sábado, 30 de mayo de 2009

FORTALEZA Y CONSEJO



"Bajó Pedro de la barca y se puso a caminar sobre las aguas, yendo hacia Jesús. Pero viendo la violencia del viento, le entró miedo y, como comenzara a hundirse, gritó: "¡Señor, sálvame!". Al punto Jesús, tendiendo la mano, le agarró y le dice:
"Hombre de poca fe ¿por qué dudaste?".
Subieron a la barca y amainó el viento. Y los que estaban en la barca se postraron ante él diciendo: "Verdaderamente eres hijo de Dios".
(Mateo 14, 29-33)
Hemos visto que el don de Temor es asumir nuestra pobreza delante de Dios, asumir que somos niños y no podemos nada. La respuesta de Dios a la debilidad del hombre es, precisamente, el don de Fortaleza. Jesús te toma de la mano y te hace capaz de lo que humanamente es imposible: caminar sobre las aguas, sobre las tormentas de la vida, sobre las tentaciones y sufrimientos. Pero no se trata de caminar sólo- quien lo intente se hundirá sin remedio- sino de caminar bajo la mirada y de la mano de Jesús, con la fuerza del Espíritu Santo.
" La maravilla del don de fortaleza es que, al mirarte Jesucristo, al amarte Dios en tu debilidad, no quita tu debilidad sino que te fias tú de su fortaleza, te fias de su amor, te fias de su mirada, te fias de su palabra". El don de Fortaleza es la misericordia de Dios y el amor de Dios sobre tu debilidad.
"Hay dos maneras de vivir: con el don de Fortaleza y sin el don de Fortaleza. Y, ¿sin ese don cómo se vive? Pues apoyando tu vida en ti mismo- en tus talentos, tus riquezas, tu saber, incluso tu virtud o la piedad y fervor de tus oraciones.Y eso es construir sobre arena, y la casa se derrumba cuando viene la tempestad- .
Pedro Reyero contaba una anécdota maravillosa sobre lo que es este don: Le habían operado y el dolor se hacía cada vez más y más grande y al borde de la desesperación, cuando temía ponerse a blasfemar, se acordó de Jesús y le dijo: "Señor, ¿tú que hiciste? Porque a mí me han dado dieciocho puntos, pero...a tí, ¡eso de clavarte así en vivo en la cruz!-. Y oí en mi corazón una respuesta- "es que yo en aquel momento me fiaba de otro, estaba en las manos de mi Padre"- "Pues Señor, yo quiero hacer lo mismo, no sé como hacerlo pero quiero hacer lo mismo. Me fio". Y en aquel momento cesó todo dolor de forma instantanea...y al día siguiente ...todo normal. Y después, pensando en esto, me dio una gran tristeza: "Pobre Pedro, ¡ mira que solo acordarte de esto, en el momento de mayor sufrimiento, cuando ya no puedes más! ¡Qué pena no vivirlo en la vida diaria! ¡Qué pena no vivirlo cuando convives con los demás y no puedes con la convivencia! ¡Qué pena no vivirlo en la rutina y monotonía de todos los dias! ¡Qué pena que tenga que venir Santa Bárbara tronando para que yo me entere, cuando el don de fortaleza es el pan de cada día que Dios da para la vida de sus hijos!"
" grande es el poderío del Señor,
y por los humildes es glorificado"
(Eclesiástico 3, 20)
" cuando estoy débil, entonces es cuando soy fuerte "
(2ª Corintios 12,10)

DON DE CONSEJO.

" No son mis pensamientos vuestros pensamientos ni vuestros caminos son mis caminos, porque cuanto aventajan los cielos a la tierra, así aventajan mis caminos a los vuestros"
(Isaías 55, 8-9)
Todos tenemos pensamientos y proyectos en la vida, criterios sobre lo bueno, lo razonable, lo que debe hacerse y lo que queremos conseguir , pero a menudo levantamos con todo eso una barrera ante Dios. Sabemos lo que queremos y ni a Dios le dejamos darnos otra cosa, y así muchos hombres viven en la amargura porque creen que deberían haber sido importantes, o tener otra esposa, o tener fortuna, o tener éxito evangelizando o...cualquiera de las cosas que la televisión dice que son la felicidad: Estamos encerrados como en una cárcel en nuestros deseos y pensamientos. El don de Consejo viene a romper los barrotes de esa cárcel, a revelarnos los caminos, los proyectos y los deseos de Dios.
¿ Cuantas veces nos podría decir el Señor, como a San Pedro : "tus pensamientos no son los de Dios sino los de los hombres"?. Hay que recordar que solo los hijos reciben los dones y solo en el Hijo se puede tener los pensamientos de Dios. No se trata de reflexionar y planificar mucho sino de que Dios, con misericordia, regale sus propios pensamientos.
Al santo cura de Ars, que mostraba un discernimiento milagroso sobre los corazones y los hacía volverse a Dios diciéndo a cada uno aquello que derretía su dureza, como era además un hombre de escasa cultura, le preguntaron donde había adquirido aquella sabiduría; por toda respuesta señaló su reclinatorio ante el sagrario de su iglesia. Las largas horas de contemplación, mirando al Señor, le habían llenado de su luz y, para él, discernir con el pensamiento de Dios era ya casi un hábito. En nuestra vida, si volvemos la vista atrás, también encontraremos decisiones y discernimientos que no sabemos de donde nos vinieron, pero que el tiempo ha revelado que fueron de Dios.
El don de Consejo tiene otra consecuencia: quien piensa como Dios, actua como Dios, como hijo de Dios, y Dios es misericordia – el don de Consejo nos reviste de las entrañas de misericordia de Jesús, del alma humana de Jesús: conocer los caminos del Padre es entrar en los caminos de la misericordia, revestirnos de la humanidad de Cristo que cura, acompaña, guía y levanta a los cansados.Dejarle a Dios nuestro cuerpo y nuestra alma para que a través de ellos derrame su misericordia. No nosotros, sino El. El don de Consejo nos revela la entraña, el pensamiento, el corazón de Dios; y ese corazón no es otra cosa que misericordia.
" el hombre naturalmente no capta las cosas del Espíritu de Dios; son necedad para él. Porque ¿ quien conoció la mente del Señor para instruirle? Pero nosotros tenemos la mente de Cristo. "
(1 Corintios 2, 14-16)
" no será ya ocultado el que te enseña; con tus ojos verás al que te enseña, y con tus oidos oirás detrás de ti estas palabras: "ese es el camino, íd por él " "
(Isaías 30, 20-21)

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