lunes, 29 de septiembre de 2014

TESTIMONIO: P. CHRISTOPHER HARTLEY SARTORIUS

Testimonio del P. Christopher Hartley:  un verdadero TESTIGO de JESUS RESUCITADO



domingo, 28 de septiembre de 2014

DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
Ante todo hay que considerar Quién es el que habla y a quienes habla. Y el que habla es el Hijo Unigénito de Dios que siempre fue obedientísimo. Su Padre lo envió al mundo a trabajar y Él dijo “sí Padre” y luego hizo de su vida un Sí alegre. Y es ese Hijo obediente el que habla a los sacerdotes y a los ancianos del pueblo. No habla aquí a las prostitutas ni a los terroristas ni a los atracadores de gasolineras sino a los sumos sacerdotes y a los ancianos. O sea que es Dios quien está hablando a la gente respetable por medio de su Hijo.
-¿Qué os parece?
Aquí hay que considerar la amabilidad del Hijo de Dios que no viene a decir “Yo sé lo que vosotros no sabéis” sino que pregunta amablemente “¿Que os parece”.
Un hombre tenía dos hijos.
Sabemos por la Tradición que el hombre del que aquí se habla representa a Dios y que los dos hijos nos representan a todos.
Se acercó al primero
Aquí hay que entender que es Dios quien se acerca a nosotros y que lo hace como Padre. Porque el padre es antes que los hijos y obra antes que los hijos. Y así Dios es antes que nosotros y sale a nuestro encuentro y se acerca a nosotros.
y le dijo: “Hijo, ve hoy a trabajar en la viña”.
Como ya se dijo el domingo pasado, la viña es el mundo que Dios ha creado y que hoy tenemos que trabajar nosotros. Importa subrayar aquí el “hoy” -que es el tiempo de nuestra vida- y el trabajo que es la vocación de los hijos de Dios.
Él le contestó: “No quiero.” Pero después recapacitó y fue.
Esta es la respuesta que, como se verá luego, dieron las prostitutas, los atracadores de gasolineras, los terroristas, los pederastas y otros muchos que, después de escuchar la predicación de los profetas se convirtieron. Porque la conversión está indicada en ese “recapacitar” y en ese “ir”.
Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: “Voy, señor.” Pero no fue.
Aquí -como se verá luego- están representados todos los que, siendo personas respetables, no hicieron caso de la predicación de Juan que llamaba a todos al arrepentimiento y a la conversión para recibir el Evangelio.
¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?
Aquí hay que recordar que es el Hijo obedientísimo de Dios quien pregunta amablemente a la gente respetable.
Contestaron:
-El primero.
Aquí se ve que la gente respetable puede contestar acertadamente a esas preguntas simples que serán materia de examen en el Juicio Final.
Jesús les dijo:
-Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis.
Aquí se nos llama a todos a la conversión y se ve que la respetabilidad sin penitencia es una máscara que no engaña a Dios. Y no hay que entender aquí que esa gente respetable entrará en el Reino de los Cielos sin conversión sino que entrarán en el Reino de los Cielos siguiendo el ejemplo de las prostitutas y de los atracadores de gasolineras arrepentidos o no entrarán. Precisamente porque no hicieron caso de la llamada a la conversión que hizo Juan solamente se les da otra oportunidad: seguir a las prostitutas y a los publicanos arrepentidos.
En fin que en el “hoy” de nuestra vida estamos llamados a trabajar en la viña -que es el mundo que Dios ha creado- no como esclavos sino como hijos de Dios en Cristo que, siendo de condición divina, tomó la condición de esclavo para enseñarnos a trabajar como hijos aunque seamos prostitutas o gente respetable.
Javier Vicens
Párroco de S. Miguel de Salinas

martes, 23 de septiembre de 2014

CRISTIANOS MURCIÉLAGOS

Este título es del Papa Francisco. El viernes 9 de mayo de este año 14 lo acuñó en la homilía matinal en Santa Marta. Viene a decirnos con esa originalidad y desparpajo que le caracterizan que a muchos cristianos no les gusta la luz como a los murciélagos. Estos pequeños mamíferos voladores se pasan el día suspendidos en ristra en los desvanes e iglesias viejas o en la oscuridad de minas, cuevas u oquedades de árboles. Les hace daño la luz. Colgados de una pata se asemejan a los chorizos que pendientes de un varal se secan al humo en la vieja y oscura cocina del pueblo. Al anochecer se descuelgan y salen volando en busca de los insectos que les sirven de alimento.

No conviene estar en un lugar donde abunden porque ni siquiera en la noche tienen demasiada estabilidad y su radar no es capaz de evitar que a veces te rocen la cabeza o la cara si estás echado. Además son de la raza de los vampiros y aunque el murciélago común que habita en nuestros lares no sorbe sangre humana, tampoco engendra confianza. Si les pones un cigarrillo lo chupan con ansia. Tengo recuerdos, de pequeño, cómo durmiendo en el campo con las vacas, sus vuelos me hacían entrar en el chozo por su machacona insistencia de volar en torno a mí. No obstante, es una especie protegida porque ayuda a librar las plantaciones de plagas de insectos. Pues bien, este animalejo nocturno y bastante asquerosito, es el que el Papa utiliza para caracterizar la actitud de ciertos cristianos.

            En efecto, no a todos los cristianos les gusta la luz. Pone como ejemplo a los apóstoles en Lucas 24, 36-51. Aquel día había ambiente de resurrección; algunos ya habían visto al Señor. Mientras se comentaba el tema estaban muy contentos pero cuando Jesús se les apareció a ellos, se turbaron, perdieron la paz, y no fue bien recibido. Les saludó con la paz, pero no fueron capaces de asumir la alegría. Pensaban que les sacaba de la realidad y por ello, preferían mantener las distancias.

            Hay cristianos que tienen sus comportamientos y pautas muy enraizados. No quieren aventuras. No necesitan a Jesús presente. Les da lo mismo que esté o no esté porque ellos van a obrar como creen que deben de obrar. No quieren un contacto vivo y real. Su vida cristiana no es un diálogo real con Jesucristo. Tal actitud, dicen, me sacaría de mi mismo y me llenaría de una alegría sospechosa.  

            El Papa  profundiza un poco más y dice: “En realidad estos apóstoles y estos cristianos que huyen de la luz han sido derrotados por el misterio de la cruz”. Es el miedo, no quieren oír hablar de la muerte. Son capaces de matarse a sí mismos pero no de morir; la muerte es una derrota insufrible. Yo diría: no quieren la resurrección y la gratuidad. Prefieren ser sí mismos. Por eso hablan mucho de Dios pero muy poco de Jesucristo. A Dios se le domestica con unas cuantas leyes y tradiciones sacralizadas; a Jesucristo, no, porque resucita. No queremos la alegría de la resurrección, ni convertirnos ni ser una criatura nueva. Estamos a gusto, como los murciélagos, colgados en la oscuridad del desván, a salvo de cualquier aventura.

            Esta actitud es un peligro muy grave para todos los que quieren vivir un cristianismo comprometido. La palabra compromiso les confunde.  Los cristianos murciélagos viven su compromiso con las obras, hay que cambiar el mundo, hay que cumplir los mandamientos, hay que instalar la justicia entre nosotros. Todo desde sí mismos, desde sus ideas o ideales, reduciendo su religión a poco más que a filantropías humanas, sin enfrentarse nunca con la resurrección de Jesucristo, con el cambio de vida que esto conlleva, sin entregar su corazón ni un ápice de su vida. Les rechina la palabra gratuidad porque intuyen que si se dejan, van a ser llevados fuera de sí mismos a la alegría de la resurrección que aborrecen.

            Pasan la vida proponiendo cuestiones teóricas, como la samaritana: ¿Dónde hay que adorar? Sin permitir que nadie toque su vida privada o la vida de sus maridos. Por eso yo pienso que la resurrección no es el centro del cristianismo como dicen ahora la mayoría de los teólogos. Teóricamente hablando puede ser que sí, pero en la realidad, en la práctica no es así porque todo se puede quedar en la teoría lejos de la vida cotidiana. ¿Ha resucitado Jesucristo? Pues muy bien, dice el murciélago, me encanta la noticia pero que permanezca allá, en la otra vida, en la nueva creación, dejándonos a nosotros cumplir en esta con nuestros deberes.

            Pienso que el cristianismo se vive y se entiende desde el día de Pentecostés porque ese día hay un cambio de vida. La resurrección acontece fuera de uno mientras que pentecostés es algo vital, experimental, sucede de improviso, te cambia por dentro, te hace una criatura nueva. Viene de improviso y te sorprende pero no vendrá a nadie que no quiera tenerlo. La teología racional necesita una idea, la experimental necesita una experiencia o vivencia. Cuando acaece en ti esta experiencia dejas de ser murciélago y te entran deseos de luz, de resurrección, de crecimiento y de vida nueva. Desde ese momento es superado el escándalo de la cruz y conoces el designio y la elección que existe en haber sido elegido para vivirla. Sales de la caverna de Platón y entras en la luz del día que estaba ahí pero que carecías de ojos para verla.
            La resurrección no convierte, no cambia los planes ni la vida de nadie. Sigues viviendo de las expectativas humanas. Los mismos apóstoles camino de la Ascensión le dicen a Jesús: ¿Es ahora cuando vas a establecer el reino de Israel? ¡Qué decepción la de Jesús! ¡Con lo que le había costado llegar a la resurrección! Los amigos del Resucitado seguían pensando en categorías políticas. Ni un atisbo de sobrenaturalidad. Totalmente murciélagos. Pensaban, claro está, que la resurrección de Jesús se parecía a la de Lázaro o a la del hijo de la viuda de Naín.

            Estaban hablando de estas cosas cuando él se presentó en medio de ellos y les dijo: La paz con vosotros (Lc 24, 36).
            Sobresaltados y asustados creían ver un fantasma. Él les dijo: ¿Por qué os turbáis y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? Y como siguiesen maravillados les dijo ¿tenéis algo de comer?

            Los que quisieron comprender la resurrección se asustaron y confundieron a Cristo con un fantasma. Los que en su sencillez la recibieron como un don dejaron de ser murciélagos y quedaron iluminados como la Magdalena y Pedro, que ya había sido humillado en su bravura y autosuficiencia. Los demás necesitaron algo más. Jesús en su buena fe les pidió algo para comer como prueba de que no era un fantasma. Le dieron un trozo cutre de pescado y lo comió delante de ellos. Sin embargo, no fue suficiente con esa prueba. El escándalo de la cruz seguía pudiendo con ellos. Jesús, entró hasta el fondo de su incredulidad abriéndoles los ojos para que saliesen de su caverna  y entendiesen las Escrituras. Les dijo:

            Acordaos de las palabras que os decía cuando estaba entre vosotros: “Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, los Profetas y en los Salmos acerca de mí”.
            Y entonces abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras.
            El misterio de Jesús es bellísimo porque ningún hombre en cuanto tal es capaz de dejar de ser murciélago a no ser que le sean abiertos los ojos y pueda comprender las Escrituras. Ese día es Pentecostés para esas personas. No sólo reciben al Espíritu Santo sino que comprenden que sin la luz que viene de él, jamás podrán entrar en la presencia de Jesús, en su amor, en su corazón. Para que yo ame a Jesús, al hombre Jesús, para que yo acepte su resurrección y entre en su alegría, necesito el Espíritu de Dios que él me regala. Si Jesús me abre los ojos con la luz de su Espíritu, que es el de Dios, el que procede del Padre y del Hijo, entonces estoy preparado y apto para la fiesta y para disfrutar de la resurrección.  

Chus Villarroel para ReL

lunes, 22 de septiembre de 2014

EL PAPA EN ALBANIA: CON LOS CRISTIANOS PERSEGUIDOS

Entre lágrimas, el Papa Francisco estrechó en un fuerte abrazo al sacerdote Ernest Simoni, de 84 años, uno de los últimos sobrevivientes de la terrible persecución comunista en Albania, quien fue encarcelado en condiciones inhumanas y se libró de una condena a muerte por su fidelidad a la Iglesia y al Sucesor de Pedro.
Durante su visita a Tirana, el Papa Francisco sostuvo un encuentro en la Catedral de San Pablo con los sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas y movimientos laicales, donde escuchó con atención el testimonio del Padre Simoni.
El presbítero relató que en diciembre de 1944 comenzó en Albania un régimen comunista ateo que trató de eliminar la fe y el clero con “arrestos, torturas y asesinatos de sacerdotes y laicos por siete años seguidos, derramando la sangre de los fieles algunos de los cuales antes de ser fusilados gritaban: Viva Cristo Rey”.
En el año 1952, las autoridades comunistas reunieron a los sacerdotes que sobrevivieron y les ofrecieron vivir en libertad a cambio de distanciarse del Papa y el Vaticano, una intención que nunca aceptaron.
Relató que antes de ordenarse sacerdote estudió con los franciscanos por 10 años desde 1938 hasta 1948, y cuando sus superiores fueron fusilados por los comunistas siguió sus estudios clandestinamente.
“Pasaron dos años terribles y el 7 de abril de 1956 fui ordenado sacerdote, el día después de Pascua y en la Fiesta de la Divina Misericordia celebré mi PrimeraMisa”.
El 24 de diciembre de 1963 al concluir la Misa de Vísperas de Navidad, cuatro oficiales le presentaron el decreto de arresto y fusilamiento, fue esposado y detenido. En el interrogatorio le dijeron que sería ahorcado como un enemigo porque dijo al pueblo “que moriremos todos por Cristo de ser necesario”.
Las torturas lo dejaron en muy mal estado. “El Señor quiso que continuara viviendo”. Entre los cargos que le imputaron figuraba celebrar una Misa por el alma del Presidente John F. Kennedy asesinado un mes antes de su arresto, y que celebró por una indicación del Papa Pablo VI a todos los sacerdotes del mundo.
“La Divina Providencia ha querido que mi condena a muerte no fuese llevado a cabo enseguida. En la sala trajeron a otro prisionero, un querido amigo mío, con el propósito de espiarme, el empezó a hablar mal contra el partido”, recordó.
“Yo de todos modos respondía que Cristo nos había enseñado a amar a los enemigos y a perdonarlos y que nosotros debíamos empeñarnos en el bien del pueblo. Esas palabras mías llegaron a los oídos del dictador que al cabo de algunos días me liberó de la condena a muerte”, explicó el P. Simone.
Los comunistas cambiaron su condena a muerte por 28 años de trabajos forzados. “He trabajado en los canales de aguas negras y durante el periodo de prisión he celebrado la Misa, he confesado y distribuido la comunión a escondidas”, relató.
El sacerdote fue liberado solo cuando cayó el régimen comunista y empezó la libertad religiosa. “El Señor me ha ayudado a servir tantos pueblos y ha reconciliar a muchas personas alejando el odio y al diablo de los corazones de los hombres”, aseguró.
“Santidad seguro de poder expresar la intención de los presentes le ruego por la intersección de la Santísima madre de Cristo, el Señor le de vida, salud y fuerza en la guía del gran rebaño que es la Iglesia de Cristo, Amén”, concluyó antes de estrechar al Papa en un abrazo que hizo llorar al Pontífice y a los presentes.
Para seguir el viaje del Papa a Albania,:https://www.aciprensa.com/albania2014/

martes, 16 de septiembre de 2014

"JESUS ERA UN CHIFLADO O ERA DIOS" BONO, CANTANTE DE U2



 Entrevista a Bono: “Jesús era un chiflado o era Dios. No hay más posibilidades”. "La idea de que el curso de la civilización ha cambiado, que se ha vuelto al revés, debido a un chiflado… para mí, eso sí que es difícil de creer’”

 Antes de empezar reafirmo aquí todo lo que dije en la introducción de mi post sobre la conversión de Mark Wahlberg. La síntesis sería esta: nuestro modelo es Jesucristo y caminos ejemplares hacia Él los podemos encontrar en los santos, punto. Si hablamos sobre la conversión de personas famosas de ningún modo los queremos colocar como modelos de vida cristiana. Los seres humanos que aún peregrinamos en este mundo, especialmente los artistas y los jóvenes ricos de Hollywood, no tenemos el cielo comprado así que antes de poner a Bono o a Wahlberg en un altar, recomiendo rezar mucho por ellos, para que su fe cristiana se fortalezca y puedan iluminar sus respectivos ambientes. 

 Dicho esto la entrevista que hemos publicado es muy interesante. Bono afronta con mucha lucidez el hecho de que su fe cristiana no se basa ni puede basarse en meros sentimientos sino en una persona y un hecho: Jesucristo de Nazareth y su Resurrección entre los muertos. El artista crítica directamente a todas las personas que creen en Cristo pero lo disfrazan de profeta o líder político despojándolo de todo carácter divino. Para Bono, y para todo católico pensante, es Jesús mismo quien no permite hacer una reducción de esta naturaleza porque Él se proclamaba Mesías, Hijo de Dios, Aquel que es uno con el Padre.

 En el fondo existen dos modos sensatos de comprender a Jesús: o era el Hijo de Dios o era un loco. Nadie se escandalice. Tratar de colocar a Cristo en los términos medios del revolucionario, político, o filósofo socrático, no es cosa sino de personas que jamás han abierto los Evangelios. En el libro entrevista Bono on Bono de Michka Assayas, el cantante de U2 reafirma este punto: “Verás, la respuesta laica a la historia del Cristo siempre dice algo así: ‘Era un gran profeta, obviamente un tipo muy interesante, tenía mucho que decir, en la línea de otros profetas, sean Elías, Mahoma, Buda o Confucio’. Pero la realidad es que Cristo no te permite decir esto. No te deja salir por ahí. Cristo dice: ‘no me llaméis maestro, ni estoy diciendo soy un profeta, sino soy el Mesías’. ‘Yo soy Dios encarnado’”. Y la gente dice: ‘por Dios, intenta ser sólo un profeta. Un profeta es algo aceptable. Sólo eres un poco excéntrico ¡Si ya estaba Juan el Bautista, que comía hierbas y saltamontes! Pero por favor, no digas esa palabra con la M…’ Pero Cristo responde: ‘Lo siento, soy de verdad el Mesías’. Así que lo que te queda es, o Cristo era quien decía que era –el Mesías– o era un completo chiflado, (que) se puso una tira en la frente que decía ‘rey de los judíos’ y subió a la cruz buscando el martirio… No bromeo, Michka. La idea de que el curso de la civilización ha cambiado, que se ha vuelto al revés, debido a un chiflado… para mí, eso sí que es difícil de creer"

 Por último, otro elemento de la fe cristiana de Bono que quiero rescatar es la autenticidad. En un mundo donde los artistas católicos creen que para alcanzar la cumbre del éxito tienen que ocultar su fe o por lo menos exponerla en modo relativistico, muy personal y con 17 circunloquios para no ofender a los fans… alguien que ha alcanzado la cumbre del éxito -varias veces- les demuestra que esto no es así. Que no tienen que renunciar a sus principios ni a su fe porque en el fondo están renunciando a ellos mismos, a su riqueza y a la identidad que los hace ser únicos. Ojalá todos los artistas católicos tuviera el coraje de hablar tan claramente sobre Cristo en público: A diferencia de las leyes del Karma donde todo lo que hagas debes pagarlo, Dios vino a la tierra y murió para pagar todos nuestros errores. Al creer esto estaremos aceptando que Dios nos regala la salvación. Esto es lo que se denomina la Gracia del Señor y Jesucristo fue el único que lo hizo

lunes, 15 de septiembre de 2014

DIOS DA A LOS ESPOSOS UN ANTÍDOTO: CRISTO

En la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, y por primera vez desde el inicio de su Pontificado, el Papa Francisco celebró la Santa Misa con el rito del matrimonio, a las 9.00 en la Basílica de San Pedro. 

Se trató de un momento de gran intensidad para las veinte parejas de novios que fueron elegidos para decir su “sí” ante el Santo Padre.

En su homilía, el Obispo de Roma recordó que el matrimonio “es símbolo de la vida, de la vida real”, y afirmó que no es una “novela”, sino que es el sacramento del amor de Cristo y de la Iglesia, “un amor que encuentra en la Cruz su prueba y su garantía”.

El Santo Padre dirigió asimismo su pensamiento a las parejas de esposos que “se sienten extenuadas del camino” de la vida conyugal y familiar; en el que el cansancio del camino se convierte en agotamiento interior; y donde pierden el gusto del Matrimonio, porque ya no encuentran en el Sacramento la fuente de agua, por lo que la vida cotidiana se hace pesada, “da náusea”.
Homilía completa:


La prima Lectura nos habla del camino del pueblo en el desierto. Pensemos en aquella gente en marcha, siguiendo a Moisés; eran sobre todo familias: padres, madres, hijos, abuelos; hombres y mujeres de todas las edades, muchos niños, con los ancianos que avanzaban con dificultad... Este pueblo nos lleva a pensar en la Iglesia en camino por el desierto del mundo actual, nos lleva a pensar en el Pueblo de Dios, compuesto en su mayor parte por familias.
Y nos hace pensar también en las familias, nuestras familias, en camino por los derroteros de la vida, por las vicisitudes de cada día... Es incalculable la fuerza, la carga de humanidad que hay en una familia: la ayuda mutua, la educación de los hijos, las relaciones que maduran a medida que crecen las personas, las alegrías y las dificultades compartidas... En efecto, las familias son el primer lugar en que nos formamos como personas y, al mismo tiempo, son los “adobes” para la construcción de la sociedad.
Volvamos al texto bíblico. En un momento dado, «el pueblo estaba extenuado del camino». Estaban cansados, no tenían agua y comían sólo “maná”, un alimento milagroso, dado por Dios, pero que, en aquel momento de crisis, les parecía demasiado poco. Y entonces se quejaron y protestaron contra Dios y contra Moisés: “¿Por qué nos habéis sacado...?”. Es la tentación de volver atrás, de abandonar el camino.
Esto me lleva a pensar en las parejas de esposos que “se sienten extenuadas del camino”, del camino de la vida conyugal y familiar. El cansancio del camino se convierte en agotamiento interior; pierden el gusto del Matrimonio, no encuentran ya en el Sacramento la fuente de agua. La vida cotidiana se hace pesada, y muchas veces “da náusea”.
En ese momento de desorientación –dice la Biblia–, llegaron serpientes venenosas que mordían a la gente, y muchos murieron. Esto provocó el arrepentimiento del pueblo, que pidió perdón a Moisés y le suplicó que rogase al Señor que apartase las serpientes. Moisés rezó al Señor y Él dio el remedio: una serpiente de bronce sobre un estandarte; quien la mire, quedará sano del veneno mortal de las serpientes.
¿Qué significa este símbolo? Dios no acaba con las serpientes, sino que da un “antídoto”: mediante esa serpiente de bronce, hecha por Moisés, Dios comunica su fuerza de curación, fuerza de curación que es su misericordia, más fuerte que el veneno del tentador.
Jesús, como hemos escuchado en el Evangelio, se identificó con este símbolo: el Padre, por amor, lo ha “entregado” a Él, el Hijo Unigénito, a los hombres para que tengan vida; y este amor inmenso del Padre lleva al Hijo, a Jesús, a hacerse hombre, a hacerse siervo, a morir por nosotros y a morir en una cruz; por eso el Padre lo ha resucitado y le ha dado poder sobre todo el universo. Así se expresa el himno de la Carta de San Pablo a los Filipenses. Quien confía en Jesús crucificado recibe la misericordia de Dios que cura del veneno mortal del pecado.
El remedio que Dios da al pueblo vale también, especialmente, para los esposos que, “extenuados del camino”, sienten la tentación del desánimo, de la infidelidad, de mirar atrás, del abandono... También a ellos Dios Padre les entrega a su Hijo Jesús, no para condenarlos, sino para salvarlos: si confían en Él, los cura con el amor misericordioso que brota de su Cruz, con la fuerza de una gracia que regenera y encauza de nuevo la vida conyugal y familiar.
El amor de Jesús, que ha bendecido y consagrado la unión de los esposos, es capaz de mantener su amor y de renovarlo cuando humanamente se pierde, se hiere, se agota. El amor de Cristo puede devolver a los esposos la alegría de caminar juntos; porque eso es el matrimonio: un camino en común de un hombre y una mujer, en el que el hombre tiene la misión de ayudar a su mujer a ser mejor mujer, y la mujer tiene la misión de ayudar a su marido a ser mejor hombre. Ésta es vuestra misión entre vosotros. “Te amo, y por eso te hago mejor mujer”; “te amo, y por eso te hago mejor hombre”. Es la reciprocidad de la diferencia. No es un camino llano, sin problemas, no, no sería humano. Es un viaje comprometido, a veces difícil, a veces complicado, pero así es la vida. Y en el marco de esta teología que nos ofrece la Palabra de Dios sobre el pueblo que camina, también sobre las familias en camino, sobre los esposos en camino, un pequeño consejo. Es normal que los esposos discutan. Es normal. Siempre se ha hecho. Pero os doy un consejo: que vuestras jornadas jamás terminen sin hacer las paces. Jamás. Basta un pequeño gesto. Y de este modo se sigue caminando. El matrimonio es símbolo de la vida, de la vida real, no es una “novela”. Es sacramento del amor de Cristo y de la Iglesia, un amor que encuentra en la Cruz su prueba y su garantía. Os deseo, a todos vosotros, un hermoso camino: un camino fecundo; que el amor crezca. Deseo que seáis felices. No faltarán las cruces, no faltarán. Pero el Señor estará allí para ayudaros a avanzar. Que el Señor os bendiga.

domingo, 14 de septiembre de 2014

EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ

Evangelio
En aquel tiempo dijo Jesús a Nicodemo:
«Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en Él tenga vida eterna».
Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que no perezca ninguno de los que creen en Él, sino que tengan vida eterna.
Porque Dios no mandó a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él.
Juan 3, 13-17
La cruz asusta a los niños. Sería mejor poner en las iglesias imágenes de Jesús jugando con los niños o besando a María Magdalena. 
Esto me decía un buen amigo -mío y de Jesús- hace unos días vía Facebook. Quisiera contestarle ahora, en la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz.
Empiezo dándole la razón. La cruz asusta tanto que hasta Jesús tembló ante ella. No ha habido en el mundo niño o enamorado más inocente ni más sincero ni más fuerte que Jesús que rezaba y sudaba sangre diciendo; Padre, si es posible, pase de mí este Cáliz, pero no se haga mi voluntad sino la tuya.
Ya le he dado la razón a mi buen amigo. Pero ahora debo decirle que Nuestro Señor -nuestro amigo- Jesucristo , abrazando esa cruz que le daba miedo y le hacía sudar sangre, la hizo tan amable que la convirtió en instrumento de salvación para nosotros. Y es normal que sigamos teniendo miedo a las cruces pero no es normal que tengamos miedo de la Santa Cruz en la que Jesús nos abrazó y nos besó a todos.
Los niños se asustan -como todos- ante las cruces que encuentran en la vida pero la Santa Cruz los reconforta a ellos como a todos. Me lo confirmó una niña que vino hace poco a la sacristía de Torremendo. Llevaba varios días entrando a rezar en la iglesia -a escondidas- ante la imagen de Nuestra Señora de Monserrate. Cuando entró en la sacristía para preguntarme que si valía de algo rezar por un enfermo al que uno quiere, estaba asustadísima y casi llorando; tanto que don Antonio -el sacristán- salió de allí disimuladamente para dejarnos a solas; tanto que solamente supe decirle -señalando al crucifijo de la sacristía- que mirase cómo reza Jesús por nosotros.
Hace dos días volvió esa niña a la sacristía para decirme que los médicos le habían dicho a su mamá que iban a curarla. Le di las gracias por haber venido a contármelo y, cuando se fue, besé los pies del crucifijo de la sacristía de Torremendo. Un crucifijo que cura, que inspira cosas buenas de amor y no da miedo ni nada de eso.
Por el madero ha venido la alegría al mundo entero.
D. Javier Vicens
Párroco de S. Miguel de Salinas

miércoles, 10 de septiembre de 2014

20 CONSEJOS DEL P. PÍO A QUIENES SUFREN

Cada cierto tiempo Dios envía a nuestro mundo algunos hombres extraordinarios que hacen de puente entre la tierra y el cielo, y ayudan a que miles de hombres puedan gozar del Paraíso eterno. El siglo XX nos dejó uno especialmente singular: el Padre Pío de Pietrelcina, un religioso capuchino nacido en ese pequeño pueblo del sur de Italia y muerto en 1968 en San Giovanni Rotondo. San Juan Pablo II lo elevó a los altares en 2002 en una canonización que batió todos los récords de asistencia. Hoy se puede decir que es el santo más venerado en Italia.

El Padre Pío recibió unos dones especiales por parte de Dios como el discernimiento de las almas y su capacidad para leer las conciencias; curaciones milagrosas; la bilocación;el don de lágrimas; el perfume a rosas que desprendía y, sobre todo, los estigmas en pies, manos y costado que padeció durante 50 años. 

A lo largo de su vida escribió miles de cartas a sus dirigidos espirituales que son una fuente de sabiduría cristiana práctica y de gran actualidad.

Pensamientos para afrontar el sufrimiento
ReL ofrece a sus lectores esta pequeña selección de pensamientos del Padre Pío ante el sufrimiento, extraídos, precisamente, de esas cartas. No tienen desperdicio. Dan esperanza y elevan el alma:

1.-  "Si puedes hablar al Señor en la oración, háblale, ofrécele tu alabanza; si por mucho cansancio no puedes hablar, no te disgustes en los caminos del Señor. Detenté en la habitación como los servidores en la corte y hazle reverencia. El te verá, le gustará tu presencia, favorecerá tu silencio y en otro momento encontrarás consuelo cuando él te tome de la mano”.

2.- "Cuanta más amargura tengas, más amor recibirás”.

3.- "Jesús quiere llenar todo tu Corazón”.

4.- "Dios quiere que vuestra incapacidad sea la sede de su omnipotencia”.

5. - "La fe es la antorcha que guía los pasos de los espíritus desolados".

6.- "En el tumulto de las pasiones y de las vicisitudes adversas nos sostenga la grata esperanza de la inagotable misericordia de Dios”.

7.- "Ponga toda la confianza sólo en Dios”.

8.- "El mejor consuelo es el que viene de la oración”.

9.- "No temas por nada. Al contrario, considérate muy afortunado por haber sido hecho digno y participe de los dolores del Hombre-Dios”.

10.- "Dios os deja en esas tinieblas para su gloria; aquí está la gran oportunidad de vuestro progreso espiritual”.

11.- "Las tinieblas que a veces oscurecen el cielo de vuestras almas son luz: por ellas, cuando llegan, os creéis en la oscuridad y tenéis la impresión de encontraros en medio de un zarzal ardiendo. En efecto, cuando las zarzas arden, todo alrededor es una nubarrada y el espíritu desorientado teme no ver ni comprender ya nada. Pero entonces Dios habla y se hace presente al alma, que vislumbra, entiende, ama y tiembla”.

12.- "Jesús mío, es el amor que me sostiene”.

13.- "La felicidad sólo se encuentra en el cielo”.

14.- "Cuando os veáis despreciados, haced como el Martín Pescador que construye su nido en los mástiles de las naves es decir, levantaos de la tierra, elevaos con el pensamiento y con el corazón hacia Dios, que es el único que os puede consolar y daros fuerza para sobrellevar santamente la prueba”.

15.- "Ten por cierto que cuanto más crecen los asaltos del demonio tanto más cerca del alma está Dios".

16.- "Bendice el Señor por el sufrimiento y acepta beber el cáliz de Getsemani”.

17.- "Sé capaz de soportar las amarguras durante toda tu vida para poder participar de los sufrimientos de Cristo”.

18.- "El sufrimiento soportado cristianamente es la condición que Dios, autor de todas las gracias y de todos los dones que conducen a la salvación, ha establecido para concedernos la gloria”.

19.- "Recuerda que no se vence en la batalla si no es por la oración; a ti te corresponde la elección”.

20.- "La oración es la mejor arma que tenemos; es una llave que abre el corazón de Dios”.

Alex Rosal en ReL

viernes, 5 de septiembre de 2014

DESDE IRAK: GRACIAS POR VUESTRAS ORACIONES

“Cuando una persona se entristece con nuestras penas y se alegra con nuestros gozos, en cierto modo ya es nuestro amigo”, expresó el P. Luis Montes desde Bagdad (Irak), para agradecer las oraciones y la solidaridad hacia los cristianos iraquíes, e invitó a seguir colaborando para socorrer a quienes son perseguidos por el Estado Islámico (ISIS).
En un post publicado el 30 de agosto en el sitio de Facebook Amigos de Irak, el sacerdote del Instituto del Verbo Encarnado (IVE) recordó que cuando se empezó con el blog del mismo nombre “no podíamos imaginarnos que podía llegar tan rápido a ser lo que es ahora”, pues “veíamos con tristeza que Irak no tenía amigos, solo intereses de gente que lo usaban y lo usan para su propio beneficio. Aparte de estos intereses veíamos desconocimiento, desinterés y desconfianza”.
Sin embargo, con el paso de los días, aunque la gran mayoría de los poderosos “siguen con sus planes vanos”, “ya no podemos decir que Irak no tenga amigos”, pues cientos de miles de personas difunden lo que se publica en el blog y en el Facebook, “medios de comunicación de diversas partes del mundo nos llaman”, los han visitado gente de más de 50 países e incluso, junto con las oraciones, “nos han llegado pequeñas donaciones de más de 20 países”.
El P. Montes, quien constantemente denuncia las persecuciones contra los cristianos y otras minorías iraquíes, pidió a los fieles que “sigan rezando y ayudando a Irak, ¡Dios los bendiga! A todos les pedimos que sigan dando a conocer el sufrimiento de este pueblo, a todos pedimos que sigan rezando y ayudando en lo que puedan”.
A continuación el texto completo del P. Luis Montes:
UNA IMPRESIONANTE CADENA DE SOLIDARIEDAD Y AMISTAD
Cuando empezamos nuestro blog "Amigos de Irak" junto con su página de facebook, en sus tres idiomas, no podíamos imaginarnos que podía llegar tan rápido a ser lo que es ahora.
Veíamos con tristeza que Irak no tenía amigos, solo intereses de gente que lo usaban y lo usan para su propio beneficio. Aparte de estos intereses veíamos desconocimiento, desinterés y desconfianza.
Actualmente no podemos decir lo mismo, o al menos no de todos. Sí de la gran mayoría de los poderosos que siguen con sus planes vanos y estúpidos, que hacen mucho daño, y del que tendrán que dar cuenta.
Pero ya no podemos decir que Irak no tenga amigos: contando solamente nuestro trabajo a través de la web hemos encontrado una infinidad de amigos. Cientos de miles de personas leen lo que escribimos, medios de comunicación de diversas partes del mundo nos llaman, han visitado nuestros sitios gente de más de 50 países, de más de 40 idiomas, otros sitios reproducen nuestros artículos, cientos de personas nos han mandado mensajes de apoyo, prometiendo oraciones y sacrificios y nos han llegado pequeñas donaciones de más de 20 países.
¡Y esto es solo lo que se refiere a nuestra pobre obra! ¡Cuántos más rezan, se interesan y ayudan cómo pueden a través de otras personas!
El Beato Alamano, hablando de su congregación decía "somos cuatro gatos". En Irak nuestro Instituto del Verbo Encarnado no llega ni a cuatro gatos, y sin embargo, ¡Dios nos ha llenado de amigos! ¡Ha llenado de amigos este país que hemos abrazado como propio!
Hay gente que dice que las amistades de las redes sociales no son verdaderas amistades, y es probable que sea así, porque muchas veces se considera amigo al que coincide con algunos de nuestros gustos personales, y la amistad es algo muy diferente.
Pero cuando una persona se entristece con nuestras penas y se alegra con nuestros gozos, en cierto modo ya es nuestro amigo.
Hay un escrito corto y magnífico del P. Castellani que dice:
Yo tenía tres amigos. Uno me regalaba plata. Era un buen amigo.
El otro una vez me puso la mano sobre la mano y me dijo:
-Si te matan, yo me haré matar por vos.
-¿Por vos o con vos? -le dije.
-Con vos -y no mentía.
El tercer amigo cuando iba a verlo se ponía alegre.
Yo también me ponía alegre. Y estábamos alegres todo el tiempo.
Era mi mejor amigo.
A todos les damos gracias infinitas. Y son realmente infinitas porque por todos celebramos el Sacrificio del Cordero Inmaculado cada día.
A todos les pedimos que sigan dando a conocer el sufrimiento de este pueblo, a todos pedimos que sigan rezando y ayudando en lo que puedan.
¡Dios los bendiga!
P. Luis Montes IVE
Para ayudar a los cristianos iraquíes se puede ingresar a https://www.facebook.com/amigosdeirak

martes, 2 de septiembre de 2014

RECETA DEL PAPA PARA NO SER CRISTIANOS MUNDANOS

Queridos hermanos y hermanas,
¡Buenos días!
Siguiendo el itinerario dominical del Evangelio de Mateo, hoy llegamos al punto crucial en el cual Jesús, después de haber verificado que Pedro y los otros once habían creído en Él como Mesías e Hijo de Dios, “comenzó a explicarles que debía ir a Jerusalén y sufrir mucho, ser asesinado y resucitar al tercer día” (Mt 16,21). 
Es un momento crítico en el cual emerge el contraste entre el modo de pensar de Jesús y el de los discípulos. Incluso Pedro siente el deber de reprochar al Maestro, porque no puede atribuir al Mesías un final innoble. Entonces Jesús, a su vez, reprocha duramente a Pedro, lo pone “en su lugar”, porque no piensa “según Dios, sino según los hombres” (v. 23) y sin darse cuenta hace el papel de satanás, el tentador.
Sobre este punto insiste en la liturgia dominical también el apóstol Pablo, el cual, escribiendo a los cristianos de Roma, les dice a ellos: “No se conformen a este mundo, no sigan los esquemas de este mundo, sino déjense transformar, renovando su modo de pensar, para poder discernir la voluntad de Dios” (Rm 12,2).
De hecho, nosotros los cristianos vivimos en el mundo, insertados plenamente en la realidad social y cultural de nuestro tiempo, y es justo que sea así; pero esto trae consigo el riesgo de convertirnos en “mundanos”, el riego que “la sal pierda el sabor” como diría Jesús (cfr. Mt 5,13), es decir, que el cristiano se “diluya”, pierda la carga de novedad que viene del Señor e del Espíritu Santo.
En cambio debería de ser al contrario: cuando en los cristianos permanece viva la fuerza del Evangelio, ésta puede transformar “los criterios de juicio, los valores determinantes, los puntos de interés, las líneas de pensamiento, las fuentes de inspiración y los modelos de vida” (PAOLO VI, Esort. ap. Evangelii nuntiandi, 19).
Es triste encontrar cristianos “diluidos”, que parecen el “vino diluido” y no se sabe si son cristianos o mundanos, como el “vino diluido” no se sabe si es vino o agua, es triste esto. Es triste encontrar cristianos que no son más la sal de la tierra, sabemos que cuando la sal pierde su sabor no sirve para nada, su sal perdió el sabor porque se han entregado al espíritu del mundo, es decir, se han convertidos en mundanos.
Por eso es necesario renovarse continuamente nutriéndose de la linfa del Evangelio. ¿Y cómo se puede hacer esto en la práctica? Sobre todo leyendo y meditando el Evangelio todos los días, así la Palabra de Jesús estará siempre presente en nuestra vida; recuerden que les ayudara llevar siempre el Evangelio con ustedes, un pequeño evangelio, en el bolsillo, en la cartera y leer durante el día un pasaje, pero siempre con el Evangelio porque es llevar la Palabra de Jesús para poder leerla.
Además participando en la Misa dominical, donde encontramos al Señor en la comunidad, escuchando su Palabra y recibiendo la Eucaristía que nos une a Él y entre nosotros; y luego son muy importantes para la renovación espiritual las jornadas de retiro y de ejercicios espirituales. 
Evangelio, Eucaristía y oración. No se olviden: Evangelio, Eucaristía y oración: gracias a estos dones del Señor podemos conformarnos a Cristo y no al mundo, y seguirlo en su vida, el camino de “perder la propia vida” para encontrarla (v. 25). “Perderla” en el sentido de donarla, ofrecerla por amor en el amor – y esto comporta el sacrificio, la cruz– para recibirla nuevamente purificada, liberada del egoísmo y de la hipoteca de la muerte, llena de eternidad.
La Virgen María nos precede siempre en este camino; dejémonos guiar y acompañar por ella.

lunes, 1 de septiembre de 2014

JESÚS ESTÁ CONTIGO



































































































































































































































































































Jesús es mi mejor amigo” es una de las frases más trilladas en el vocabulario de muchos cristianos, acompañada por otras como “Jesús está en todas partes”, “Jesús es el amigo que nunca falla”, pero ¿Qué tanto creemos en la verdad de estas frases? ¿Realmente somos conscientes de lo que significa que Jesús esté realmente presente conmigo en todas partes? En este post les comparto un video clip hecho en Brasil, con la música del cantante y compositor cristiano David Phelps y que creo puede tener elementos interesantes para ayudarnos a reflexionar sobre la amistad que Jesús nos ofrece.
EL AMIGO MÁS FIEL: Si nos preguntan qué buscamos en un amigo, probablemente contestaremos que un amigo debe estar siempre a mi lado, en todos los momentos importantes de mi vida, en las alegrías, las tristezas, los triunfos y las dificultades. Pero si pensamos detenidamente, el único amigo que puede estar, y que está realmente siempre con nosotros es Jesús, incluso a pesar de que no seamos conscientes de ello, de que nos olvidemos de llamarlo o de que pensemos que nos hemos alejado de él. Él es el único que verdaderamente no te deja solo, siempre estará a tu lado.
UNA AYUDA SEGURA: No hay nada de nuestra vida que a Jesús le sea indiferente y de lo cual no participe. Incluso en las ocasiones de pecado, Jesús está allí tratando de protegernos. Sin embargo, como todo amigo, Jesús respeta nuestra libertad, él nos dará todas las gracias para que podamos resistir a las tentaciones, pero somos nosotros quienes decidimos aceptar o no su ayuda.
COMPAÑÍA COTIDIANA: Uno de los elementos más simpáticos del video es que presenta a Jesús en circunstancias muy cotidianas de la vida, imágenes a las que no estamos muy acostumbrados. Pero si pensamos en el hoy, Jesús no está sentado en una barca, o predicando en un templo, está en cada momento cotidiano de mi día, cuando me levanto, en mi estudio o trabajo, en mis juegos, cuando hago deporte. Recordar su presencia nos ayudará en ocasiones a pensar dos veces antes de actuar, pero por qué no a preguntarle constantemente ¿Qué harías tú en mi lugar?
AMISTAD QUE SE CULTIVA: Nos ayudará la idea de pensar en Jesús como una persona real, como cualquier otro amigo, con el cual debo cultivar mi amistad, pues la amistad no surge solo del pasar tiempo con otra persona, surge del compartir real, del confiar al otro mis inquietudes, mis tristezas, mis alegrías, mis diversiones. Ya sabes que Jesús comparte todo eso contigo, y tú, ¿Aceptas compartirlas con Él?