jueves, 7 de mayo de 2009

EL NOMBRE DE DIOS ES MISERICORDIA

"Y, levantándose, partió hacia su padre. «Estando él todavía lejos, le vio su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente. El hijo le dijo: "Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo." Pero el padre dijo a sus siervos: "Traed aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies. Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado". Y comenzaron la fiesta".

Ahora puedes ver esta Palabra, en la vida de el Padre Corapi.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Recuerdo haber escuchado muchas veces,hace tiempo."no quiero ser el hermano mayor".Pero si es el que no ha hecho nada malo,es más es el que ha cumplido con su deber de hijo,trabajando en la casa,seguramente para el bien de todos.Bueno,"pués no quiero".Me ha costado trabajo comprender este evangelio.Ahora,entiendo la alegria misericordiosa del padre,la timidez del hijo pequeño,la leve envidia del mayor.No,no quiero ni podria tampoco parecerme a él.Prefiero volver,estar volviendo siempre a la casa de mi padre y que me hagan fiesta.Un abrazo M.A

Anónimo dijo...

Me ha encantado este testimonio. ¡¡¡Bendito sea Dios que hoy y ahora sigue Vivo, amando, sanando, perdonando, salvando... a lo GRANDE, como sólo El puede hacer.
Un saludo
Pili