jueves, 7 de julio de 2011

FALTAN 40 DÍAS

Faltan apenas 40 días para la llegada del Papa a Madrid para presidir la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Muchos de los espacios donde tendrán lugar los actos principales, que presidirá Benedicto XVI entre el 18 y el 21 de agosto, van tomando forma para adecuarse a los requerimientos de este evento internacional que la Iglesia celebra cada tres años en un lugar diferente del mundo. Lo cuenta Laura Daniele en ABC.
De todos ellos, el que se llevará el mayor protagonismo será sin duda el aeródromo de Cuatro Vientos, donde tendrá lugar la Vigilia durante la noche del sábado 20 de agosto y la misa de clausura la mañana del día siguiente. Este recinto, con una extensión de 48 campos de fútbol, se prepara para convertirse en una verdadera «miniciudad» capaz de cubrir todas las necesidades del millón de jóvenes que pasarán el fin de semana al raso para participar en el «fin de fiesta» de la JMJ.
Más de 2.000 grifos con agua potable, 2.500 módulos de obra con sanitarios, 680 contenedores de gestión selectiva de residuos, ocho campamentos de atención médica, 17 capillas, y también algunos bares y tiendas se instalarán dentro de la base aérea para hacer la vida de los peregrinos lo más confortable posible. Además, la organización repartirá entre los jóvenes inscritos unas bolsas de picnic con bocadillos, agua y galletas con las que saciar el hambre durante las largas horas de espera que separan la celebración de la Vigilia y la misa del domingo.
Nada quedará librado al azar. La seguridad es otra de las prioridades con las que trabaja el Comité Organizador local de este evento. La responsable de Infraestructuras de la JMJ, Eva Hernández, comentó ayer que todo el cableado y las tuberías han sido soterrados -gracias a la colaboración de Aena y del Ejército- para que el espacio quede lo más despejado posible y facilitar de este modo el desplazamiento de los asistentes por todo el predio.
El aeródromo de Cuatro Vientos abrirá sus cuatro accesos el sábado 20 de agosto al mediodía para acoger a los jóvenes que comiencen a llegar para participar esa noche de la Vigilia. Durante toda la tarde, grupos de música procedentes de distintos países, testimonios de vida de los jóvenes, y un vídeo de un rosario rezado en las lenguas de todo el mundo irán amenizando la espera.
El Papa llegará minutos antes de las 20.00 horas para presidir la Vigilia, un momento de oración que contará nada menos que con la Custodia de Arfe, una obra maestra de la orfebrería española que data del siglo XVI y que se guarda en la sala del Tesoro de la Catedral de Toledo. «Será una oportunidad única el poder exponer allí el Santísimo Sacramento», comentó ayer el responsable del Departamento de Actos Centrales de la JMJ, el sacerdote Javier Cremades. Después de leer el Evangelio, el Papa responderá a las preguntas de cinco jóvenes, y posteriormente comenzará la adoración eucarística, «un momento de oración en el que los jóvenes podrán encontrarse personalmente con Cristo presente en la Eucaristía», explicó el padre Cremades.
Música y mariachis

La Vigilia dará paso a una larga noche de verano bajo el cielo de Madrid. Es probable que muchos jóvenes no concilien el sueño, pero el cansancio hará de las suyas después de una semana intensa de actividades culturales, religiosas y festivas por las calles y las parroquias de la ciudad.
El domingo arrancará bien temprano. Por la mañana, un grupo de Mariachis despertará a los jóvenes con las melódicas «mañanitas» para invitarles a prepararse para la Eucaristía de clausura. El Santo Padre llegará al recinto sobre las nueve de la mañana y recorrerá en el papamóvil todos los rincones de la base aérea. Media hora después arrancará la misa más multitudinaria que se haya celebrado nunca en Madrid.
 El coro y la orquesta de la JMJ, el Orfeón Donostiarra y la Escolanía de los Niños del Valle de El Escorial pondrán música a la Eucaristía final de la JMJ, donde el Papa anunciará que Río de Janeiro será la próxima sede de la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en 2013, antes del Mundial de fútbol de 2014 y de las Olimpiadas de 2016, como confirmó ayer el propio cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela en una entrevista a Onda Cero.
«Va a ser una verdadera fiesta porque la gente que viene a las JMJ es muy marchosa y también muy comprometida con distintas labores dentro de la Iglesia», comentó el padre Cremades. Al igual que cada uno de los miembros del Comité Organizador no esconde su entusiasmo ante la llegada del Papa.

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