"Dijo Jesús a sus discípulos: "Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué la salarán?. No sirve más que para tirarla fuera, y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para ponerla debajo de un cajón, sino en un candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo" (Mt 5,13-16)
... Y eso es lo que ocurre cuando se escucha un testimonio como el de Carlota, que al ver la obra de Dios en ella no tenemos más remedio que darle GLORIA y GRACIAS por las maravillas que hace en sus hijos.
1 comentario:
Benedicto XVI traduce así el versículo de San Mateo: "para que vean vuestras buenas y bellas obras..." Y recuerda que el testimonio cristiano siempre es bello. Y este de Carlota, lo es.
¡Gracias!
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