miércoles, 25 de agosto de 2010

TESTIMONIO DE LOS MINEROS ATRAPADOS EN CHILE


Testimonios de fe de los mineros sepultados en Chile, familiares, ciudadanos y autoridades
*"Estoy bien, gracias a Dios, paciencia y fe. Dios es grande. La ayuda de nuestro Dios que nos avaló" dice Nicolás Gómez Heredia, uno de los 33 atrapados, en un mensaje a a su esposa

* Luis Urzúa, otro de los mineros que está esperando ser rescatado en el yacimiento San José, aseguró al ministro de Minería, Laurence Golborne, en la primera conversación que mantuvieron de más de cinco minutos que “nosotros hemos estado orando día a día y hemos tenido la fe necesaria para poder aguantar mejor este tiempo acá”

El contacto con los 33 mineros chilenos atrapados a 700 metros de profundidad fue producto del "trabajo y de la ayuda de Dios", dijo el presidente de Chile, Sebastián Piñera, mientras mostraba el mensaje enviado por ellos desde la entraña de la mina de Copiapó, con el mensaje: "Estamos bien en el refugio, los 33 mineros". Todos los trabajadores, uno de ellos boliviano y los demás chilenos, fueron atrapados por un derrumbe en la mina San José de Copiapó. Están allí desde hace 18 días y recién este domingo una sonda logró llegar hasta ellos y constatar que siguen vivos. Las tareas de rescate demorarán de dos a tres meses, mientras son alimentados a través de una perforación y una sonda.

Los signos de fe en torno a la búsqueda han sido permanentes y el propio subsecretario de Minería, Pablo Wagner, ha dicho a la CNN: "Cuando recibí la noticia del derrumbe, hace 18 días en mi despacho, solo a las 8 de la noche, recé para tener la fuerza de estar ahí".

El obispo de Copiapó, Gaspar Quintana, celebraba una misa con los familiares, rescatistas y funcionarios. A metros de allí, el presidente Piñera leyó la carta enviada por la sonda por el minero Mario Nicolás Gómez Heredia, de 63 años, dirigida a su esposa Lila: "Estoy bien, gracias a Dios, paciencia y fe. Dios es grande. La ayuda de nuestro Dios que nos avaló".

El mismo mensaje de fe dio el obispo de Copiapó, Gaspar Quintana Jorqueran, quien acudió al lugar luego de la misa del mediodía por los 33 mineros, uno de ellos boliviano, Carlos, señalando que la eucaristía de esta noche sería para agradecer. Recordó que se pedirá más ayuda divina, pues el rescate puede demorar varias semanas, pero con la ventaja de la certeza de vida de los mineros y de la posibilidad de enviarle hidratación, alimentación y medicamentos.

En la primera conversación que tuvieron los mineros atrapados en el yacimiento San José con el ministro de Minería, Laurence Golborne, expresaron que están con ánimo y fe para esperar el rescate. El dialogo con el minero Luis Urzúa duró más de cinco minutos, quien dijo en un primer momento que “estamos bien, con ánimo, esperando que nos rescaten”, y que “hemos estado bebiendo algo de agua”.

Urzúa narró el momento en que quedaron atrapados y explicó que “nosotros hemos estado orando día a día y hemos tenido la fe necesaria para poder aguantar mejor este tiempo acá”, agregó. La conversación de los mineros con el ministro concluyó entonando el himno nacional y palabras de agradecimiento de los mineros a sus familiares que les esperan y a las autoridades por todas las gestiones que se han hecho “para que nosotros estemos bien”.

La fe de un pueblo que ha invocado a Dios

El Episcopado de Chile calificó como un "triunfo de la vida" en una declaración titulada "Gracias, Señor, por la vida", el hallazgo con vida de 33 mineros atrapados hace 18 días en una mina de Copiapó.

La declaración fue publicada en su página de Internet. Por su parte, el cardenal primado Francisco Errázuriz, quien se encontraba en Argentina como enviado papal por el centenario de la Basílica de Nuestra Señora del Valle de Catamarca, recordó que antes del contacto con los obreros, "a lo largo del país, éramos una gran familia acongojada y triste, mientras compartíamos la esperanza en la oración".

Errázuriz, ya en el avión que lo traía desde Córdoba, Argentina, a Santiago de Chile, pidió al piloto que comunicara la buena nueva al resto de los pasajeros, que estallaron en un aplauso. "La sobrecogedora noticia ha llenado de alegría a todo el país, y de gratitud a Dios, como también a la Virgen de la Candelaria, su venerada patrona", en declaraciones al diario El Mercurio.

Por su parte, la Conferencia Episcopal destacó y agradeció "la fe de nuestro pueblo, por la invocación espontánea del nombre de Dios que hemos oído este domingo en tantas personas. Agradecemos el inmenso amor a Jesús que tanta gente sencilla ha demostrado en estos días, también en sus expresiones de devoción a la Virgen María, a san Lorenzo y otros santos".

Con la firma del presidente del Episcopado, Alejandro Goic, obispo de Rancagua, la cúpula eclesiástica recordó las promesas de "procurar condiciones más dignas para tantos trabajadores que se desempeñan en condiciones precarias". " Cuando la vida es un milagro, alabamos y bendecimos al Señor de la Vida", señaló.

Para el cardenal Errázuriz corresponde agradecer "la Providencia sabia y poderosa de Dios, que inspiró los pasos de los mineros de manera que no estuvieran en el lugar mismo del derrumbe cuando éste ocurrió, que apresuraran su caminar hacia el refugio, que colaboraran unidos los encargados del rescate". Destacó también que los obreros "en el fondo de la mina nunca perdieran ni la disciplina interior y social que exigía la situación por la cual atravesaban, ni la esperanza en Dios, su Padre y Pastor, y en la comunidad, que harían todo lo posible para que se produjera el reencuentro con sus familiares, y sus compañeros".

Las cadenas de televisión muestran a los familiares señalando su agradecimiento a Dios y su alegría inmensa. Piñera recorrió la zona acompañando a los familiares, junto a sus funcionarios, dejó un mensaje de su esposa que hoy vive el duelo de la pérdida de su padre, y entonó el himno desde la altura que domina la entrada al socavón. Y desde el martes, permanece junto a la mina San José, una imagen de la Virgen de la Candelaria, hallada por un arriero hace 200 años y es venerada en Copiapó con el cariñoso sobrenombre de "La Chinita".

Maglio Cicardini, alcalde de Copiapó, confesó que llegó al lugar "un poquito tarde porque no podía dejar de pasar frente a la Virgen de la Candelaria, patrona de los mineros, a agradecer este verdadero milagro". Señaló que espera que el rescate sea menor a los dos o tres meses previstos.
El ducto para el rescate será cavado con una enorme máquina trasladada desde una mina en el centro del país, perteneciente a la estatal cuprífera Codelco. Se calcula que avanzará sólo unos 15 metros por día. El convoy que trasladó la máquina fue saludado con vítores y banderas chilenas al atravesar algunos pueblos en su trayecto. Los ingenieros comenzaron de inmediato a montar la máquina, un proceso que tomará tres días. Los suministros se envían en tubos de 1,6 metros de largo que tardan una hora en bajar y otro tanto en volver.

Los primeros envíos incluyen también un cuestionario a los mineros, para detectar su estado. En las próximas horas quedarán instalados pequeños micrófonos para las comunicaciones. Una diminuta cámara de televisión ya los mostró en el fondo de la mina, incluyendo rostros en primer plano de algunos, y las linternas de sus cascos. Ya se encuentran avanzadas otras dos perforaciones similares a la que permitió el hallazgo, lo que aumentará las posibilidades de contacto.

Cristian Tapia, alcalde de Vallenar, municipio en el que se encuentra la mina, abogó porque "cosas como esta no ocurran más y Chile sea un país minero como debe ser", aludiendo a las medidas de prevención y de seguridad indispensables para este trabajo.

El obispo acompaña a familiares y rescatistas

Las oraciones junto a las carpas de los familiares y rescatistas se sucedieron durante los 18 días transcurridos, siempre con la presencia del obispo Quintana, quien hoy no podía ocultar su enorme satisfacción por el contacto logrado con los mineros atrapados a través de una sonda que llegó al refugio donde se encuentran, al parecer en buen estado de salud.

El martes, el obispo Gaspar Quintana Jorqueran acompañado de sacerdotes y diáconos de toda la diócesis, y con las imágenes de Nuestra Señora de la Candelaria y de San Lorenzo, celebró con una misa junto a la mina, el día del minero. Allí manifestó su preocupación y cercanía con los mineros y sus familiares. Ante una asamblea que superó las mil personas, entre las que se contaba la Primera Dama, los invitó a no dejarse vencer por la angustia y la incertidumbre. También señaló que este terrible accidente debe dejarnos lecciones en todos los niveles, tanto a las autoridades, como a los empresarios y trabajadores.

El Obispo dijo que lo ocurrido es un llamado de atención, ya que no es posible en un país que quiere ser desarrollado, que los trabajadores, y de manera especial los mineros, realicen sus faenas sin las medidas de seguridad necesarias. "El desarrollo de un pueblo no son sólo las estadísticas económicas -dijo el Obispo-, sino el pasar de una situación menos humana a una de mayor dignidad". Agregó que "el trabajo no es una mercancía que se compra por un determinado valor, sino que es una expresión de la persona humana; las personas tienen derecho al trabajo, y a un trabajo realizado con márgenes de seguridad reales".

Lamentando profundamente este nuevo accidente minero, señaló que "los seres humanos no somos bestias de carga, sino hijos de Dios, dotados de dignidad, por eso todos merecemos que se nos resguarde nuestra integridad física, emocional y sicológica".

Las sentidas palabras del Obispo continuaron en la línea de pedir a Dios la fortaleza para las familias de los mineros, y la protección de la Virgen de la Candelaria, para que los acompañe y les dé esperanza y fuerza ante los distintos escenarios que se abren en esta etapa de la tarea de rescate. También pidió oración por las autoridades y parlamentarios, "para que el Señor les ilumine en las grandes responsabilidades que tienen" y por los rescatistas, "para que puedan llevar adelante esta tarea con prontitud y con el final que todos deseamos, de encontrar a nuestros hermanos con vida y en buenas condiciones".

El Pastor agradeció las múltiples muestras de solidaridad y cariño desde distintas partes del país, aprovechando de transmitir el mensaje de aliento de Monseñor Alejandro Goic, y de las personas, como Monseñor Carlos Camus, que a través de las redes sociales han manifestado su cercanía y oración con los familiares de los mineros atrapados.

Para la celebración de esta eucaristía, el rector del Santuario, P. Fernando Vega, trasladó la pequeña imagen de Nuestra Señora de la Candelaria, que fue encontrada hace más de 200 años por un arriero de la zona, desde el templo hasta el yacimiento minero, y al finalizar la Misa se anunció que esta imagen permanecerá en el lugar hasta que los mineros sean rescatados. Esto trajo alegría a las personas, que como familias mineras, en su gran mayoría son devotas de "la chinita".

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