lunes, 16 de marzo de 2009

CATECISMO




La oración de acción de gracias
2637 La acción de gracias caracteriza la oración de la Iglesia que, al celebrar la Eucaristía, manifiesta y se convierte más en lo que ella es. En efecto, en la obra de salvación, Cristo libera a la creación del pecado y de la muerte para consagrarla de nuevo y devolverla al Padre, para su gloria. La acción de gracias de los miembros del Cuerpo participa de la de su Cabeza.

2638 Al igual que en la oración de petición, todo acontecimiento y toda necesidad pueden convertirse en ofrenda de acción de gracias. Las cartas de San Pablo comienzan y terminan frecuentemente con una acción de gracias, y el Señor Jesús siempre está presente en ella. "En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de vosotros" (1 Ts 5, 18). "Sed perseverantes en la oración, velando en ella con acción de gracias" (Col 4, 2).



SALMO DE ACCION DE GRACIAS 34
Bendeciré al Señor en todo momento,
su alabanza estará siempre en mi boca.
Mi alma se gloría en el Señor:
que escuchen los pobres y se alegren.
Repetid conmigo: ¡El Señor es grande!
Ensalcemos juntos su nombre.
Consulté al Señor y él me respondió,
me libró de todos mis temores.
Contempladlo y seréis felices,
vuestro rostro no quedará avergonzado.
Este pobre gritó, el Señor lo escuchó
y lo libró de todas sus angustias.
El ángel del Señor acampa
en torno a los que lo temen, y los libera.
Gustad y ved qué bueno es el Señor:
dichoso el que se acoge a él.
¡Teme al Señor, pueblo consagrado al Señor!
Pues nada falta a los que lo temen.
Los ricos empobrecen y pasan hambre
pero nada falta a los que buscan al Señor.
Acercaos, hijos, y escuchad:
voy a instruiros en el temor del Señor.
¿Quién de vosotros no desea la vida?
¿Quién no quiere una vida larga para prosperar?
Guardad, entonces, vuestra lengua del mal,
y vuestros labios de decir mentiras.
Evitad el mal y haced el bien,
buscad la paz sin descanso.
El Señor cuida siempre de los justos,
y escucha atentamente sus clamores.
El Señor se enfrenta con los malhechores,
y borra de la tierra su memoria.
Los justos gritan; el Señor escucha,
y los libra de todas sus angustias.
El Señor está cerca de los de corazón herido,
y salva a los que están desanimados.
El justo sufre muchas desgracias,
pero de todas ellas lo libra el Señor.
El Señor protege los huesos del justo:
ni uno de ellos será quebrado.
La maldad causa la muerte del malvado;
los que odian al justo serán castigados.
El Señor rescata la vida de sus siervos,
y los que a él se acogen no serán castigados
.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Consulté al Señor y EL me respondió.Me libró de todos mis temores...Desdeluego en los salmos se encuentra todo lo que se necesita para alimentar la alegria y la confianza.Gracias Señor porque desde siempre nos has querido ragalar la Palabra.Un abrazo M.A

Anónimo dijo...

OTRA COSA,el cuento de la mariposa es una preciosidad.Con vuestro permiso lo voy a copiar y regalarselo a una personita que lo va a entender muy bien.Y si hay algo que aclarar,aqui está su abuela.MARIA ANGELES