Ya cercana la cuaresma y acogiendo las palabras del Papa Francisco para este año, hemos querido hacer una recopilación de actos sencillos de caridad que muchas veces pasamos por alto pero que, en su sencillez son manifestaciones concretas del amor de Dios. Un corazón que se ha encontrado con Él no puede permanecer indiferente a los demás. ¡No privemos a los demás de nuestra sonrisa, de nuestra alegría, de la esperanza que nos da Cristo! El mundo lo necesita.
Por lo tanto, para vivir este testimonio de la caridad es indispensable el encuentro con el Señor que transforma el corazón y la mirada del hombre. En efecto, es el testimonio del amor de Dios hacia cada uno de nuestros hermanos en humanidad que da el verdadero sentido de la caridad cristiana. Ésta no se puede reducir a un simple humanismo o a una empresa de promoción humana. La ayuda material, aun siendo verdaderamente necesaria, no lo es todo en la misma caridad, que es participación en el amor de Cristo recibido y compartido. Toda obra de caridad auténtica es, por lo tanto, una manifestación concreta del amor de Dios a los hombres y por ello se vuelve anuncio del Evangelio ¡Que en este tiempo de Cuaresma, los gestos de caridad, cumplidos generosamente, permitan a cada uno avanzar en el camino hacia Cristo, que no cesa de salir al encuentro de los hombres!Benedicto XVI
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