jueves, 9 de septiembre de 2010

LA NEVERA NUESTRA DE CADA DIA


Angel Sánchez Toledano es un padre de familia que además de otras muchas cosas, hace un BLOG que se llama SIETE EN FAMILIA y del que ya hemos hablado en alguna ocasión. La entrada de hoy, se refiere a otra que nos ha parecido un testimonio precioso de cómo vivir en familia el tesoro de la oración y la intercesión.


Desde que nacieron nuestros hijos, la nevera ha tenido un papel importantísimo en nuestra familia. Este electrodoméstico ha recibido el encargo de realizar dos funciones. La primera cumpliendo su misión principal de almacenar alimentos que necesitan ser conservados en ella y la segunda ,ofrecer su puerta como mural para ir colocando un sinfín de papeles de cualquier tipo. Los adornos con la que la hemos vestido, nos habla de las etapas que nuestra familia ha vivido con ella.

Comenzaron los recordatorios de visitas al pediatra, compra de pañales, leche, y productos de bebé. Colgábamos divertidas fotos con cada uno que llegaba. Y los colores la abordaban. Diseño de Agata Ruiz de la Prada, al estilo siete en familia.

En unos años, el traje se cambió ,y faltaba sitio para colocar los primeros dibujos, las poesías, las dedicatorias a papá y mamá, que todos querían exhibir en nuestra nevera. Olvidarnos alguno, era causa de protesta, llanto y disgusto.

Llegó el momento de realizar encargos, tener horarios establecidos, elaborar el menú semanal para no coincidir con el colegio, las primeras oraciones para aprender, salidas programadas, etc. Nuestra nevera empezaba a ser más austera y exigiendo un poco más de responsabilidad.

Las comuniones llegaron, y empezó el tiempo de un compromiso espiritual más profundo. Empezamos a tener un hueco en nuestra nevera, donde pusimos un folio donde sólo constaba un título: Intenciones. Allí cada uno apuntaba cada día lo que quería que se llevara a la oración. Comenzaron con cosas muy sencillas y propias de almas inocentes, hasta que empezamos a ver detalles hermosos que emocionaban. Allí se incluían peticiones por exámenes, profesores que no caían bien, padres que se separaban, secretos, donde sólo se ponía: “rezar para no decir nada de lo que me ha contado tal”. Con los más pequeños siempre hemos podido comprobar lo que significa la oración simple. La que gusta a Dios, sin complicaciones y directa al corazón.

¿Cómo está ahora la puerta de nuestra nevera? Pues casi con hábito monacal, porque lo que más abunda son las plegarias. Hoy lo comparto con vosotros. El folio de las intenciones sigue presente. Las peticiones han cambiado y hay mucho sufrimiento en algunas de ellas. Ahora solemos poner las que nos piden; que si un enfermo, que si una operación, exámenes, conversión de las almas, amigos en dificultad, el Santo Padre, las onomásticas, cumpleaños, acontecimientos , personas que no conocemos pero que nos encomiendan, por supuesto todos los blogueros a los que prometo nuestras oraciones. Hay una que siempre está: “por todos aquellos que nos cuesta amar, y los que no se sienten amados, para que el Señor los bendiga y les mande consuelo siempre”.

Otra hoja, contiene una frase, un texto o un mensaje de la Virgen, sobre todo en sus últimas apariciones de Medjugorje, que intentamos poner en práctica. Ponemos la lista de los sacerdotes -que pedimos en nuestra campaña por el año sacerdotal- añadiendo cada día el correspondiente. Y entre medio de los huecos la llenamos de las fotos que nos envían. Ahí podemos por ejemplo encontrar a Manuel, nuestro seminarista de Getafe, o Marc, el sobrino de un amigo que tiene síndrome de Down y que está sonriendo con una mirada, que te hace elevar una acción de gracias a Dios por el amor que irradia. Sacerdotes, religiosos, as, amigos, gente que quiere que los encomendemos y que de esta forma resulta imposible olvidarse ni un día de ellos.

Nuestra nevera, se ha convertido en parada obligatoria de todos los que nos visitan, todos se detienen a leer y contemplar lo allí expuesto, y siempre nos demandan una explicación de quien es quien. En más de una ocasión nos han dicho: “desde hoy ponedme a mí también”.

Así que ya sabéis, si necesitáis algo, una intención especial, sabed que al recibirla aquí, pasa a la puerta de la nevera, para que desde allí siete plegarias suban hacia el cielo.

Ángel ST

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