martes, 3 de agosto de 2010

COMO HABLA NUESTRO CUERPO II PARTE


¿Por qué la Iglesia no permite el preservativo, como método anticonceptivo, y sí los métodos naturales, para el mismo fin, que es el evitar un embarazo?

La relación sexual tiene dos dimensiones inseparables: la unitiva y la procreativa. La introducción de un elemento (preservativo, anticonceptivo) sólo se hace para separar la unión de la procreación. El método natural respeta estos dos aspectos, unitivo y procreativo, no los separa, los respeta, no añade nada que separe al hombre de la mujer, simplemente enseña la fertilidad, y el matrimonio, con su libertad, decide.

¡Cuántos hijos son resultado de aplicar los métodos naturales! No son nada fiables. Falso.

Esta afirmación, desgraciadamente, se encuentra en muchos folletos informativos que se reparten desde centros sanitarios. Proviene en gran medida de los fallos que aparentemente tuvo el método Ogino. Éste es un método fundamentalmente estadístico que ya se advirtió en su día que tenía muchas limitaciones. Limitaciones que no fueron tomadas en cuenta y que tuvieron como consecuencia, parece ser, un gran número de embarazos inesperados.Este concepto traduce un gran desconocimiento de los MN, pues reduce los métodos naturales al método Ogino. En algunos folletos se ha visto incluso el método de la marcha atrás como un método natural. Por otro lado, se adivina una cierta intencionalidad de vender métodos anticonceptivos.Si entramos más concretamente en cifras de efectividad, no se pueden olvidar los resultados obtenidos en China con la enseñanza del Método Billings. Las cifras en esta país cobran un significado especial por dos motivos fundamentales: uno es la gran población, el elevado número de habitantes hace que los resultados, éxitos o fracasos, se multipliquen; y, por otro lado, la fuerte presión que soporta la población china, desde hace mucho tiempo, donde la política del hijo único obliga a las mujeres a abortar cuando ya tienen un hijo. Esto es causa también de la dramática situación de las niñas en China. Los datos no dejan de ser sorprendentes: 3.645.000 parejas conocen y viven el Método Billings para espaciar embarazos, con una tasa de éxito cercana al 99%. Con respecto a la efectividad en la búsqueda de embarazos, podemos referirnos a los datos obtenidos por la doctora Martínez Irazusta en el trabajo realizado en el EAP El Juncal (Madrid). En dicho estudio se entrenó a un grupo de 60 mujeres en el reconocimiento de los métodos naturales de regulación de la fertilidad. De estas 60 mujeres, 50 estaban diagnosticadas de infertilidad primaria o secundaria, y se encontraban en lista de espera para técnicas de reproducción asistida. De las 55 mujeres que deseaban quedarse embarazadas al iniciar el curso (marzo 2007), 40 lo consiguieron entre marzo y septiembre de 2007. Las cifras hablan por sí solas.
Los métodos naturales no funcionan cuando la mujer es irregular. Falso. Precisamente porque los MN dan información fidedigna de lo que está pasando día a día en el ciclo de la mujer, son los métodos más eficaces para todo tipo de mujeres en cualquier época de su vida reproductiva: lactancia, premenopausia, para mujeres que dejan la píldora (cada vez más numerosas), etc. Las mujeres con ciclos irregulares se ven especialmente beneficiadas por el conocimiento de los métodos naturales, pues son capaces de reconocer acontecimientos que en otras mujeres les sorprenderían. Saben interpretarlos y actuar ante ellos. En muchas ocasiones estas mujeres tienen dificultades para concebir, pero, gracias al conocimiento que tienen de su fertilidad, pueden llegar a concebir, como hemos visto antes.

Los métodos naturales son sólo para católicos. Falso. Los MN son válidos para cualquier mujer de cualquier condición, sin distinción de nivel cultural, económico, creencia religiosa, etc. De hecho, están extendidos por todo el orbe, tanto en países católicos como países de otras religiones. El aparato reproductor de la mujer es igual independientemente de su religión. Los MN respetan la persona, su biología y su dignidad, y por eso son beneficiosos para todas las mujeres.

Los métodos naturales son ecológicos y la Iglesia los permite porque no son artificiales. Los MN podemos decir que son ecológicos en cuanto que respetan los ciclos fisiológicos de la mujer, sin alterarlos. Pero lo esencial, lo que les hacen realmente naturales, no es la ausencia de lo artificial; lo natural no es entendido como una cuestión puramente biológica, sino que hace referencia a la naturaleza del hombre: lo que es natural en el hombre es el conocer. Tenemos un conocimiento, y es bueno que el hombre y la mujer se conozcan. Que sepan leer dentro de sus experiencias; y una de sus experiencias es cómo viven su propia sexualidad. Lo que los MN presentan es un mejor conocimiento de la mujer.Esto indica que el conocimiento de la fertilidad se incluye en la integridad humana, no es simplemente el conocimiento de unos ciclos y sus manifestaciones externas, sino entender qué significa la sexualidad para el propio hombre y, especialmente, para la mujer. Ellos entienden que el acto sexual tiene un significado unitivo y un significado procreativo que son respetados por los métodos naturales y que, viviéndolos, queda a salvo la donación de sí que hacen los esposos.

Por todo ello es por lo que la Iglesia católica los valora.


A. Llamas Palacios

ALFA Y OMEGA

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