lunes, 1 de agosto de 2011

TAL COMO ERES


Ámame tal y como eres.

Yo conozco tu miseria, los combates y

las tribulaciones de tu alma; la debilidad y

las enfermedades de tu cuerpo; Conozco

tu cobardía, tus pecados; tus flaquezas y

te digo sin embargo: “Dame tu corazón,

ámame como eres”. Si esperas a ser un

ángel para librarte al amor, no me

amarás nunca. Incluso, si vuelves a caer

a menudo en esas faltas que tu quisieras

no conocer; incluso si eres cobarde en la

práctica de la virtud, no te permito que no

me ames: ámame cono eres.

A cada instante, y en cada situación en la

que te encuentres, en el fervor o en la

sequedad, en la fidelidad o en la

infidelidad. Ámame tal como eres.

Yo amo, el amor de tu corazón indigente;

si para amarme esperas a ser perfecto,

no me amarás nunca. ¿No podría yo

haber hecho de cada grano de arena un

serafín radiante de pureza, de nobleza y

de amor?. ¿No podría yo con un solo

gesto de mi voluntad hacer surgir de la

nada miles de santos, mil veces más

perfectos y más amantes que lo que he

creado? ¿No soy yo el Todo Poderoso?.

¡Y si me agrada dejar en la nada esos

seres maravillosos y preferir tu pobre

corazón al de ellos!

Hijo mío, déjame amarte; yo quiero tu

corazón.

Yo pienso formarte, pero mientras tanto,

yo te amo como eres.

Y yo deseo que tu hagas lo mismo: yo

deseo ver subir desde el fondo de tu

miseria el amor. Yo amo en ti hasta tu

debilidad.

Amo el amor de los pobres. Quiero que

de la indigencia, suba constantemente

este grito: Señor, os amo. ... es el cantar

de tu corazón el que me interesa.

¿Necesito tu sabiduría y tus talentos? No

son virtudes lo que yo te pido. Y si yo te

las diera, tú eres tan pobre que pronto tu

amor propio se mezclaría: no te

preocupes por eso. Yo podría haberte

destinado a grandes cosas. Pero no; tú

serás el servidor inútil. Yo te cogeré

incluso lo poco que tienes, pues yo te he

creado por amor. ¡Ama!

El amor te hará hacer el resto sin que tú

sepas cómo; no busques nada más que

llenar el momento presente de tu amor.

Hoy me tienes a la puerta de tu corazón

como un mendigo. Yo el Señor de

señores. Llamo y espero. Date prisa en

abrirme. No alegues tu miseria ni tu

indigencia. SI la conocieras totalmente

morirías de dolor.

Lo único que puede herir mi corazón, es

verte dudar y que perdieras la confianza.

Quiero que tú pienses en mí cada

instante del día o de la noche. Yo no

quiero que tú realices la acción por

insignificante que sea por otro motivo que

el amor. Yo te daré el amar más allá de lo

que hayas podido soñar.

Pero recuerda: ¡ámame, tal y como eres!

No esperes a ser un santo para AMARME.

4 comentarios:

LAH dijo...

Este es mi consuelo y mi descanso Señor.
abrazos.

Anónimo dijo...

YO Señor no me gusto,quisiera que tú señor me hicieras mercedora de amor.(Me siento tan poca cosa)Que me cuesta reconocer, que aun asiTú Señor puedas amarme. Ayudame Dios mio
1 de agosto de 2011

Anónimo dijo...

Rezando esta oración, me brota de dentro: "Señor, enséñame a AMAR...."
Gracias

gosspi dijo...

Me alegras el dia Balbi!!!!! Es esto lo que oye mi corazón a cada momento sabes?, es un Don que pocos sabes advertir, siempre creemos que si cambiamos por nosotros mismos - que falacia- nos va a querer mas....que ignorancia y que necedad.....estoy contenta porque me he encontrado conmigo misma y me Ama mas de lo que yo me podria amar...y he encontrado mi tesoro: Mi debilidad.Amar como pueda..pero en todo momento.....El que ES, dice a la que NO ES, que soy yo, como decia Sta Catalina de Siena.....un beso