“En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta. Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz.” ¿Para qué se transfigura Cristo? ¿Quería presumir delante de sus amigos? ¿Estaba harto de hacer de pobre? ¿Estaba dando un respiro a su divinidad por lo pesada que es la humanidad? ¿Quería más protagonismo?. Esas serían nuestras razones. Pero Jesucristo confía en los hombres, Él los creó con un fin bien concreto y, a pesar de nuestras tonterías, no deja de apostar por el hombre, de darnos su Gracia.
La tradición de la Iglesia es también dogma de fe. No deja de ser curioso que teniendo las imágenes triunfales de Cristo transfigurado y de Cristo resucitado, presidan nuestras Iglesias, casas y cuellos la imagen de Cristo resucitado. Un cuerpo destrozado, martirizado, humillado y despreciado. Jesús toma sobre sí todas las miserias de la humanidad, cada dolor, cada disgusto, cada decepción, cada herida, cada muerte, cada pecado. Y, a la vez, hoy nos muestra a lo que estamos llamados a ser. A pesar de las cosas que están pasando estamos llamados a vivir según Cristo. Las situaciones de cada tiempo pueden parecer el fracaso de Dios, pero no deja de ser el fracaso de muchos hombres,… Dios ya ha triunfado: “ Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.”
Podríamos llenar el mundo de pesimistas, pero Dios cuenta con los que no salen en los periódicos. Hay miles y miles de buenas personas que, de forma a veces muy velada y otras de forma muy patente, escuchan la palabra del Hijo de Dios y la ponen en práctica. No presumen, no se dan a conocer y -para los listillos de este mundo-, pueden parecer crucificados, pero están salvando el mundo por su fidelidad a Dios.
La Virgen es como el espejo donde se refleja Cristo transfigurado, en ella aprendemos que a pesar de las cosas que pasan Dios sigue guardando al mundo.
Comentario a la liturgia del día en www.archimadrid.org
No hay comentarios.:
Publicar un comentario