viernes, 20 de marzo de 2009

SONRIE: ES CUARESMA



El Evangelio del primer domingo de Cuaresma nos indica que desde el comienzo de su vida pública Jesús predicaba: “Creed en el Evangelio” (Mc. 1, 15). Se dice que Mahatma Gandhi leyó la Biblia y concluyó que tenía que ser ficción porque no había conocido a ningún cristiano (aunque conocía a muchos que decían serlo). Durante la Cuaresma, ¿se nota que somos cristianos que creemos en una Buena Nueva o parecemos personas que están de funeral?
Si lloramos por haber ofendido al Señor con nuestros pecados (que hasta los veniales hieren Su Bondad), ese dolor nos debe llevar a echarlos de nuestra vida, no echarlos de menos como a los seres queridos que lloramos. Renovamos cierta disciplina en nuestras vidas, pero, si creemos en el Evangelio y queremos más a Dios que a los pecados que enterramos, no lo haremos añorando lo que sacrificamos. Además, se notará en nuestra sonrisa, como nos muestra este artículo de la Agencia Fides.
AFRICA/BENIN - “¡Sonríe, es Cuaresma"!: carta del Obispo de Natitingou

Natitingou (Agencia Fides) - “La palabra Cuaresma no significa tristeza, amargura, aridez… Es más bien un tiempo privilegiado de 40 días que la Iglesia nos da. En la Biblia el número cuarenta evoca un período particular en el que Dios nos invita a vivir con Él. ¡Estar con Dios, que felicidad! Pero ¿se puede ser feliz sin sonreír?”. Es la pregunta que plantea Su Exc. Mons. Pascal N’Koue, Obispo de Natitingou (Benin), en el periódico “Caminos diocesanos de Natitingou” de febrero del 2008.
Respondiendo a la pregunta “¿por qué sonreír?”, el Obispo explica que “la sonrisa franca y sincera expresa la sustancia de nuestro ser como creyente. El que no cree y no tiene ninguna esperanza en el Dios Amor permanece en la oscuridad. Por el contrario, quién ama y tiene conciencia de ser amado por Dios, vive en la alegría de Dios. Y todo en él es alegría. Esta alegría aumenta su dinamismo y es contagiosa".Quien no sonríe se hunde fácilmente, nacen en él malos pensamientos, su corazón está en guerra con todo. Quien sonríe, aún durante las pruebas, sabe que después de la lluvia llega el buen tiempo. “Al hombre que sonríe, incluso los obstáculos le sirven como escalera para crecer en santidad” afirma al Obispo, quien continúa: “Se nos da la Cuaresma para volver a Dios, volver nuestros corazones hacia Dios. Si nuestro entorno espiritual y moral está contaminado, se deben tomar medidas adecuadas".
El Obispo de Natitingou exhorta a recuperar la auténtica sonrisa al corazón de nuestras relaciones: “cuanto menos se sonríe, más aumentan las tentaciones, ¡ por tanto, sonreíd!… Ofreced una sonrisa a quien rechaza la vuestra, a vuestros vecinos o familiares que os ponen nerviosos, a vuestros superiores que, quizás, se han convertido en una cruz pesada para vosotros, a vuestro párroco, a vuestro Obispo… Se reconocerá en nuestra sonrisa si estamos viviendo bien la Cuaresma.“
La Biblia no habla de sonreír, no nos dice que Jesús sonriera, sin embargo “si los niños corrieran detrás suya, es porque fácilmente les sonreía de forma generosa. Los niños huyen como de la peste de las personas que no les muestran un rostro sonriente. La sonrisa atrae más que el oro y la plata, sobre todo la sonrisa pura, inocente y desinteresada del niño, del pobre y del sencillo. Recordad la sonrisa luminosa de Juan Pablo II y de la Madre Teresa. Sí, cuando el corazón descansa en Dios, la sonrisa es cautivadora, celestial, divina“.
Mons. N’Koue exhorta: “rezad, ayunad, multiplicáis las obras buenas a vuestro alrededor, pero no olvidéis sonreír sobre todo a vuestros enemigos. Es Cuaresma, ayudaos recíprocamente, amaos, reconciliaos, perdonaos, dejad de perseguiros; en una palabra sonreíd de buen grado, porque la sonrisa hace todo más bonito“. Después de algunos consejos prácticos para vivir la Cuaresma, el Obispo exhorta a poner a Dios en el centro de nuestras vidas, de nuestras familias, de nuestras comunidades, y concluye: “Que en la alegría del Espíritu Santo, todos se vuelvan realmente hacia Dios cada día de la cuaresma". (S.L) (Agencia Fides 6/2/2008)
En
el texto completo de la carta del Obispo (descargable en francés al pie de la página), dice además Mons. N’Koue que la Cuaresma se trata de “rezar mejor, de cumplir bien los deberes del estado de uno en la vida, de ser bondadosos con todos y de quitar todos los obstáculos para acercarse al sacramento de la Penitencia y de la Eucaristía”.


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