"Puse en el Señor toda mi esperanza; El se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Me sacó de la fosa de la muerte, de lodo y del pantano; puso mis pies sobre una roca, y me plantó en terreno firme. Puso en mis labios un canto nuevo , un himno de alabanza a nuestro Dios. Al ver esto, muchos tuvieron miedo y pusieron su confianza en el Señor". (Salmo 40,1-3)
Cansado(a) y sintiendo que su mundo se le viene abajo, David, el salmista, se encontraba en uno de esos momentos que tu conoces muy bien, uno de esos momentos que tu has tenido. Un momento de desesperación.
Ahí estaba David, en medio de un pantano. Ese lugar donde uno se va hundiendo poco a poco, no de repente. Mientras uno intenta salir, más se hunde. Cada intento falla; cada medida empeora las cosas. Al sentir que ningun intento da resultado, la desesperación entra en escena. Pero de repente ocurre un milagro, pudo poner sus pies en tierra firme y David estaba cantando una canción de alabanza a Dios.
En medio del pantano, David no se llenó de desesperación, sino que se mantuvo tranquilo. Entendió que el lugar donde él se encontraba no era definitivo. Descubrió que en algunos casos, es mejor permanecer calmados y dejar que Dios sea Dios. Descubrió que eso de sentirse, de vez en cuando, impotente ante una circunstancia; a eso de huir de una prueba para luego tener que enfrentarla de nuevo, a eso de avanzar y no llegar, a eso de planear y no lograr...a eso no se le llama mala suerte, desgracia o castigo, se le llama enseñanza. Descubrió que la fe es algo que, cuando realmente existe, comienza a actuar cuando ya nada se puede hacer.
En un momento, David se dijo a sí mismo: "En lugar de estar cantando la canción vieja, mejor me pondré a cantar una canción nueva. En lugar de estar sólo hablando de mis problemas, de las cosas malas que están sucediendo, de lo poco que me valoran, de lo mal que me están tratando, me pondré a cantar lo que Dios es. Lo que El puede hacer por mí". Y comenzó a orar y a gritar su victoria...y antes de que se diera cuenta, sus pies estaban en tierra firme y la gente estaba sorprendida de ver cómo habían logrado salir de allí. Su mayor dificultad se volvió su mayor testimonio.
Ellos esperaban ver a David hundirse en la desesperación, sin embargo, lo ven de pie en terreno firme, cantando alabanzas al Señor. Qué es eso que algunos tienen que los hace avanzar cuando otros retroceden?¿ Qué es eso que algúnos tienen que los hace permanecer de pie cuando los demás se derrumban? David nos respondió: "En el Señor puse toda mi confianza". No pongas tu esperanza en otra cosa. Las demás cosas se llevan nuestra esperanza como el viento se lleva el humo.¿Qué es lo que te quita la esperanza y te hace entrar en desesperación? Has perdido dinero? ¿Has perdido el trabajo? Un penosa enfermedad? ¡Una relación con alguién que se desploma?
El mismo Dios que tomó la mano de David cuando la levantó para alabarle en medio del pantano, es la misma mano que quiere tomar tu mano ahora, para sacarte de cualquier pozo de desesperación y poner tus pies sobre terreno firme. Antes de que te des cuenta estarás cantando exactamente igual a como lo hizo David.
Los tiempos han cambiado, las generaciones han cambiado pero los planes de Dios no han cambiado. El todavía sigue buscando hombres y mujeres con un corazón en el que no haya engaño. ¿Donde están esos hombres y mujeres espectaculares que la Biblia narra?:
"...Quienes por la fe conquistaron reinos, hicieron justicia, obtuvieron promesas, cerraron bocas de león, apagaron la violencia del fuego, escaparon del filo de la espada; siendo débiles fueron hechos fuertes, se hicieron poderosos en la guerra, pusieron en fuga ejercitos extranjeros." (Hebreos 11,33-34)
Anda buscando hombres y mujeres en los que desarrollar grandes cosas y ponerles al frente de grandes empresas. Esos hombres y mujeres no se han extinguido todavía. Quedan muchos caminando por nuestras calles. Y tú que me estás leyendo quizás eres uno(a) de esos o de esas. Eres uno de esos luchadores que aun sigues de pie. Muchas cosas no te han salido como las has planeado, pero todavía sigues dando la batalla. Tu eres uno de esos conquistadores de reinos de los que habla la Biblia.
Uno de esos con una fuerza interior imparable, demos Gloria a Dios por la gente como tú, gente que ha movido piedras del camino para seguir adelante. Tu sabes a lo que me refiero. Has aguantado quiebras economicas, inundaciones, fracasos familiares y fracasos de todo tipo. Soledades, enfermedades, traiciones y aún sigues de pie y con esperanza. Es porque tienes un corazón de luchador.
El enemigo ha querido manipularte y detenerte pero tu todavia sigues peleando.El enemigo ha querido que te rindas y que lo dejes todo, pero tu sigues ahí, en la lucha. Lo sabe Dios. Las y los heroes bíblicos modernos tienen una fuerza extraordinaria para vivir bajo presión, y aún así ser imparables en su camino. Si alguien los tira desnudos en el desierto más inhóspito, en menos de 18 meses los veremos salir de ese desierto con las manos llenas de frutos cosechados en algun oasis, vistiendo un traje hecho con la piel de algún león que se atravesó en su camino queriendote devorar, y con unos zapatos de piel de cocodrilo. Tienes unas caracteristicas extraordinarias y Dios lo sabe. Eres un tarzan, un sobreviviente de muchas batallas. Eres casi una leyenda. Pero creo que tal vez eres tu el que no lo sabes.
El plan de Dios para nuestra vida siempre requerrirá ciertas dificultades y ciertos obstáculos para que se desbloqueé el tesoro que llevamos dentro. Uno se abandona rapidamente durante la prueba y se desanima por los obstaculos. Los ejemplos de la Biblia, con los héroes de la Carta a los Hebreos no. Lo maravilloso es que esos hombres y mujeres, inspiradores, no están encerrados sólo en las páginas de mi Biblia.
Están en nuestro camino todas las semanas: Muchos de ellos caminan por nuestros vecindarios, a muchos los hemos visto con nuestros propios ojos. Están en nuestra lista de conocidos, en nuestro árbol genealógico. La gente de la que estoy hablando es gente común y corriente pero con una particularidad muy especial, se niegan a darse por vencidos.
Necesitamos de esa gente desesperadamente, gente de grandes corazones, capaces de salvar lo que queda en nuestras familias y en nuestra sociedades, pero esos hombres se han quedado estancados por circunstancias de su pasado. Algun fracaso o mala experiencia le han estancado en algun momento de su historia. Se han quedado dando vueltas en alguna decepcion que tuvieron. Se han quedado dando vueltas en alguna mala experiencia del pasado, en algun errror, en alguna equivocación que cometieron. Se han detenido como el agua estancada y el agua estancada se pone hedionda. Nada se puede hacer con ella. Tiene que ponerse en movimiento para que sirva a los demás. Como cuando Mufasa, el papa de Simba, en la película el rey León, aparece el reflejo del rostro de Simba en el agua del lago y le dice: !Recuerda quién eres!
Necesitamos urgentemente de esos y esas heroes modernos. Tienes que hacer algo por lo que queda de tu familia, de tus hijos, de tu esposa(o), por lo que queda de tu padre y de tu madre.
Tienes que hacer algo por tus compañeros de trabajo, por tus empleados, por tus amigos, pos tus hermanos de la Iglesia, por la Iglesia en sí, por la sociedad, por tu país. Quién lo tiene que hacer eres tu y no otro. Por una vez rompe con esa tendencia de que no puedes hacer nada porque eres solo una persona "ordinaria". Dios es capaz de perdonar todos nuestros errores y devolvernos los sueños y los planes originales que tenia para nosotros y nuestra familia. Pero alguién tiene que hacer algo pero ese alguién no es Dios; ese alguién eres tu, porque tienes un buen corazón, porque en el fondo de ti hay una persona grande y buena que esta durmiendo, llena de buenas cualidades y grandes dones. Despierta de una vez. Metete en el campo de batalla. Urge que alguién haga algo y ese alguién eres tu.
Es tiempo de pelear por una mejor vida.
Publicado en ReL por Luis López Cózar
(Artículo retocado del original de Saulo Hidalgo)
2 comentarios:
Uffff!
esto es para leerlo y releerlo mas de una vez, lo copio vale? porque parece que me estaba esperando el Señor aqui. Quiero ser esa luchadora!
GRACIAS y la Paz
Que barbaridad!!!Este salmo 40 se cumplió en mi!!y doy fé de que lo que vi al salir del abismo, fué mi salvación!!!!
Me encanta tu entrada, y te sigo...La Paz este contigo hermano.
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