domingo, 6 de marzo de 2011

ENCONTRARÁS DRAGONES

Este es el título de una película que está a punto de estrenarse, sobre la vida de S. José Maria Escrivá de Balaguer.
En esta entrevista publicada en "Jesucristo en el cine", se aborda el tema del perdón y cómo se refleja en la película.

Asistí hace unos días a una interesante presentación de la película "Encontrarás dragones", que se estrena en España el 25 de este mes. Entre otras cosas, pudimos ver algunas escenas que no aparecen en los tráileres oficiales. Por lo que vi, me parece que la película dará mucho que hablar (ya lo está dando), pero, sobre todo, dará mucho que pensar a quien tenga la costumbre de hacerlo. Y será también una buena oportunidad para aquel que vive instalado en el mundo de la polémica y la confrontación sistemática. Un mundo desasosegado y desasosegante del que se puede salir a través de la reflexión y el diálogo.



No fue difícil para mí dialogar sobre lo que había visto, porque asistí a esa presentación acompañado de un buen amigo que gusta de analizar las cosas.



▪¿Qué te ha parecido?, le pregunté.


▪Con lo que he visto ya tengo para darle vueltas a la cabeza durante mucho tiempo. Si la película mantiene la intensidad de las escenas que hemos visto a lo largo de todo su metraje, va a dejar huella.


▪¿Qué es lo que más te ha impresionado?


▪Las palabras de San Josemaría tras el asesinato del sacerdote.


▪También me ha impactado a mi la exigencia de perdón radical que pide San Josemaría a sus acompañantes.


▪ Sí, es verdad. Cae uno en la cuenta de lo difícil que puede ser perdonar en algunas ocasiones... Llevaba tiempo dándole vueltas al tema del perdón, cuando esta tarde la película me ha proporcionado una luz inesperada.

▪¿A qué te refieres?


▪No se si te has fijado en que, algunos de los carteles que anunciarán la película, sobre imágenes violentas de la guerra civil, llevan escrito este interrogante: "¿Perdonarías?". La pregunta es muy directa, muy personal y muy comprometida. ¿Qué responderías tú?

▪De entrada, uno tiende a responder que sí. Todo el mundo valora el perdón.


▪Si, pero enseguida vino a mi mente un nuevo y más básico interrogante: ¿Se puede perdonar al que no te pide perdón?



▪Si no te pide perdón, ¿cómo lo vas a perdonar? Es imposible.


▪Pues eso es, precisamente, lo que muestra la escena que nos ha impactado a los dos: la necesidad de perdonar al que no te pide perdón. Y he comprendido que si no salimos del círculo ofensor-ofendido estamos condenados a perpetuar la violencia... Me explicaré un poco más. Cuando alguien nos ofende y nos pide perdón, está reparando su culpa; de alguna forma –aunque sea mínima- al reconocer su ofensa, está acortando su distancia con nosotros; busca de nuevo la relación, quiere afirmarnos y no destruirnos.

▪ ¿Y bien…?


▪Nosotros, habitualmente, no damos un perdón gratuito; es un perdón a cambio de algo, a cambio de una reparación; sin embargo, lo que nos ha conmovido hoy es la gratuidad del perdón. San Josemaría pide perdonar sin ganar nada.


▪¿Por qué lo hace entonces?


▪Porque él mismo se siente perdonado gratuitamente. Cuando uno sabe que habiendo merecido el peor castigo y, sin poder reparar el daño producido ha sido plenamente perdonado, se siente impulsado a hacer participes a otros de esa maravillosa experiencia. Digamos que no le cuesta esfuerzo perdonar a los demás, por duras que sean sus ofensas, porque más le han perdonado a él.









1 comentario:

Angelo dijo...

Aguardo ansioso su estreno. Un beso