martes, 30 de abril de 2013

"LA BENDITA VERGÜENZA DE LA CONFESIÓN"

El confesionario no es ni una "lavandería" que elimina las manchas de los pecados, ni una "sesión de tortura", donde se infligen golpes. La confesión es, más bien, un encuentro con Jesús donde se toca de cerca su ternura. Pero hay que acercarse al sacramento sin trucos o verdades a medias, con mansedumbre y con alegría, confiados y armados con aquella "bendita vergüenza", la "virtud del humilde" que nos hace reconocer como pecadores.


Así se ha expresado el papa Francisco sobre la reconciliación, en la homilía pronunciada durante la misa celebrada este lunes 29 de abril, en la capilla de la Domus Sanctae Marthae, según informa hoy el diario vaticano L'Osservatore Romano.
Entre los concelebrantes estaban el cardenal Domenico Calcagno, presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), con el secretario, monseñor Luigi Mistò; el arzobispo Francesco Gioia, presidente de la Opera Peregrinatio ad Petri Sedem, el arzobispo de Owerri, monseñor Anthony Obinna, y el procurador general de los Verbitas, padre Giancarlo Girardi. También concelebraron monseñor Eduardo Horacio García, obispo auxiliar y provicario general de Buenos Aires. Entre los presentes, las hermanas Pías Discípulas del Divino Maestro, que sirven en el Vaticano y un grupo de empleados de APSA.
El papa inició su homilía con una reflexión sobre la primera carta de San Juan (1, 5-2, 2), en la que el apóstol «se dirige a los primeros cristianos, y lo hace con sencillez: "Dios es luz y en Él no hay tiniebla alguna". Pero "si decimos que estamos en comunión con Él", amigos del Señor, "y andamos en tinieblas, somos mentirosos y no practicamos la verdad". Y a Dios se le debe adorar en espíritu y en verdad».
"¿Qué quiere decir --preguntó el papa--, caminar en la oscuridad? Porque todos tenemos oscuridad en nuestras vidas, incluso momentos en los que todo, incluso en la propia conciencia, es oscuro, ¿no? Caminar en la oscuridad significa estar satisfecho consigo mismo. Estar convencidos de no necesitar salvación. ¡Esas son las tinieblas!".

Y, continuó, "cuando uno avanza en este camino de la oscuridad, no es fácil volver atrás. Por lo tanto Juan continúa, tal vez esta manera de pensar lo ha hecho reflexionar: "Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros". Miren sus pecados, nuestros pecados: todos somos pecadores, todos. Este es el punto de partida".
"Si confesamos nuestros pecados --dijo el papa--, Él es fiel, es justo tanto para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Y se presenta a nosotros, ¿no es así?, este Señor tan bueno, tan fiel, tan justo que nos perdona. Cuando el Señor nos perdona hace justicia. Sí, hace justicia primero a sí mismo, porque Él ha venido a salvar, y cuando nos perdona hace justicia a sí mismo. «Soy tu salvador» y nos acoge".
Lo hace en el espíritu del Salmo 102: "Como un padre es tierno con sus hijos, así es el Señor, y tierno con los que le temen", con los que vienen a Él. La ternura del Señor. Siempre nos entiende, pero no nos deja hablar: Él lo sabe todo. «No te preocupes, vete en paz», la paz que sólo Él da".
Esto es lo que "sucede en el sacramento de la reconciliación. Tantas veces --dijo el papa--, pensamos que ir a la confesión es como ir a la lavandería. Pero Jesús en el confesionario no es una lavandería".

La confesión «es un encuentro con Jesús que nos espera como somos. "Pero, Señor, mira, yo soy así". Estamos avergonzados de decir la verdad: hice esto, pensé en aquello. Pero la vergüenza es una verdadera virtud cristiana, e incluso humana. La capacidad de avergonzarse: no sé si en italiano se dice así, pero en nuestra tierra a los que no pueden avergonzarse le dicen "sinvergüenza". Este es uno sin "vergüenza", porque no tiene la capacidad de avergonzarse. Y avergonzarse es una virtud del humilde».

Seguido a esto, el papa Francisco retomó la carta de san Juan. Estas palabras, dijo, que nos invitan a confiar: "El Paráclito está de nuestro lado y nos sostiene ante el Padre. Él sostiene nuestra vida débil, nuestro pecado. Nos perdona. Él es nuestra defensa, porque nos sostiene. Ahora, ¿cómo debemos ir hasta el Señor, así, con nuestra realidad de pecadores? Con confianza, incluso con alegría, sin maquillaje. ¡Nunca debemos maquillarnos delante de Dios! Con la verdad. ¿Con vergüenza? Bendita vergüenza, esta es una virtud".

«Jesús nos espera a cada uno de nosotros, reiteró citando el evangelio de Mateo (11, 25-30): "Vengan a mí todos los que están fatigados y sobrecargados", incluso del pecado, "y yo les daré descanso. Lleven sobre ustedes mi yugo, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón". Esta es la virtud que Jesús nos pide: la humildad y la mansedumbre».
"La humildad y la mansedumbre --prosiguió el papa--, son como el marco de una vida cristiana. Un cristiano siempre va así, en la humildad y en la mansedumbre. Y Jesús nos espera para perdonarnos. ¿Puedo hacerles una pregunta?: ¿ir ahora a confesarse, no es ir a una sesión de tortura? ¡No! Es ir a alabar a Dios, porque yo pecador he sido salvado por Él. ¿Y Él me espera para golpearme? No, sino con ternura para perdonarme. ¿Y si mañana hago lo mismo? Vas de nuevo, y vas, y vas, y vas... Él siempre nos espera. Esta ternura del Señor, esta humildad, esta mansedumbre".

El papa invitó a confiar en las palabras del apóstol Juan: "Si alguno ha pecado, tenemos un Paráclito ante el Padre".
Y concluyó: "Esto nos da aliento. Es bello, ¿no? ¿Y si tenemos vergüenza? Bendita vergüenza porque eso es una virtud. Que el Señor nos dé esta gracia, este valor de ir siempre a Él con la verdad, porque la verdad es la luz. Y no con la oscuridad de las verdades a medias o de las mentiras delante de Dios”.

lunes, 29 de abril de 2013

SANTA CATALINA DE SIENA

Salvadora de almas:
Así titula Raimundo el capítulo VII de la segunda parte de su escrito sobre la vida de nuestra santa. Admirable libro, escrito con un estilo sereno, verídico, tan sencillo que es una verdadera obra literaria. Los datos no los recogía Raimundo de testigos más o menos cercanos o enterados sino en vivo de la misma santa o por haberlos presenciado él mismo. Catalina tuvo esa suerte de tener a su lado alguien que le formuló muchos hechos de su vida y se los aclaró. Una cosa es tener Espíritu Santo como lo tenía ella y otra ponerle palabras y teología a lo que uno experimenta. Ella era analfabeta y está claro que la gracia ayuda pero no sustituye a la naturaleza. Por eso Santa Teresa siempre quería tener letrados cerca de ella.
Sería interminable contar los milagros que obró esta santa virgen Catalina. Conversiones, curaciones, expulsiones de demonios, comida multiplicada, profecías. De todo esto existen centenares de testimonios. Citemos alguno de los muchos que señala Raimundo para disfrutar de su fe y de su estilo directo, atractivo e ingenuo. La verdad es que sería mejor consultarlos en el propio libro.

Había en Siena un tal Andrea di Naddino, hombre riquísimo pero envuelto en los máximos vicios y blasfemias. A los cuarenta años hubo de meterse en cama afectado por una grave y repugnante enfermedad, que no le sirvió nada más que para radicalizar su impenitencia. El párroco fue a visitarlo y cada vez que lo hacía era rechazado con violencia siguiendo el réprobo aferrado a su pecado contra el Espíritu Santo de modo que caminaba derecho al infierno. Todo esto llegó a saberlo Fray Tomás, confesor de la Virgen, y se lo comunicó a ella pidiéndole que hiciera una intercesión urgente delante de Dios por tal desgraciado. Catalina se puso a orar fervorosamente. El Señor le respondió que sus blasfemias habían colmado toda medida: “Déjalo que se pierda, hija, porque es digno de la muerte eterna. A lo que la santa respondió: “Señor, si te fijas en nuestras iniquidades quien podrá escapar a la muerte eterna? ¿No has muerto tú también por él? Yo no te rezo para que se cumpla la justicia sino para pedir misericordia. Devuélveme a mi hermano que está hundido en el abismo de la obstinación”.

En el mismo instante el Señor se le apareció a Andrea que estaba agonizando y le dijo: “¿Por qué, mi muy querido, no quieres confesar las ofensas que me has hecho? Confiésalas todas porque estoy dispuesto a perdonártelas generosamente”. Andrea se puso a gritar: “Llamad a un sacerdote. El Señor me ha hablado con cariño”. Apenas confesado, con gran dolor y arrepentimiento pasó a la otra vida.

Lo mismo le sucedió con dos malhechores detenidos por la justicia y condenados a muerte, también grandes blasfemos. Cuando les transportaban en la carreta hacia el patíbulo, Catalina misma salió a la ventana de su casa y vio cómo les maltrataban los verdugos y como blasfemaban ellos. Inmediatamente se puso a interceder y más cuando había visto alrededor de los condenados una turba de demonios. Antes de atravesar las puertas de la ciudad, el rayo de la luz divina penetró en sus corazones y pidiendo repetidamente un confesor cambiaron las blasfemias por palabras de alabanza.

Un último caso para no alargarme. Lo cuenta muy en vivo Raimundo en el libro. “Vivía en Siena un cierto Francisco de Tolomei el cual tenía de su mujer Rabe varios hijos. El mayor llamado Giácomo llevaba una vida de perfidia. Campeón de la arrogancia y cruel como un veneno, era feroz incluso para los amigos. Una de sus hermanas, Ghinoccia, era bastante inclinada a los placeres del mundo. Había permanecido inocente más por el qué dirán que por temor a Dios. Cultivaba, sin embargo, la vanidad y embellecía y vestía su propio cuerpo de un modo descarado. Rabe, su madre, que era temerosa de Dios, fue a visitar a la santa virgen y le rogó que se dignase hablar un poco con sus hijas, en especial a Ghinoccia. Catalina aceptó feliz. Cristo se quedó tan grabado en el alma de Ghinoccia que despreciando todas las vanidades del mundo se afeitó el pelo, del que estaba muy orgullosa, y recibió con gran devoción el hábito de mantelata de Santo Domingo. El resto de la vida lo pasó, lo sé con certeza, entre meditaciones, santas plegarias y duras penitencias de las cuales alguna vez tuve que llamarle la atención”.

Cuando llegó Giácomo de fuera y se enteró de lo que había pasado con su hermana prometió con furia hacer cosas terribles si no se quitaba el hábito. Rabe, la madre, intento calmar a su hijo para que esperase al menos hasta el día siguiente. Catalina, enterada de todo y puesta en oración, mandó que Fray Bartolomeo fuese a su casa. Sucedió la obra de Dios. Sin saber nadie por qué, confesó con dolor sus muchos pecados. Para utilizar, dice Raimundo familiarmente, el modo de hablar de Catalina, vomitó todo el veneno que tenía en el alma. Cuando fueron a contarle a Catalina lo que había pasado se adelantó ella a contarlo a los que la iban a informar.

Vida pública

En la actual Francia hay una ciudad que se llama Aviñón que en tiempos de Catalina pertenecía a los estados pontificios. El Papa Clemente V en 1309 traslada la sede papal de Roma a la ciudad de Aviñón, un poco lejos pero dentro de su territorio. El traslado tuvo inicialmente un carácter provisional motivado por la situación de inseguridad y caos en que se encontraba Roma inmersa en luchas e intrigas políticas. Siete Papas, sin embargo, se sucedieron en dicha ciudad hasta Gregorio XI (1370-1378) que decidió trasladarse a Roma.

Aunque este Papa era francés y todavía estaba bajo la fuerte influencia del rey francés, el conflicto creciente entre facciones amistosas y hostiles al Papa suponía una amenaza para los territorios pontificios y para la fidelidad de la propia Roma. Por eso pensó en volver a Roma pero nunca lo llevaba a cabo. Los franceses no querían ni oír hablar del traslado. Por otra parte en Italia todo iba también mal. El Papa estableció un embargo a las exportaciones de grano durante una época de carestía y peste que sentó muy mal. Varias ciudades que se vieron afectadas por el embargo organizaron una liga contra el papado: Florencia, Milán, Bolonia, Perugia, Pisa, Lucca y Génova. El Papa reaccionó duramente con excomuniones e interdictos.

Los florentinos enviaron una legación al pontífice de Aviñón en busca de conciliación y en ella incluyeron como pacificadora a Catalina de Siena cuya fama ya saltaba fronteras. Ella aceptó por el inmenso deseo que tenía de que el Papa volviera a Roma con la condición de que fuera acompañada por Fray Raimundo de Capua. Su intención más que la de arreglar contiendas políticas era influir en la vuelta del Papa a Roma. Partieron hacia finales de mayo de 1376.

El 20 de junio la santa se encontraba en la sala de audiencias delante del trono pontificio. La conversación con el Papa hubiera sido imposible sin intérprete porque él no entendía la amplia y musical jerga sienense en boca de Catalina. Raimundo de Capua, siempre a pespunte de la mantelata, resolvió la cuestión. Gregorio no estaba desprevenido estaba bien informado de la pasión y amor por la Iglesia de Catalina. Vistas las cartas esperaba un torrente y así fue. Tenía el fuego de la santa delante de él, a sus pies, hablándole de la necesidad inminente de volver a Roma. Sentía el encargo en su corazón de urgírselo al máximo.

El Papa Gregorio XI, era de aspecto modesto y bajo de estatura. Revelaba alta alcurnia en sus gestos y en la cortesía de los modos. No era cobarde ni irresoluto sino un hombre que le venían anchas las grandes decisiones que le tocó tomar. Por eso siempre se movía con suma cautela. Ya llevaban muchos años los Papas en Aviñón, lo que hacía que Gregorio se viera atado de pies y manos para tomar una decisión. Sería una exageración decir que muchos prelados de su entorno llevaban una vida disoluta, pero algunos sí. Los apegos a las familias y ambientes eran muy fuertes. Toda una serie de figuras femeninas, madres, hermanas, cuñadas, sobrinas protestaba y desaconsejaba, y estaban luego las figuras de la culpa, es decir las amantes de prelados y hasta de algún cardenal. ¿Cómo desarraigar a toda una corte, franceses la mayoría, de este mundo agradable y refinado para llevarlos a una lejana, desconocida e inhóspita Roma?

Las señoras de Aviñón se morían de ganas de tratar con Catalina. Sus frecuentes éxtasis atraían su curiosidad hasta el punto de pincharla en las carnes durante alguno de ellos para ver su reacción. Una sobrina del Papa, Elisa de Turenne, le traspasó un pie con un alfiler y Catalina ni se movió durante el éxtasis pero sí los días siguientes que cojeaba ostensiblemente. El don sobrenatural que tenía la santa de leer en los corazones le jugó alguna mala pasada a alguna de las señoras cotillas, porque les descubrió su situación, cosa que también le sucedió con el mismo Papa. El Papa indeciso no se acababa de aventurar. En una de las entrevistas Catalina tuvo una palabra de conocimiento que fue decisiva. Le dijo al Papa: “¿No recuerda su Santidad la promesa que le hizo al Señor cuando aún era cardenal?” Había prometido efectivamente volver a llevar la sede de Pedro a la ciudad eterna si salía elegido. Las palabras de Catalina le removieron la conciencia y se dio cuenta de que el mismo Dios le estaba hablando. ¿Cómo iba a saber esa joven italiana de sus confidencias espirituales ya hacía años?

Pese a todo el Papa no se decidía. Las audiencias no eran fáciles de obtener ni siquiera para Catalina así que ella le escribía cartas sintiendo el Santo Padre que un don sobrenatural le cercaba. Catalina y su comitiva se marcharon de allí el 13 de septiembre. Ella sabía que el Papa ya estaba decidido. Catalina se fue a pie. El mismo día, 13 de septiembre, Gregorio XI se despidió de los cardenales, muchos de los cuales quedaron llorando. El anciano padre del Papa, el conde Guillermo de Beaufort, intentó hasta lo último retenerlo, echándose sobre el umbral de la puerta con gestos extremados. El Pontífice saltó sobre él y con su cortejo se dirigió a Marsella para embarcarse, mientras la ciudad de Aviñón quedaba hundida en la desolación.

El viaje no fue nada bueno. Vientos contrarios les obligaron a retroceder. Tanto fue, que al llegar a Génova después de mil dificultades y con las noticias de que Roma estaba amotinada el Papa celebró un gran consejo en el que la mayoría de los cardenales votaron por volver a Aviñón. Lo que no sabía la mayoría es que Catalina estaba allí. El Papa se trasladó de improviso al lugar donde residía Catalina. Fue sin acompañamiento, de incognito, vestido como un sacerdote cualquiera. El coloquio tuvo lugar en la estancia misma de la santa. Catalina, sofocada por la emoción, se postró delante del Vicario de Cristo, él la levantó y se pusieron a hablar. Lo hicieron hasta muy entrada la tarde. Los cardenales al día siguiente vieron un Gregorio diverso, resuelto, sereno. Ordenó que las naves se dirigieran a Roma. Al cabo de tres días llegaron al puerto de Ostia desde donde el Papa cabalgando en una mula blanca, se dirigió a Roma con la mayor solemnidad. El pueblo, apaciguado ya, le acogió con gran cariño y alborozo. Toda la noche fue una fiesta y la Plaza de San Pedro refulgía con innumerables luces. Era el 17 de Enero de 1317.
 
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sábado, 27 de abril de 2013

V DOMINGO DE PASCUA

Evangelio

Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús:
«Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará.
Hijitos, me queda poco de estar con vosotros.
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también unos a otros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros».

Juan 13, 31-33a. 34-35
 
Cuando Judas se aparta, Jesús promete una señal. El Evangelio del quinto domingo de Pascua nos lleva a la víspera de la Pasión. Durante la Última Cena, Jesús ha desenmascarado al discípulo traidor. Se acerca la hora del Príncipe de las tinieblas y Jesús anuncia que el Padre lo glorificará y Él glorificará al Padre. Cuando el Maligno parece triunfar, Jesús habla de glorificación. La gloria que Él recibirá del Padre y la que el Padre manifestará en el Hijo no es exaltación humana. La tiniebla será derrotada por la Gloria. Con la glorificación de Dios llega el mandato confiado a los apóstoles y la revelación de la señal del discípulo. Traición, glorificación, mandamiento y señal piden ser comprendidos a la luz del triunfo y de la alegría de la Pascua.

La traición está en la puerta del mandamiento del amor. Paradoja y ejemplo en el seguimiento de Cristo: al engaño de la traición, Jesús responde con amor verdadero; en su modo de amar está nuestro modelo. Judas queda al margen del mandato de amor. Abandonar el grupo de Jesús aleja de sus dones de misericordia. Jesús ama a todos sin medida, pero podemos cerrarnos obstinadamente a su amor. Quien se aparta de Jesús y de su Iglesia se cierra al amor verdadero. La experiencia de Judas ofrece una enseñanza dolorosa: quien se priva a sí mismo del amor del Señor, pierde la esperanza. Quien, por el contrario, acoge su mandato de amor, vivirá en la verdad y encontrará fortalecida su esperanza.
La glorificación está en la entrega. La grandeza infinita del Padre se revela en la entrega incondicional del Hijo. A los ojos del mundo, la entrega del Hijo puede parecer derrota. Jesús, sin embargo, ofrece su vida libremente. Su entrega es ofrenda de amor sin límites. El Padre ama al Hijo y todo lo pone en sus manos. El Hijo ama al Padre y encomienda su espíritu a las manos del Padre. Jesús entrega su vida para que el mundo sepa que ama al Padre. En la entrega de Jesús está el amor que nos ha redimido. La glorificación del Padre es testimonio del amor divino y salvación del hombre. «La gloria de Dios es que el hombre viva. Y la vida del hombre está en conocer a Dios» (san Ireneo de Lyon). Hemos visto la Gloria de Dios en la entrega del Hijo.

El mandamiento es nuevo porque nace de un don y porque contiene aquello que nunca envejece. Los mandatos de Jesús son don para el crecimiento. Jesús nos pide cumplir lo que primero nos da. Cumple quien responde con docilidad al don recibido. El cumplimiento del mandato de Dios no es conquista de la sola voluntad humana, sino colaboración gozosa con la gracia. En el don de Dios está la posibilidad, el camino y la meta de nuestro cumplimiento. Con su mandato, Jesús promete al discípulo capacidad y ejercicio del amor más grande. No será menor el testimonio de amor del discípulo; en él resplandecerá el amor inmenso del Maestro. Sabe ahora el discípulo cuál es su escuela: en el Corazón del Hijo aprenderá a amar. Jesús nos pide amar como Él nos ama y Él nos ama como ama al Padre. Misterio insondable de la dignidad humana: la criatura amando con el amor del Creador.
La señal distingue, identifica y remite a lo que no se ve. El amor de Cristo compartido entre nosotros nos muestra como discípulos suyos. Ahí está nuestra señal.
+ José Rico Pavés
obispo auxiliar de Getafe

viernes, 26 de abril de 2013

EL ANGEL DE LOS NIÑOS

Moira, con ocho años, ya se escapaba de su colegio para ir a una escuela vecina en la que había niños y niñas con discapacidades mentales. Ahí comenzó su gran pasión. Después o antes, quizá, vio un video sobre la Madre Teresa de Calcuta, y su decisión fue clara: dedicaría su vida a la atención de los más desfavorecidos y abandonados. Sobre todo a los niños. Esta católica australiana, como misionera seglar, ha colaborado en medio mundo: desde la India a Estados Unidos, y desde Bosnia a Sudáfrica, haciendo el bien de forma desinteresada. Ahora lo hace desde su fundación Children First, en su país natal, trayendo a chicos de todo el mundo para ofrecerles intervenciones quirúrgicas a sus graves problemas de salud.

Moira Kelly

Efectivamente su vida ha sido un “pasar haciendo el bien”. No fue una conversión repentina de alguien alejado. No. Fue el discurrir de un río que cada día lleva más agua y hace más bien a más personas. La anécdota de que a sus ocho años ya daba de comer a niños con enfermedades mentales fue un primer paso, pero después comenzó la profesionalización: en 1982 abandonó la escuela y empezó a estudiar Educación Especial. Dos años después comenzó su labor misionera con niños aborígenes en el oeste de Australia. Pero su gran salto lo dio cuando tenía 22 años. Vendió su coche y con el dinero se compró un billete de ida a Calcuta. Allí se presentó tal cual: “Hola, aquí estoy”, y durante seis meses aprendió todo lo que pudo de la Madre Teresa y de las Misioneras de la Caridad para ponerlo después en práctica por su cuenta. Allí trabajó con enfermos de sida, leprosos, niños de la calle…

Con 26, marchó a Botswana para trabajar con los bosquimanos del Kalahari, y después viajó a Johannesburgo y el Bronx, en Nueva York, y Rumania, y Bosnia y Albania… Seguramente, una de sus etapas más sobresalientes fue la de Bosnia trabajando en varios campos de refugiados. Allí cuidó a heridos de guerra, creó escuelas, comedores e, incluso, una clínica dental móvil.

Reconocimiento internacionalEn seguida vinieron los premios y el reconocimiento internacional a su trabajo humanitario. Así, por ejemplo, en 1989, con tan sólo 25 años, recibió un premio de la Reina Isabel II por su servicio comunitario. En 1995, por sus esfuerzos en Bosnia la reina propia Isabel II la recibió en el palacio de Buckingham. La ONG Save the Children le otorgó un Premio en reconocimiento a su servicio a los niños más desfavorecidos. En su Australia natal, Moira ha recibido el Premio del Primer Ministro por su servicio comunitario y fue nombrado Oficial (AO) en la Dirección General de la Orden de Australia en reconocimiento a su “destacado servicio a la comunidad australiana a través de la provisión de apoyo social y de servicio para personas desfavorecidas, así como a la comunidad internacional a través de la prestación de socorro humanitario y la asistencia y la organización de la asistencia médica para los afectados por la guerra o la insurrección”.

Los verdaderos premios, sus hijos adoptadosNo obstante, los dos grandes hitos de su vida no tienen nombres de país o de premio, sino de personas: por un lado Emmanuel y Ahmed, y por otro Trishna y Krishna: son sus cuatro hijos adoptados.

Emmanuel y Ahmed son dos hermanos iraquíes. Nacieron con grandes problemas físicos a causa del uso de armas químicas en su país. Su madre los abandonó en una caja de zapatos en un parque, pero fueron encontradas por las Misioneras de la Caridad, la congregación de la Madre Teresa de Calcuta. En 1998, en Bagdad, Moira los “encontró” y los adoptó. Los trajo a Australia y pudo conseguir que fueran operados, con lo que sus malformaciones congénitas fueron atenuadas.

El sueño de Ahmed, sin piernas, era ser futbolista...Ahmed había nacido sin extremidades y Emanuel con malformaciones en brazos y piernas. Ahmed siempre quiso jugar al futbol, pero dadas sus limitaciones tuvo que abandonar la idea y empezar a practicar natación. El año pasado, en Londres, fue cuarto en la final de 50 metros braza en los juegos paralímpicos, en la que el español Miguel Luque consiguió la medalla de plata. Ésta es su carrera:





...y el de Emmanuel, ser cantantePor su parte, Emmanuel ha sido capaz de emocionar a toda Australia, además de medio mundo, gracias a una grabación de YouTube. Millones de personas han visto su testimonio en todos los idiomas. Si la pasión de Ahmed es el deporte, la de Emmanuel es la música. Este hermano se presentó al programa “X Factor”, un concurso similar al español “Tú sí que vales”, de Tele5, y con su testimonio previo a la actuación consiguió lo que nadie había conseguido antes: parar el programa y tener que dar paso a publicidad porque los presentadores y jurados no fueron capaces de seguir impactados y emocionados de lo que acababa de contarles Emmanuel. Ante todo Australia explicó cómo las monjas de la Madre Teresa de Calcuta les encontraron en un parque, que desconocía su edad porque su madre biológica no dejó ningún dato sobre ellos, cómo Moira los trajo a Australia, cómo les curaron y cómo fueron adoptados... Emmanuel cantó y ganó un puesto para seguir en el concurso.





Dos hermanas siamesas, sus nuevas hijas
Thrisna y Krishna con su Moira

Trishna y Krishna son dos hermanas siamesas nacidas en Bangladés. Nacieron unidas por el cráneo. Su madre era una joven estudiante que no podía hacerse cargo de tan dura situación
. Moira consiguió traerlos a Australia. Una vez más la misionera católica adoptó a otro par de hermanos y, afortunadamente, en 2009, después de una operación que duró más de 32 horas en el Real Hospital Infantil de Melbourne, fueron separadas. Ellas llevan una vida absolutamente normal.

La Fundación Niños Primero (Children First Foundation)Con el apoyo de algunos rotarios australianos, esta misionera católica seglar pudo crear en 1999 una fundación para apoyar y multiplicar la labor que ya llevaba desde hacía años. La primera piedra de la Children First Foundation (http://www.childrenfirstfoundation.com) fue construir una casa de acogida de niños con problemas de salud en una granja de 45 hectáreas que le donaron. Poco después, llegó un piso en Melbourne cercano al Real Hospital Infantil que se utiliza como alojamiento para los niños y sus cuidadores durante el tratamiento.

El objetivo de la Fundación es la de transformar las vidas de los niños que más ayuda necesitan, dando esperanza, cuidado y las vías hacia un futuro más brillante. Posee dos programas: uno de ayuda a niños australianos y otro dedicado a niños de países en vías de desarrollo. Con el primero se cubren ciertas necesidades que el sistema de salud australiano no cubre, tales como ortodoncia dental, ortopedia, patologías del habla u oftalmología.

Más de 400 niños atendidos de todo el mundoLa ayuda a países en vías de desarrollo, por otro lado, consiste en traer a Australia a niños afectados por anomalías congénitas o por lesiones severas. Allí se les interviene quirúrgicamente para que puedan salvar sus vidas. El coste promedio, entre transporte y atención médica, puede rondar los 30.000 dólares que cubre íntegramente la fundación. Ésta, además, les provee de todo el ambiente de cuidado y acogida en la granja, en donde los niños se prepararan y se recuperan de las operaciones. Por su parte, los hospitales, cirujanos y otros profesionales médicos colaboran con la Fundación ofreciendo sus servicios gratuitamente.

Desde sus inicios en torno a los 400 niños se han beneficiado de su ayuda, habiéndoseles hecho cirugías renales, cardíacas, ortopédicas y neurológicas. En cuanto a su procedencia: Albania, China, Timor Oriental, Etiopía, Palestina, Papúa Nueva Guinea, Filipinas, Tíbet, Islas Salomón, Somalia y Sri Lanka, además de una expedición que se ha hecho hace poco a Palestina, para que los médicos australianos intervinieran quirúrgicamente a otros 47 niños.
Publicado en ReL

jueves, 25 de abril de 2013

¡¡SANTO SUBITO!!

«¡Santo subito!»: la canonización de Juan Pablo II se está acercando a pasos agigantados y podría celebrarse ya el próximo mes de octubre. Durante los pasados días, la Comisión Médica de la Congregación para las Causas de los Santos de hecho ha reconocido que es inexplicable una curación atribuida al beato Juan Pablo II.
Un presunto «milagro» que si es aprobado también por los teólogos y los cardenales, como es muy probable, hará que el Pontífice polaco desaparecido en el 2005 obtenga la aureola de santo en un tiempo récord, apenas ocho años después de su muerte.

Máxima discreciónTodo ha tenido lugar con un gran secreto, con la máxima discreción. En enero, el postulador de la causa, monseñor Slawomir Oder, presentó a la Congregación vaticana para los santos para un dictamen preliminar una presunta curación milagrosa. Como es sabido, tras la aprobación de un milagro para la proclamación como beato, el procedimiento canónico prevé el reconocimiento del segundo milagro.

Historiales clínicosDos médicos de la comisión vaticana han examinado previamente este nuevo caso, dando ambos su dictamen favorable. El dossier con los historiales clínicos y los testimonios, consecuentemente ha sido presentado oficialmente al dicasterio que lo ha incluido enseguida en agenda para su examen. Los pasados días ha sido discutido por una comisión de siete médicos, presidida por el doctor Patrizio Polisca, cardiólogo de Juan Pablo II, médico personal de Benedicto XVI y ahora del Papa Francisco.

También la comisión médica ha dado su dictamen favorable, el primer vía libre oficial por parte del Vaticano, y ha definido por lo tanto como inexplicable la curación atribuida a la intercesión del beato Karol Wojtyla.
Falta poco para la canonización...Se trata de la superación del primer obstáculo fundamental, dado que el presunto milagro tendrá que ser ahora aprobado por los teólogos y luego por los cardenales y obispos de la congregación, antes de ser sometido al Papa para el «sí» definitivo. Pero de todos modos, el de la comisión es el trámite que se considera más importante: ni los teólogos ni los cardenales entran de hecho en las valoraciones clínicas concernientes al caso.

El Papa Francisco a favor de la canonización de Juan Pablo IIEs evidente, por los pasos que ya han sido dados, la voluntad de la Congregación para las causas de los santos de proceder de manera veloz, como ya sucedió con la beatificación de Juan Pablo II, celebrada por su sucesor Benedicto XVI el 1 de mayo de 2011. Este carril preferente que sigue estando abierto para Wojtyla indica que también el Papa Francisco está a favor de la canonización del Pontífice polaco.

20 de octubre de 2013... ¿posible fecha?Todavía es prematuro hablar de fechas para la canonización, pero la rapidez con la cual está teniendo lugar el proceso del milagro deja todavía abierta la posibilidad de que se celebre el domingo 20 de octubre, aprovechando la fiesta litúrgica asignada al beato Wojtyla, fijada el 22 de octubre.

Papas santosLa canonización convertirá a Juan Pablo II en el segundo Papa proclamado santo en el último siglo, tras pío X. Otros dos Papas beatificados pero no declarados santos son Pío IX y Juan XXIII. Otro Pontífice que está viendo llegar su beatificación es Pablo VI: tras la conclusión del proceso ya ha sido presentado a la Congregación para las causas de los santos un milagro atribuido a su intercesión. Todavía se espera la indicación de un milagro para la causa de Pío XII. Mientras se encuentra en fase avanzada el proceso de Papa Luciani. La historia del papado del Siglo XX, como se ve, está atestada de aureolas.
 
Publicado en ReL

martes, 23 de abril de 2013

"PASTORES CON OLOR A OVEJA"

imagesLos protagonistas cuentan lo que les ocurrión con el Card. Bergoglio
 
 
 
Mi esposa, mi hijo Eduardo, mi hija Emilie y yo vivimos hace 3 años en Canadá por temas laborales. Hace 6 meses decidimos bautizar a nuestra hija en Argentina y queríamos que el padrino sea mi cuñado Federico Abalsamo. Cuando le preguntamos a Federico, nos dijo que a él le encantaría pero que necesitaba bautizarse para ser padrino.
La familia de mi esposa es una familia mixta Judeo-Católica, ya que la madre de mi esposa es Judía y el padre es Católico… Los padres siempre le dieron a ellos la opción de elegir su religión…Mi esposa eligió la religión Católica…la hermana, Carolina, la religión Judía y el hermano, Federico, siempre estuvo más cerca del catolicismo pero nunca se bautizó….Entonces -esa- era una Buena oportunidad para él hacerlo.
 


Empezó a averiguar para bautizarse en varia Iglesias y todas le ponían trabas de cursos o trámites burocráticos para hacerlo…Por ese motivo, Federico nos llamó y nos agradeció que lo hayamos elegido como padrino, pero que no se había podido bautizar por las trabas que había encontrado para hacerlo y que, dado el corto tiempo que faltaba para el bautismo, iba a ser imposible.
MI esposa -no resignándose- decidió llamar a la Arquidiócesis de Buenos Aires para intentar hablar con Bergoglio, en aquel entonces Cardenal (eso fue aproximadamente el 15 de noviembre de 2012, 3 meses atrás) pudo hablar con la secretaria de Bergoglio quien escuchó atentamente toda la historia y le dijo que se lo iba a trasmitir al Cardenal. 15 minutos más tarde sonó el teléfono nuestro….era el mismísimo Bergoglio llamando para preguntarnos en qué nos podía ayudar!!!!!!! No lo conocíamos….no nos conocía…y sin embargo nos llamó!!..

Mi esposa le contó nuevamente lo que pasaba y la historia familiar…y Bergoglio le dijo que con mucho gusto iba a bautizar a Federico….que vaya ese mismo sábado a la Catedral que él mismo lo iba a bautizar!!! Cuando Bergoglio termino de bautizar a Federico le dijo que jamás se olvide de sus raíces Judías!!!… ¡Increíble persona!! Y como si eso fuera poco Bergoglio se ofreció a Bautizar a mi hija….nosotros no lo podíamos creer…que el mismísimo Cardenal Bergoglio bautice a nuestra hija!!!
El Cardenal se tomó la molestia de venir desde su casa a la iglesia de San Martin de Tours, un sábado a la tarde a bautizar especialmente a nuestra hija sin conocernos y con la humildad de un grande!

Tuve la alegría de conocerlo y de hablar con él y es una persona extraordinaria…me gustaría mucho que publiquen esta historia porque habla mucho de su humildad …y de cómo él piensa e interactúa con las religiones hermanas!!!
Realmente un ejemplo increíble!!
Eduardo Gonzalo Dimet
Es una muestra más del talante de buen pastor que el Papa lleva en su corazón. Lo del “olor a oveja” lo practica él mismo.

lunes, 22 de abril de 2013

¿QUIÉN ES?


domingo, 21 de abril de 2013

DOMINGO IV DE PASCUA

Hoy domingo del Buen Pastor, recibirán órdenes menores varios seminaristas de nuestra Diócesis.
Pablo García de Blas Gómez, estará entre ellos.
Pidamos al Señor por él, para que vaya modelando su corazón y llegue a ser si Él así lo quiere, un buen pastor de su Iglesia.
Por nuestro Papa, obispos, sacerdotes. Oremos.
 
 
Evangelio

En aquel tiempo dijo Jesús: «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano.
Mi Padre, lo que me ha dado, es mayor que todo, y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno».

Juan 10, 27-30
 
Nada hay tan fuerte como la mano del Padre. En el IV domingo de Pascua, la Iglesia pide para sus hijos la alegría eterna, esa que tiene que ver con el triunfo definitivo sobre el pecado y sobre la muerte. La victoria de Cristo resucitado es la victoria del pueblo que Él ha rescatado con su Sangre. El rebaño, aunque sea débil, gozará del triunfo de su Pastor. Por eso, tras la Resurrección, Jesús pide a sus discípulos que recuerden lo que antes de su muerte les había dicho. El tiempo pascual nos trae a la memoria de la fe las palabras de Señor y su presentación como Buen Pastor. El encuentro con Cristo resucitado es el encuentro con el Pastor de nuestras almas. En la mano firme con la que nos pastorea descubrimos la mano fuerte del Padre.

Cristo resucitado en la orilla del Tiberiades, después de un examen de amor, pidió al apóstol Pedro pastorear sus ovejas. El mismo Jesús se había mostrado a los discípulos como el Pastor del rebaño y la Puerta del redil. Para formar parte del rebaño de Cristo, hay que entrar en Él, es decir, hay que pasar por la experiencia del encuentro que transforma la vida. Al confiar a Pedro las ovejas, encomienda a la Iglesia una misión que sólo Él puede desempeñar. Los hijos de la Iglesia, y de modo muy especial los pastores, han de reproducir con sus palabras y obras los mismos sentimientos de Cristo Buen Pastor. Actuando según el corazón de su Señor, los miembros de la Iglesia sentirán el tacto de la mano del Hijo y recibirán el abrazo del Padre.

El evangelista san Juan ha recogido las palabras de Jesús al presentarse como Pastor Bueno. En el pasaje que la Liturgia nos ofrece este año, Jesús nos descubre que la bondad de su pastoreo reside en la comunión con el Padre. Él es el Pastor Hijo, que nos comunica su vida filial, para que nosotros, siendo sus ovejas, lleguemos a ser hijos de Dios. Lo propio de las ovejas de este Pastor es que han recibido la filiación. Las palabras de Jesús nos enseñan que Jesús es el Pastor Bueno porque, siendo el Hijo amado del Padre, da la vida por sus ovejas. Al Buen Pastor corresponden buenas ovejas. Su bondad reside en vivir conforme a la dignidad recibida de hijos de Dios.

Cuatro rasgos distinguen a las ovejas: escuchan, siguen al Pastor, permanecen en la vida perdurable y sienten el abrazo fuerte de Quien las protege; nadie las arrebata de su mano. Cuatro rasgos definen también al Buen Pastor: conoce a las ovejas, les da la vida eterna, las aferra con su mano y las recibe del Padre, pues es uno con Él. En el pastoreo del Hijo, las ovejas experimentan la firmeza y la ternura del Padre.

En el camino de la Pascua, el Domingo del Buen Pastor es también la Jornada Mundial de Oración por las vocaciones. Se nos pide, en este día, orar por todas las vocaciones en la Iglesia, especialmente por las de especial consagración. La oración dispone el corazón humano a acoger la voluntad del Señor. Es necesario llevar a la oración la pregunta más importante de la vida humana, aquella de la que depende la felicidad que podemos empezar a disfrutar en este mundo: Señor, ¿qué quieres de mí? En el Evangelio de este domingo, Jesús nos ayuda a encontrar la respuesta: Mis ovejas escuchan mi voz y me siguen. Ahí está el secreto de la vocación: escuchar a Cristo y seguirle; vivir aferrados a la mano del Padre.
+ José Rico Pavés
obispo auxiliar de Getafe

viernes, 19 de abril de 2013

LA CREACIÓN

Año de la fe: la creación


jueves, 18 de abril de 2013

VIGILIA DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES


Muy queridos sacerdotes, Vida Consagrada, Familias y Movimientos Apostólicos:

En primer lugar, felicitaros la Pascua de Resurrección. Como nos ha dicho el Papa Francisco el pasado domingo: "no nos cerremos a la novedad que Dios quiere traer a nuestras vidas. ¿Estamos acaso con frecuencia cansados, decepcionados, tristes; sentimos el peso de nuestros pecados, pensamos que no lo podemos conseguir? No nos cerremos en nosotros mismos, no perdamos la confianza, nunca nos resignemos: no hay situaciones que Dios no pueda cambiar, no hay pecado que no pueda perdonar si nos abrimos a Él"

Benedicto XVI nos dejó, antes de su renuncia, un precioso mensaje para la 50ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, que celebraremos el IV Domingo de Pascua, el 21 de abril de 2013. Entre otras cosas, nos decía: "Las vocaciones sacerdotales y religiosas nacen de la experiencia del encuentro personal con Cristo, del diálogo sincero y confiado con Él, para entrar en su voluntad. Este itinerario, que hace capaz de acoger la llamada de Dios, tiene lugar dentro de las comunidades cristianas que viven un intenso clima de fe, un generoso testimonio de adhesión al Evangelio, una pasión misionera que induce al don total de sí mismo por el Reino de Dios, alimentado por la participación en los sacramentos, en particular la Eucaristía, y por una fervorosa vida de oración".

Todas las formas de vida consagrada, los sacerdotes y las familias hemos de vivir una jornada de acción de gracias y de súplica por la perseverancia de todos en la vocación a la que fuimos llamados. El Seminario, por su parte, vive un día muy especial ya que esta Jornada Mundial coincide con la Admisión como Candidatos a las sagradas órdenes de 18 seminaristas y con la Ordenación Diaconal de otros tres seminaristas. Os pedimos que os unáis a nuestra alegría que es alegría de toda la Iglesia.

Como cada año, la CONFER y el Secretariado Diocesano de Pastoral de Vocaciones, preparan una Vigilia de Oración como respuesta a la convocatoria del Santo Padre, a la que se une la Delegación Diocesana de Misiones para celebrar conjuntamente la Jornada Pontificia de las Vocaciones Nativas. Por esto,

OS CONVOCAMOS A LA VIGILIA DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES, QUE SERÁ, D.M., EL PRÓXIMO SÁBADO, 20 DE ABRIL, EN EL SEMINARIO MAYOR.

La Vigilia seguirá el siguiente Orden:

(sábado, 20 de abril)
17:00 Exposición del Santísimo y Turno de Adoración para los grupos de Apostolado Seglar.
18:00 Turno de Adoración de las Familias
19:00 Turno de Adoración de la Vida Consagrada
20:00 VIGILIA DE ORACIÓN PARA TODOS LOS QUE LO DESEEN (VÍSPERAS SOLEMNES)
21:00 Turnos de Adoración durante toda la noche, para los seminaristas.
22:30 Vigilia de Oración por quienes serán admitidos como candidatos a las sagradas órdenes
y por quienes serán ordenados diáconos.
(domingo 21 de abril)
08:00 LAUDES SOLEMNES Y RESERVA DEL SANTÍSIMO



Os pedimos a los responsables de movimientos que hagáis extensiva esta convocatoria, para que todos oremos a una voz. Así como, a las distintas formas de vida consagrada que os animéis a participar.


Recibid un afectuoso saludo,

José María Anaya Higuera
 Rector del Seminario "S. Ildefonso" Toledo

miércoles, 17 de abril de 2013

"LA VERDADERA LIBERTAD ESTÁ EN ÉL"

La Hna Mª Celeste Gragera, Oblata de Cristo Sacerdote, tiene 25 años, es profesa temporal desde hace unos meses, y, exultante, se presta a hablar con nosotros sobre su opción por Cristo a través de la clausura


¿Por qué estás aquí, en este monasterio de Toledo? Hace relativamente poco ha tenido mucho éxito un libro (Qué hace una chica como tú en un sitio como éste, Edit. Libros Libres) que habla sobre la experiencia de distintas jóvenes que deciden ingresar en la clausura. La vida en clausura no es una broma, ¿cuál es la perla preciosa que has encontrado por la que merece la pena dejarlo ”todo”?

Muchos piensan que me entrego a un ideal, o simplemente a una forma de vida. Y yo les digo que no; no me entrego a ningún ideal sino a una Realidad, a una Persona que es Jesucristo. Él ha sido la perla preciosa por la cual lo he dejado todo, y ese todo me parece nada, cuando le conocí a Él.


Supongo que para tomar la decisión de renunciar a tu propia libertad física, ha de haber una experiencia muy fuerte de encuentro con Jesucristo, ¿podrías dar unas pinceladas de cómo ha sido esta llamada del Señor?

Recorrí un camino de conversión creciente hasta que el Señor me llamó a esta vocación, donde aprendí que la verdadera libertad está en el corazón. Aunque participaba mucho en la parroquia no era una chica muy piadosa, llevaba una vida un poco paralela, hasta que llegó un punto en que empecé a cuestionarme qué sentido tenía ser cristiana. El momento crítico fue cuando salí con un chico que era agnóstico; mi fe comenzó a tambalearse. Dios me empujaba a tomar una decisión, y lo elegí a Él.

¿Hasta entonces te habías planteado alguna vez ser religiosa y de clausura?

No, nunca, ni siquiera se me pasó por la mente. De hecho cuando dejé a este chico, aconteció mi primer encuentro con el Señor. A Él le pedí con mucho fervor, que me diera un esposo para siempre; en ese momento sentí que Él me miraba como el Padre de la parábola del Hijo pródigo, como si nunca le hubiese ofendido. Volvía a la casa del Padre, después de haber estado algunos años de mi juventud, tibia y mundana. Y es como sí Él me dijese en el fondo de mi conciencia: ¿”un esposo para la vida de la tierra, o para siempre”? Y enseguida terminé mi petición: Para siempre, para siempre... Meses más tarde comprendería, que el único esposo que duraba para siempre era Jesucristo. Que era Él mismo quién me habla dado la gracia de desear ser su esposa, de pedir dicha gracia y de dármela.
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Entonces ¿Se cumple en ti aquella afirmación de Benedicto XVI, “Dios no quita nada y lo da todo?

Así es, no me quitó los deseos que tenia de casarme y tener hijos, sino que Él todo lo llevó a plenitud. Me dio como hijos a toda la humanidad y a Jesucristo como único y eterno Esposo. Al igual que mis deseos de ayudar a las personas. En un principio quería estudiar medicina, más tardé me decanté por psicología. Y cuando me encontré con Jesús, Él me enseñó más aún: sanar las enfermedades del alma (Dios quita el mal del pecado), que es la raíz de todos los males.

¿Podrías explicarme cómo se concibe la maternidad espiritual en la clausura?
En la vida de oración continua, y uniendo nuestros sacrificios a la cruz del Señor, Él se sirve de ello para dar vida a las almas-hijas que nos ha dado. Es pensar que ese trabajo o esa oración que haces, es un canal donde se derrama la gracia para quien lo esté necesitando. Como nuestro fin es sobrenatural nuestros medios son también sobrenaturales.

¿Veis de alguna manera los frutos de vuestra oración?

Alguna vez, sí. Pero la mayoría de las veces no, porque la oración puede llegar hasta los confines más insospechados que sólo Dios ve y sólo en la eternidad lo sabremos.

¿Tiene la oración poder para cambiar el corazón de los hombres y, en su caso, la voluntad de Dios?

Sí; salvaguardando siempre su libertad, y teniendo en cuenta que la voluntad de Dios en un sentido amplio es inalterable. Dios siempre escucha la oración de intercesión por nuestros hermanos, cuando se hace con fe y perseverancia, aunque no siempre se realiza cuando nosotros queremos, sino como decía la Madre Maravillas de Jesús: “Cuando Dios quiera, como Dios quiera y donde Dios quiera”.

Siempre me ha llamado la atención la alegría que tienen las monjas de clausura. ¿Estamos “los de fuera” equivocados? ¿Quizás buscamos la felicidad donde no está?


Cuando una persona está llena de Dios, es imposible no irradiar esta alegría y amor a los demás. Descubrí que Dios había puesto en mi corazón y en el de todas las personas, unas ansias infinitas de felicidad, que las cosas finitas, transitorias, no la podían saciar. Recuerdo cuando encontré esta felicidad, y fue cuando Él me dio la Fe en la Eucaristía. Cuando descubrí que allí estaba Jesús vivo en Cuerpo y Alma, mi vida comenzó a cambiar por completo. Esa sed que tenía de su amor y de estar con Él, descubrí que, en el fondo, era la sed que Él tenia de mi amor; exactamente igual que en el encuentro de Jesús con la samaritana. “Si conocieras quién es el que te pide de beber, tú le pedirías o Él y Él te daría agua Viva” o aquella preciosa afirmación de san Agustín: “Nos hiciste para ti y nuestro corazón anda inquieto hasta que no descanse en Ti”.

Vosotras oráis especialmente por los sacerdotes y seminaristas, ¿cuándo comenzaste a tomar conciencia de orar por los sacerdotes? ¿Veías que los de fuera eran conscientes también de ello?

A través de unas circunstancias negativas: por ejemplo, viví de cerca que un sacerdote amigo dejara el sacerdocio, veía la importancia de su misión y por tanto la necesidad de rezar por ellos. Algunas veces me iba a quejar al Señor y se me iluminaban estos pensamientos que me daban mucha paz: ¿has orado por él? ¿te has sacrificado por él? Hay poca conciencia de orar por los sacerdotes todavía; si hubiese más fe, se rezaría más para que ellos tuviesen las gracias que necesitan, pues como dice Nuestro Señor: hay demonios que sólo se van con la oración y el ayuno.

¿Cómo es un día en la clausura? ¿Tenéis tanto tiempo libre como algunos piensan?

Todo nuestro día gira alrededor de la Liturgia de las Horas, que va santificando el día: rezando con los mismos salmos que Jesús rezó. Se entremezclan en el horario los trabajos manuales, sencillos, caseros, como la vida de Jesús en Nazaret, lo cual nos facilita el silencio y la soledad. Dejando que Él vuelva a entregarse en nosotras, orando con nuestro corazón y trabajando con nuestras manos. El tiempo es oro para nosotras, como optamos por una vida de pobreza, lo aprovechamos al máximo para trabajar, para rezar y estudiar.



“Descubrí que Dios había puesto en mi corazón y en el de todas las personas un ansia infinita de felicidad, que las cosas finitas, transitorias, no la podían saciar. Encontré esta felicidad cuando Él me dio la fe en la Eucaristía”





¿Han llegado las nuevas tecnologías a los conventos de clausura? ¿De qué manera mantenéis lazos con el mundo, sin estar en él? ¿Cómo concebís el uso de las tecnologías?

Por estar en clausura no despreciamos las nuevas tecnologías; las consideramos un don de Dios, siempre y cuando se usen moderadamente y para fines buenos. Usamos de ellas sólo en la medida de la necesidad, para poder tener la vida de oración constante y de silencio. Nuestro contacto con el mundo lo tenemos por medio de las visitas familiares, correspondencia, a través de personas allegadas que nos piden oraciones. Leemos algún artículo de algún periódico católico.

Muchos, desde fuera, ven esta vida vuestra como “ineficaz” apartada del mundo, con falta de implicación en la vida cotidiana de la gente, que sufre y padece tantas necesidades. ¿Esto es así? ¿Os replegáis porque el mundo os asusta?

No, más bien al contrario, Recuerdo que nadie se imaginó que yo fuera a optar por la vida de clausura porque era una de las personas más activas de la parroquia. Descubrí que sólo la vida contemplativa colmaba mis grandes deseos de ayudar, porque con el poder de la oración llegas mucho más allá de nuestra limitada naturaleza. Quien ve esta vida como ineficaz es porque le falta fe y porque piensa que todo se puede con esfuerzo humano; pero sin la gracia nada podemos: ”Sin Mí no podéis hacer nada».

Vamos a celebrar en mayo la Jornada pro Orantibus, en la que se toma conciencia de la importancia de que haya cristianos dedicados a la oración. ¿Qué sería de la Iglesia activa si no contara paralelamente con una Iglesia contemplativa?

Sería como un cuerpo sin corazón. De hecho, las personas que se dedican al apostolado, tienen que tener su parte de vida contemplativa, si no resultaría ineficaz, y podría convertirse en una simple ONG. Ahí tenemos el ejemplo de Madre Teresa de Calcuta, la cual pasaba horas enteras en oración antes de salir a atender a los moribundos de las calles. Cuando yo vivía fuera, muchas veces pensaba en esto: “¿Cómo voy a dar a Dios que es Amor, si no estoy llena de Él? Sólo en la oración y en los sacramentos nos llenamos de Él, para después darlo.



“Hay poca conciencia de orar por los sacerdotes todavía; si hubiese más fe, se rezaría más para que ellos tuviesen las gracias que necesitan; como dice Nuestro Señor, hay demonios que sólo se van con la oración y el ayuno”

Entrevista publicada en Cooperador Paulino-España. Abril 2013




  • martes, 16 de abril de 2013

    PASCUA EN CASALGORDO


    Hola, somos Natalia, Mariam y Laura.

    Este año ha sido nuestra primera Pascua en Casalgordo y queríamos compartir con vosotros nuestra experiencia.

     Todo comenzó al realizar nuestra confirmación, ya que más tarde nos incorporamos al grupo de jóvenes de nuestra parroquia, post-confirmación.

     Dentro de este grupo nos fueron comentando las diversas actividades en las que podíamos participar, como la semana de la infancia, convivencia en Corral de Almaguer, …. Acercándose al momento de la Semana Santa, durante los días de Cuaresma, nuestros monitores del grupo nos fueron informando sobre la Pascua que se venía realizando todos estos años en Casalgordo y que por lo tanto este año nos daban la oportunidad de poder vivir de forma diferente la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Muchos de los jóvenes más grandes nos animaban a participar y como nosotras no nos quedamos atrás no pensamos dos veces en apuntarnos. Aunque muchos de estos compañeros nos contaron sus experiencias personales, pocas se ponían en común entre ellos porque cada uno vivió de una manera diferente su Pascua.

     

    El miércoles llegamos a Casalgordo, tras las confesiones generales, para comenzar con buen pie nuestra Pascua. Después de la presentación, nos marchamos a Toledo a ver una procesión. En la zona de los cobertizos, sufrimos algunos momentos de gran tensión.

     

    Todos los días rezábamos, nada más levantarnos, Laudes y nos daban charlas de las que más tarde reflexionábamos y meditábamos en grupos. Realizamos un Vía Crucis por la villa en el que narraron varios testimonios de sus experiencias durante toda su vida. Visitamos a enfermos y vimos las procesiones de Sonseca. Una de las cosas más importantes, y que más nos ayudo y nos llamo la atención, fue la Hora Santa y los turnos de vela. La meditación delante de la Cruz fue también un momento muy íntimo y especial.

     

    Cada una de nosotras llevábamos unos objetivos distintos de cómo poder aprovechar la Pascua e intentar sacarla el mayor partido posible. Algunos objetivos eran vivir más cerca del Señor, aclarar ideas y dudas, …

     
    Donde nos sentimos más cerca de Él fue en el Desierto porque tuvimos tiempo para meditar sobre nuestra vida. Cada uno iba buscando el sitio perfecto donde poder encontrarse espiritualmente con Dios mediante la oración.
    Regresamos a Sonseca con un muy buen sabor de boca y con muchas ganas de volver el año que viene. Pero esto no se acabó aquí, ya que por la noche acudimos a la Vigilia de Resurrección y al posterior chocolate.

     Desde aquí queríamos agradecer a todas esas personas que hicieron posible esta Pascua en familia, a los que rezaron por todos nosotros durante y después de la Pascua y a Él y a Ella por ponernos en el mismo camino por estos momentos. ¡Muchas Gracias!

     

                 Un saludo. qDtb+

     

    Laura Valentín de la Cruz

    Natalia García de Blas López

    Mariam Dorado Largo

     

     

    lunes, 15 de abril de 2013

    OCTOBER BABY

    El productor de cine Cecil Stokes siempre quiso hacer una película con el título "October baby". Pensó que un bebé así, sería un bebé sin nombre. Tecleó en Internet "bebé sin nombre" y lo primero que apareció fueron las palabras "superviviente del aborto".

    "No sabía que estas palabras podían ir juntas", explica Stokes.

    Y así nació una película sobre un tema nunca antes filmado: sobre una persona que sobrevivió a ser abortada, y con secuelas físicas. Aunque en realidad, tanto los responsables de la película como los críticos coinciden en que el gran tema de fondo es quizá aún más contracultural: el perdón. Esta es "October baby, cada vida es bella", que llega este fin de semana a las pantallas españolas.

    Con frescura, directa al corazón

    Estrenada con bastante éxito en Estados Unidos hace más de un año (la octava más vista esa semana), esta pequeña y fresca producción independiente va directa al corazón y al alma, mediante la belleza y los sentimientos.

    Hannah, la protagonista, interpretada por la actriz Racher Hendrix, es una joven universitaria de 19 años que sufre de epilepsia, asma y depresión. El origen de estos males, al principio desconocido, se revela después: sobrevivió a un aborto.

    Con ayuda de un sacerdote, pese a la confusión y el desconcierto, Hannah emprenderá el camino para reencontrarse con su madre biológica, la mujer que intentó matarla. Su investigación tiene mucho de road movie, de viaje vital y de maduración.

    El caso real de Gianna Jessen
    El caso real en el que se basa la película es el de Gianna Jessen. Su madre estaba embarazada de siete meses y medio de embarazo cuando decidió someterse a un aborto por inyección salina, que mata al bebé por envenenamiento y quemaduras. Pero aquel bebé, Gianna, sobrevivió al procedimiento. Su madre la entregó en adopción.

    "Yo soy la persona que ella abortó. Viví en vez de morir. Mi madre estaba en la clínica y programaron el aborto a las 9 de la mañana. Afortunadamente para mí, el abortista no estaba en la clínica al yo nacer a las 6 de la mañana del 6 de abril de 1977. Me apresuré. Estoy segura que si él hubiera estado allí, yo no estaría aquí hoy, ya que su trabajo es terminar la vida, no sostenerla. Hay quien dice que soy un ‘aborto fracasado’, el resultado de un trabajo mal hecho", afirmó Gianna ante el Congreso de Estados Unidos cuando tenía 19 años de edad.

    Gianna explica que continuamente conoce más supervivientes: "Regularmente me contactan por sobrevivientes que me escucharon o me vieron en un programa o cuando hablo, y descubren que no están solos". En EEUU, los productores de "October Baby" decidieron destinar el 10% de las ganancias de la película para la fundación Cada Vida es Bella (Every Life is Beautiful), que distribuirá a su vez el dinero entre organizaciones que ayudan a mujeres que enfrentan crisis de embarazo, agencias de adopción que apoyan la vida y orfanatos.

    Giros narrativos y tensión continua
    Uno de las enseñanzas de la película es que la vida es bella pero hay que afrontarla desde la verdad. Otra es que es en un mundo con falta de amor, surge la pregunta: "¿por qué mi madre no me quiso?"

    La película se desarrolla mediante varios giros narrativos, de forma que los misterios familiares parecen dar siempre paso a más y más misterios que mantienen la intriga y la carga emocional.

    El ser humano es hermosamente defectuoso, y hay que odiar el delito pero no al delincuente”, dice un personaje que sabe mucho de crímenes. En general, los personajes son entrañables y de gran humanidad, incluso los que hicieron cosas horrendas.

    Los actores hacen un buen trabajo: Rachel Hendrix es expresiva; John Schneider y Jennifer Price -sus padres en la ficción- dan el contrapunto adecuado. La banda sonora incluye canciones muy hermosas. Y después de los títulos de crédito, que nadie se levante, que hay una sorpresa final.

    Web de la película: www.octoberbabypelicula.com (con lista de cines)
    Facebook del estreno español AQUÍ

    Trailer especial de la película con testimonios españoles
    Publicado en ReL

    sábado, 13 de abril de 2013

    III DOMINGO DE PASCUA

    Evangelio

    En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: estaban juntos Simón Pedro; Tomás, apodado el Mellizo; Natanael, el de Caná de Galilea; los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: «Me voy a pescar». Ellos contestan: «Vamos también nosotros contigo». Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: «Muchachos, ¿tenéis pescado?» Ellos contestaron: «No». Él les dice: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis». La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro: «Es el Señor». Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: «Traed de los peces que acabáis de coger... Vamos, almorzad».
    Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?» Él le contestó: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Jesús le dice: «Apacienta mis corderos». Por segunda vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?» Él le contesta: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Él le dice: «Pastorea mis ovejas». Por tercera vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez: «¿Me quieres?», y le contestó: «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero». Jesús le dice: «Apacienta mis ovejas. En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras». Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió: «Sígueme».

    Juan 21, 1-19
     
    Cuando Pedro reconoce a Jesús, salta para ir a su encuentro. En el tercer domingo de Pascua, la Iglesia revive a través de la Liturgia la tercera aparición de Cristo resucitado a sus discípulos, según el testimonio del evangelista san Juan. Jesús se muestra a los discípulos junto al lago de Tiberíades y obra en ellos un cambio admirable: al principio, no saben que es el Señor, después de cumplir su palabra y comer con Él saben bien que el Señor les acompaña. La Palabra y el Alimento otorgan la sabiduría de la fe. ¡Dichoso banquete en que el Señor sirve a los comensales, les prepara el alimento, les reparte su palabra y les otorga la sabiduría! No hay saber más importante en esta vida que aquel que permite reconocer al Señor. En el Evangelio de este domingo se nos desvela la manera de alcanzar la sabiduría que es Vida: acompañar a Pedro en el salto que le lleva a Jesús. El relato de la tercera aparición de Jesús resucitado se desarrolla en dos momentos: primero, pesca y encuentro; después, diálogo con Pedro. En aquél se describe el salto que lleva a Pedro de la barca a la orilla; en éste, Jesús pide a Pedro el salto definitivo, el del amor incondicional hacia Él.

    En el primer momento, hallamos comunidad, trabajo, confesión y encuentro. Las apariciones previas de Jesús han empezado a curar las heridas del miedo, de la increencia y de la división. Los discípulos vuelven a reunirse: juntos afrontan tareas de antaño. Estar ociosos aleja del Resucitado. Jesús se aparece cuando ellos están trabajando. Lo hace a cierta distancia, desde la orilla. No habrá encuentro si no se supera la distancia de la desconfianza. Con la resurrección de Cristo todo se renueva. Pedro, en cierto modo, lo sabe y busca su nuevo inicio. Tras una noche de pesca infructuosa, Jesús lo llamó y lo hizo pescador de hombres. Ahora, una nueva pesca extraordinaria evoca el primer encuentro. Juan confiesa con los labios, Pedro con su salto. En otro salto a las aguas sintió el peso de la duda y comenzó a hundirse. Ahora la fe quiere firmeza definitiva y la encuentra en las palabras y en las obras que identifican de forma inequívoca a Cristo resucitado. En la orilla Jesús espera, acoge e invita a comer. Sus palabras y sus gestos sobre los alimentos despejan las dudas y abren al verdadero conocimiento; lo saben bien, Jesús es el Señor y come con ellos.

    En el segundo momento, hallamos un diálogo singular: preguntas que se repiten por tres veces, respuestas que consolidan la confianza, encargo de misión que sólo desde el Amor del Buen Pastor se puede llevar a cabo. La firmeza de Pedro no descansará más en sus propias fuerzas, o en lo que él crea saber de sí mismo, sino en Quien le conoce y le ama sin límites. Confiesa amor por tres veces, quien tres veces renegó; y por tres veces recibe misión de pastoreo quien ha experimentado el amor de Cristo que elige, perdona y envía. Para confirmar en la fe, hay que estar firme en el amor. Y el amor que el Señor pide, por ser respuesta al infinito que Él concede, exige expropiación y seguimiento. Con su salto, Pedro venció miedos, salvó distancias, secundó palabras eternas, comió manjar de sabiduría, halló perdón, fue examinado de amor y recibió encargo para apacentar. A cada uno según su vocación, pero a todos se nos pide saltar. El salto de Pedro es el salto de la fe.
     
    + José Rico Pavés
    obispo auxiliar de Getafe

    viernes, 12 de abril de 2013

    "SI NO HAY PERSECUCIÓN...


    Eduardo Verástegui durante la entrevista

    ...ALGO NO VA BIEN

    «Si no hay persecución, es que algo está mal»

    El actor mexicano Eduardo Verástegui ha venido a España para promocionar For greater glory (Cristiada), la última película en la que ha participado. Esta obra pretende «inspirar a los católicos para que no tengamos miedo de defender nuestra fe» hasta dar la vida. Porque, «si pones tu fe en el centro de tu vida, es imposible que no haya persecución»


    Esta película cuenta un episodio oscuro de la historia de México, la guerra cristera entre 1926 y 1929. ¿Cómo se vivía el recuerdo de esta guerra en su país, durante su juventud?
    De joven, no la conocí. Plutarco Elías Calles, el Presidente que comenzó esta persecución religiosa, fundó un partido político [el PNR, luego PRI], que gobernó México durante muchos años, y sacaron de las escuelas toda esta información, enterraron la historia. En las familias se hablaba muy poco de ello. No es que estuviera oculto del todo, no se puede ocultar el sol con un dedo: había familiares a los que les tocó ser parte de ello. Pero era una herida delicada, no se tocaba mucho, y en su gran mayoría el pueblo no conocía la historia. Yo la descubrí haciendo un retiro espiritual en un monasterio. Uno de los sacerdotes me dijo que por qué no hacía una película sobre la guerra cristera. No sabía de qué me estaba hablando. Me enseñó unos libros y empecé a preguntar, a investigar. Ahí fue donde descubrí esta parte oscura de mi país, que causó la muerte de más de 200.000 mexicanos.
    Hoy se viven otras formas de persecución, quizá incruentas. ¿Cómo reaccionar ante ellas?
    La Iglesia siempre ha sido perseguida ayer, hoy, y lo seguirá siendo hasta el fin de los tiempos. Esta película, además de entretener, pretende inspirar a los católicos para que no tengamos miedo de defender nuestra fe hasta el grado de que, si tenemos que dar nuestra vida, digamos que sí como nuestros hermanos mayores en la fe, estos mártires que, más que mexicanos, son de la Iglesia universal.
    Si no hay persecución es que algo está mal. En el momento en el que pones tu fe en el centro de tu vida, y todos los días intentas dar lo mejor de ti para alcanzar la santidad a la que eres llamado, es imposible que no haya persecución. La va a haber de diferentes maneras, y Dios te va a dar lo que tú puedas aguantar. De esa manera, vas probando tu capacidad de amar. ¿Cómo te das cuenta de cuándo amas? Cuando cuesta trabajo, cuando hay persecución, cuando tienes que aguantar y controlar el impulso de defenderte. La caridad y el amor deben gobernar siempre todos tus actos. Por eso, necesitas una vida sacramental, comulgar y rezar el Rosario todos los días, y poner en práctica todos los instrumentos que nos da la Iglesia para vencer las tentaciones, y salir airosos en esta peregrinación. No estamos solos: Dios más uno es un ejército, y con Su gracia todo es posible.
    La guerra cristera provocó la primera oleada de inmigración mexicana a Estados Unidos, donde los hispanos ahora son parte importante de la población. ¿Qué papel juegan en la nueva evangelización de ese país?
    Estados Unidos no es un país católico sino protestante. Sin embargo, la Iglesia católica ha ido creciendo, y en gran parte, gracias a la comunidad hispana. Más que inmigrantes, tenemos que vernos como misioneros. Emigramos a un país buscando mejores oportunidades, pero lo principal es vivir nuestra fe, salvar nuestras almas y traernos a cuantas podamos con nosotros. Esto es lo que hace que seas misionero, y éste es el espíritu que tiene la comunidad latina. Es una lucha de todos los días. Tampoco se puede decir que todos los hispanos sean misioneros, porque no es cierto. Pero hay mucha gente buena que está haciendo cosas muy positivas. Creo que, dentro de un tiempo, Estados Unidos será un país católico.


    Eduardo Verástegui en un fotograma de la película

    Hoy en día, no es fácil abordar un tema como el de esta cinta, ni hablar de las verdades de la fe. ¿Cómo se puede llegar a la gente?
    La única manera es contar la verdad con caridad. Cada uno tenemos que pedirle a Dios que nos regale la caridad que necesitamos para que gobierne todo lo que hagamos. También necesitamos formación, estudiar apologética, para poder responder a aquel que nos pregunta por nuestra fe, pero siempre con caridad. Sólo con caridad, sin formación, no podemos evangelizar. Y sólo con formación, sin caridad, causamos que la gente se aleje más porque se siente humillada. Si juntas formación y caridad, ahí está la verdad.
    Otra faceta de la evangelización es la acción caritativa.
    No puedes hacer una cosa en tu carrera y en el resto de tu vida no hacer nada. Yo trato de que mi carrera y mi labor humanitaria vayan de la mano, se complementen y se ayuden. Tenemos la productora, para hacer películas que entretengan pero también marquen una diferencia en la vida de las personas, elevando la dignidad del ser humano, y elevando el intelecto de la audiencia hacia lo que es bueno, bello y verdadero. Aparte, tenemos dos ONG que pretenden hacer lo mismo, sirviendo a los más necesitados: Manto de Guadalupe, dedicada a la defensa de la vida, y Seamos héroes, para combatir la pobreza extrema. Hay tanta riqueza en este mundo que, si estuviera mejor distribuida y hubiera más amor, no debería existir pobreza.

    María Martínez López