ésta: que soy sacerdote, sólo sacerdote.
 
Es verdad que los años van pasando; la última fiesta de S. Juan Evangelista que pude celebrar en Sonseca, fue en el año 1986. Sin embargo siento cómo dentro de mi hay algo que no se pasa, ni envejece: es todo aquello que uno recibe de pequeño, y que ahora viene a la mente en forma de recuerdo habiéndose convertido en referencia y en medida de comparación. Concretamente el día seis de mayo de cada año: la Misa, la procesión, el cochinillo en lo alto de la cucaña, los botijos en alto llenos de agua o harina.., que había de ser rotos con estaca en mano de un voluntario con los ojos tapados.
Supongo que, veintisiete años después, la manera de celebrar a S. Juan se habrá sofisticado mucho; sin embargo volveré el próximo 5 de mayo con la esperanza de reencontrarme con la simplicidad alegre del niño que quiere reír viendo como los que suben a la cucaña se escurren poste abajo, con la inocente y socarrona sonrisa al ver cómo el contenido de los botijos se derrama sobre el empuñador de la estaca, y con la fe viva de un pueblo que celebra a su Santo Patrono San Juan Evangelista, consciente de que tiene como protector al discípulo amado de Jesús, a aquél que por su pureza de corazón supo descubrir e interpretar los signos de la Resurrección de Cristo, a aquel que recibió como Herencia Preciosa de Jesús a la Virgen María, a aquel que por su sintonía de corazón con el Corazón del Redentor pudo sufrir, vivir y vencer en las situaciones más dolorosas y difíciles.
Que las fiestas de S. Juan nos ayuden a vivir la alegría y la belleza de la fe. Que el patronazgo del Evangelista sobre Sonseca guarde a nuestro Pueblo en la fe y en la Unidad. Y que la veneración que le tributamos nos haga crecer en verdadera humanidad y prosperidad
 
Jesús Manuel García Dorado
 
Escucha el pregón AQUÍ
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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