martes, 10 de marzo de 2009

EN DEFENSA DE LA VIDA: ENTREVISTA AL ARZOBISPO DE PAMPLONA


"Si la ley impide destruir huevos de águila ¿por qué no protege al embrión humano?"
6 de enero de 2009.- En una entrevista concedida al "Debate de Navarra", el arzobispo de Pamplona y Tudela, monseñor Francisco Pérez González niega que sea progreso el "avance" en las legislaciones a favor del aborto, la eutanasia y en contra de la familia. Don Francisco destaca el papel de la familia a la hora de transmitir los valores esenciales, lo cual implica que si la misma se devalúa la sociedad se dirige hacia un "precipicio terrible".
Hace 35 años que fue ordenado sacerdote, ¿cómo ha evolucionado la Iglesia a lo largo de estos 35 años?La Iglesia tiene que evolucionar siempre en la medida en que transmite la verdad y la santidad y, por lo tanto, la evolución no puede ir a ritmos de las ideologías o de las propuestas que a veces vienen dadas por filosofías humanistas ateas, por filosofías que contradicen la antropología cristiana. Si no que la Iglesia siempre defiende el evangelio de Jesús, un evangelio de libertad y de paz, es un evangelio de amor y, por tanto, la Iglesia lo único que quiere es ser fiel a Jesucristo y a su mensaje. La evolución fundamental no está centrada en progresos superficiales sino en el progreso interior al que estamos llamados, es decir, a la perfección en el amor.
Pero hay mucha gente que se lamenta de que la Iglesia no haya evolucionado en los últimos tiempos por estar en contra de la eutanasia, del aborto y del uso del preservativo.Pero, es que todo eso no es evolución eso es todo lo contrario, porque rompe con la verdadera dignidad humana. Así está señalado en la doctrina de la Iglesia y está esencializado por el Evangelio. Y, por otra parte, como referencia de la actuación y de la experiencia del ser humano están los Diez Mandamientos. Estas propuestas siempre van en contra del ser humano y de su dignidad.
¿Qué reflexión hace el Arzobispo de Pamplona y Tudela sobre el suicidio asistido, sobre el aborto y sobre el fomento del uso del preservativo?
Respecto al suicidio asistido es un acto que va contra el quinto Mandamiento: "No matarás"; por lo tanto, la Iglesia no puede ir en contra de este Mandamiento. La ley fundamental de la Iglesia es la ley del amor a Dios y el amor al prójimo y, por tanto, está enmarcado en esta concreción, en los tres primeros mandamientos que hacen referencia a Dios y los otros siete restantes que hacen referencia al prójimo.En cuanto al aborto, es la mayor torpeza que está cometiendo la sociedad actual porque desde el primer momento que hay un ser vivo es ya una persona. Yo no sería persona si me hubieran segado la vida al comienzo. Esas filosofías extrañas que hay que elucubran en qué momento hay persona son contrarias al sentido común y al mensaje del evangelio, la persona existe desde el primer momento de la concepción. Si se conserva los huevos de águila porque se sabe que hay vida y quién va en contra y los destruye puede estar penalizado por la ley, ¿qué pasa con el ser humano? ¿está desprotegido? ¿por qué hay falta de protección con el ser humano? La Iglesia está a favor no de la cultura de la muerte sino a favor de la cultura de la vida, como decía el Papa Juan Pablo II. Y el aborto es una de las mayores aberraciones y un cristiano que cometa un aborto, por sí mismo, está excomulgado y el que colabora, lo mismo; rompe con Dios y es una amenaza para la sociedad. Después de un millón de abortos en España desde que se legalizó por los tres supuestos, la Iglesia debe acoger a aquellas mujeres que necesiten, en un momento de angustia, gente que le ayude. Aquí en Pamplona tenemos un centro, Cosplan, donde se anima y se ponen los medios para que las mujeres tengan otra salida que no sea la del aborto.Por otro lado, decir que al joven se le ayuda con preservativos o con la píldora del día después es un error y es la postura cómoda ante ciertos problemas de nuestra sociedad. Necesitamos que se haga una reflexión profunda de lo que es y significa el sentido moral y la ética en la vida. La promiscuidad no hace personas, al contrario. Por eso hay que fomentar otras formas de vivir más sanas y menos hedonistas. Cada año hay más adolescentes y preadolescentes embarazadas esto indica que no es el camino que se debe seguir. Conviene educar en el sentido de la castidad y ya se está iniciando en Estados Unidos para que el ser humano no se deje llevar por la irracionalidad de la concupiscencia apasionada y salvaje.Para la Iglesia la eutanasia no es símbolo de progreso, el aborto no es símbolo de progreso y las relaciones sexuales desmedidas y la promiscuidad tampoco es símbolo de progreso. Y, por tanto, la Iglesia aboga por la cultura de la vida, aboga por la cultura de la caridad hasta el último momento de la vida y aboga por la castidad según el estado de vida.
Tenemos parte de culpa los educadores, sobre todo, los padres, en no haber educado bien a nuestros hijos, ¿qué estamos haciendo mal?
Si la familia se devalúa, si la familia se deprecia y se pospone a otros modos de vida podemos decir que la sociedad sin la fuerza de la familia se dirige a un precipicio terrible; miremos un poco alrededor cada vez hay más separaciones, divorcios, abortos y a esto hay que poner remedio. Ante el hedonismo tan fuerte que existe y ante la comodidad y hacer lo que me gusta y lo que me apetece es difícil fomentar en los jóvenes el amor, porque exige sacrificio. Cuando no se encuentra sentido al sacrificio, cuando no hay sentido de que el amor exige dar vida en el sentido positivo de la vida, el hedonismo nos lleva a un mayor riesgo y a que nos encontremos con muchos fracasos. El Papa Benedicto XVI nos lo recuerda permanentemente usando los argumentos del Evangelio y es que tenemos que fomentar el amor como experiencia profunda del ser humano, como experiencia de entrega, de donación. Pero al devaluarse este amor se devalúa todo: formación en el amor en familia, educación en los hijos que necesitan puntos de referencia, educación en la austeridad y en el esfuerzo… Se ha de potenciar la "cultura de la superación" y ahí es donde debemos educar a los hijos, sin caer en la "infracultura de lo cómodo y lo apacible.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estamos en una situación terrible, no se puede cerrar los ojos, hay que reconocerlo.Yo confieso que no sé como asumir mi parte de culpa para intentar remediar lo que "todavia" está a mi alcance.A mis hijos les digo que se agrupen con gente de su edad en torno a la Iglesia que es lo más seguro que veo en estos momentos.Necesitamos una guia firme y coherente y Pastores que no se equivoquen.Y no sé como,pero los políticos que yo he votado tienen que defender la vida hasta sus últimas consecuencias.Me veo impotente y con un genio tremendo.Perdonadme,un abrazo de M.A