Su madre decidió abortar cuando su criatura tenía siete meses de gestación. Le inyectaron una solución salina que el bebé traga y que le quema por dentro y por fuera. Milagrosamente Gianna nació viva y ahora cuenta su testimonio lleno de fe en Jesús, de esperanza y de perdón. No hay rencor ni juicio en sus palabras.
Estas son las obras que el Señor hace y que nos llenan de admiración.
2 comentarios:
Menudo testimonio para rebatir a unos cuantos.
Me encanta que vayan perdiendo el temos de pensar que han sido casos raros. Su coraje nos interpela a todos.
Besos
¡Qué bien está este testimonio!
Saludos
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