martes, 31 de marzo de 2009

¡¡MÓJATE!!

La Cuaresma va tocando a su fin.
Cuarenta días de preparación al Paso de Jesús por nuestras vidas.
Todavía estamos a tiempo. ¡¡MÓJATE!!




Liturgia del día

lunes, 30 de marzo de 2009

CATECISMO: LAS EXPRESIONES DE LA ORACION


LAS EXPRESIONES DE LA ORACIÓN

I La oración vocal
2700 Por medio de su Palabra, Dios habla al hombre. Por medio de palabras, mentales o vocales, nuestra oración toma cuerpo. Pero lo más importante es la presencia del corazón ante Aquél a quien hablamos en la oración. "Que nuestra oración se oiga no depende de la cantidad de palabras, sino del fervor de nuestras almas" (San Juan Crisóstomo, ecl. 2).


2701 La oración vocal es un elemento indispensable de la vida cristiana. A los discípulos, atraídos por la oración silenciosa de su Maestro, éste les enseña una oración vocal: el "Padre Nuestro". Jesús no solamente ha rezado las oraciones litúrgicas de la sinagoga; los Evangelios nos lo presentan elevando la voz para expresar su oración personal, desde la bendición exultante del Padre (cf Mt 11, 25-26), hasta la agonía de Getsemaní (cf Mc 14, 36).


2702 Esta necesidad de asociar los sentidos a la oración interior responde a una exigencia de nuestra naturaleza humana. Somos cuerpo y espíritu, y experimentamos la necesidad de traducir exteriormente nuestros sentimientos. Es necesario rezar con todo nuestro ser para dar a nuestra súplica todo el poder posible.


2703 Esta necesidad responde también a una exigencia divina. Dios busca adoradores en espíritu y en verdad, y, por consiguiente, la oración que sube viva desde las profundidades del alma. También reclama una expresión exterior que asocia el cuerpo a la oración interior, esta expresión corporal es signo del homenaje perfecto al que Dios tiene derecho.


2704 La oración vocal es la oración por excelencia de las multitudes por ser exterior y tan plenamente humana. Pero incluso la más interior de las oraciones no podría prescindir de la oración vocal. La oración se hace interior en la medida en que tomamos conciencia de Aquél "a quien hablamos" (Santa Teresa de Jesús, cam. 26). Entonces la oración vocal se convierte en una primera forma de oración contemplativa.


domingo, 29 de marzo de 2009

DOMINGO V DE CUARESMA



V Domingo de Cuaresma Jeremías 31, 31-34; Hebreos 5, 7-9; Juan 12, 20-33

Comentario del P. Raniero Cantalamessa


Si el grano de trigo no muere“Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto” . No se trata de la única enseñanza que Jesús saca de la vida de los campesinos. El Evangelio está lleno de parábolas, imágenes e ideas que proceden de la agricultura, que era en su tiempo (y aún lo es para distintos pueblos) la profesión que ocupa a un mayor número de personas. Él habla del sembrador, del trabajo de los campos, de la siega, de trigo, vino, aceite, de la higuera, de la viña, de la vendimia...Pero Jesús no se detenía naturalmente en el plano agrícola. La imagen del grano de trigo le sirve para transmitirnos una enseñanza sublime que arroja luz, antes que nada, en su caso personal, y después también en el de sus discípulos.El grano de trigo es, ante todo, Jesús mismo. Como un grano de trigo, Él cayó en tierra en su pasión y muerte, ha reaparecido y ha dado fruto con su resurrección. El “mucho fruto” que Él ha dado es la Iglesia que ha nacido de su muerte, su cuerpo místico.Potencialmente, el “fruto” es toda la humanidad --no sólo nosotros, los bautizados--, porque Él murió por todos, todos han sido redimidos por Él, también quien aún no lo sabe.





El pasaje evangélico concluye con estas significativas palabras de Jesús: “Yo, cuando sea elevado de la tierra, atraeré a todos hacia mí”.Pero la historia del pequeño grano de trigo ayuda también, en otro versículo, a entendernos a nosotros mismos y el sentido de nuestra existencia. Después de haber hablado de trigo, Jesús añade: “El que ama su vida la pierde; y el que odia (otro evangelista dice pierde) su vida en este mundo la guardará para una vida eterna” (Mt 16, 25). Caer en tierra y morir no es, por lo tanto, sólo el camino para dar fruto, sino también para “salvar la propia vida”, esto es, ¡para seguir viviendo! ¿Qué ocurre con el grano de trigo que rechaza caer en tierra? O viene algún pájaro y lo picotea, o se seca o enmohece en un rincón húmedo, o bien es molido en harina, comido y ahí termina todo.





En cualquier caso, el grano, como tal, no ha continuado. Si en cambio es sembrado, reaparecerá y conocerá una nueva vida, como en esta estación vemos que ha sucedido con los granos de trigo sembrados en otoño.En el plano humano y espiritual ello significa que si el hombre no pasa a través de la transformación que viene por la fe y el bautismo, si no acepta la cruz, sino que se queda agarrado a su natural modo de ser y a su egoísmo, todo acabará con él, su vida se encamina a un agotamiento. Juventud, vejez, muerte. Si en cambio cree y acepta la cruz en unión con Cristo, entonces se le abre el horizonte de eternidad.Hay situaciones, ya en esta vida, sobre las cuales la parábola del grano de trigo arroja una luz tranquilizadora. Tienes un proyecto que te importa muchísimo; por él has trabajado, se había convertido en el principal objetivo en la vida, y he aquí que en poco tiempo lo ves como caído en tierra y muerto. Ha fracasado; o tal vez se te ha privado de él y se ha confiado a otro que recoge sus frutos.





Acuérdate del grano de trigo y espera. Nuestros mejores proyectos y afectos (a veces el propio matrimonio de los esposos) deben pasar por esta fase de aparente oscuridad y de gélido invierno para renacer purificados y llenos de frutos. Si resisten a la prueba, son como el acero después de que ha sido sumergido en agua helada y ha salido “templado”. Como siempre, constatamos que el Evangelio no está lejos, sino muy cerca de nuestra vida. También cuando nos habla con la historia de un pequeño grano de trigo.Al final, estos granos de trigo que caen en tierra y mueren seremos nosotros mismos, nuestros cuerpos confiados a la tierra. Pero la palabra de Jesús nos asegura que también para nosotros habrá una nueva primavera. Resurgiremos de la muerte, y esta vez para no morir más.

sábado, 28 de marzo de 2009

SE LLAMA GADOR JOYA


Esta entrevista apareció publicada en el Semanario Alba. La protagonista es Gador Joya, médico y portavoz de Derecho a Vivir. Todo un testimonio POR LA VIDA

La entrevista le coge aterrizando en Madrid de Etiopía, adonde ella y su marido han viajado para adoptar a un niño, el tercero. El pequeño, que asistió en brazos de su madre a la entrevista, también quiso hacerse oír durante la misma. ¡Y con entusiasmo! Dejamos al lector el privilegio de intercalar entre las preguntas y las respuestas los gorjeos y las risas del enano.

- (Alba)¿Cuál es el nombre del pequeño?-

(Gádor). Juan Pablo.-

¿Se llama así por…?.-

Juan Pablo II, sí. Fue el Papa de nuestra generación; yo le he sentido muy cerca.-

¿Desde cuando?

Quizás desde aquel encuentro con los jóvenes en el Bernabeu. En España empezaba a hablarse del aborto y Juan Pablo fue la primera persona a la que oí defender la vida.-

¿Ahí empezó su activismo?-

Nunca busqué meterme en nada de esto, la verdad. Diría que las cosas han ido surgiendo...-¿Simplemente?-

Hombre, está claro que el tema vida Dios nos está pidiendo que demos el do de pecho.-

¿A todos?-A todos, sí. Y a los médicos, que somos muy pasivos, también.-

-¿Sabe? Ése, el de los talentos, es un pasaje del Evangelio que me inquieta.-¿Por qué?Porque a Dios lo veo como un padre amoroso, alguien que siempre está ahí. Y que da y da y da… Y me preocupa que pase el tiempo sin haber yo correspondido.-

¿Tanto le ha dado?-Muchísimo. No podré agradecérselo lo suficiente. Me siento mimada por Dios

¿Nunca ha sentido su abandono?

Hace años tuve una depresión. Duró solo unos meses, pero lo pasé muy mal: no le encontraba sentido a nada, me sentía vacía, como en un túnel…Y, sin embargo, me acerqué más a Él. -

¿Qué otras cosas la han acercado?-

Haber adoptado a mis tres hijos

.-¿La ha acercado, sí?-Sí. Mi marido -otro regalo que me ha hecho Dios- y yo siempre lo tuvimos claro: los hijos vendrían como Él quisiera que viniesen.-

En su caso, por la vía de la adopción.-Cuando miro a mis hijos… ¿sabe qué pienso?

-¿Qué?-Que los planes de Dios no son los nuestros: estos tres son los hijos que Él me tenía preparados desde el principio.-

Aquélla depresión, la adopción de los hijos… ¿Son pruebas a las que la ha sometido Dios?-No lo veo así. Creo que hasta en eso me ha tratado bien. Gracias a Él, nunca he tenido crisis de fe: siempre le he querido.

-¿Le reza?-Menos de lo que debiera, pero sí, le rezo. Todos los días trato de buscar un rato para Él.-

Cuando lo consigue, ¿qué le cuenta?Mis cosas, que son siempre las mismas, lamentablemente. Lo reconozco soy un desastre.-¿Y qué le pide?-Sé que hago mal, pero me cuesta mucho pedir.-

No me diga que el pasaje del “pedid y se os dará” también le inquieta.-¡Todo lo contrario! Cuando lo leo, me doy cuenta de que lo único que necesitamos es amor, su amor.

-¿Entonces?-Me cuesta pedir porque… ¿quién soy yo para hacerlo? ¡Con todo lo que me ha dado! Ya digo, mi vida ha sido muy fácil, lo he tenido todo.-

Dará gracias.-Eso sí. Por ejemplo, cada vez que Juan Pablo se queda dormido, me hincho a llorar agradecida porque Dios me lo ha mandado.

-El hogar que forman usted, su marido y sus hijos es cristiano ¿También lo era la casa en la que nació?-También. El día de la Inmaculada mi padre nos despertaba con el Ave María de Schubert.-Y cada vez que lo escucha…-Imagínese. Sonó en mi boda, después de la comunión, y me pasé el resto de la ceremonia llorando.-
¿Le reza también a la Virgen?-Sí, sobre todo dos oraciones: el “Bendita se tu pureza” y el “¡Oh, Señora mía!”.-
Me dijo que le daba reparo esta entrevista ¿A que no ha sido para tanto?Me daba apuro porque pienso que soy poca cosa para hablar de Él, no porque me cueste “salir del armario”, como dice un amigo mío.-
Por qué se decidió?Porque lo quiero tanto que tengo que dar testimonio. Además, ¿Quién sabe? A lo mejor alguien lee esta entrevista y le ayuda, ¿no? Todo lo que sea hablar de Dios es bueno.

viernes, 27 de marzo de 2009

OSKARI


Es de Finlandia,
se llama Oskari
y nadie le había hablado de Jesús jamás,
pero El se hizo el encontradizo.







jueves, 26 de marzo de 2009

CON SAN PABLO (IV PARTE)


MI VIDA ES CRISTO: Nueva visión de Jesús

La columna vertebral de los cambios de Pablo se inició en Damasco con su encuentro personal con Jesús resucitado.
Aquél que consideraba su acérrimo enemigo se va a transformar completamente hasta que llegue a ser su vida, gracias a los siguientes aspectos que mudaron su existencia.
A. SE EXPANDE LA SECTA DE LOS NAZAREOS

En Jerusalén, corazón de la fe monoteísta se propagaba como hiedra venenosa una peligrosa herejía que se debía parar, antes de que invadiera el sistema inmunológico de la sacrosanta religión de Israel.
El motor de esta secta estaba basado en la peor apostasía jamás concebida por un sensato israelita: Los seguidores de este Camino afirmaban que la salvación venía por la sangre, sí, "por la sangre" de un ajusticiado en el patíbulo de la cruz en las afueras de Jerusalén. ¡Tan Increíble como inadmisible!
Estos separatistas no acudían al Templo, sino que se reunían por las casas para la Fracción del Pan, afirmando que allí se hacía presente un tal Jesús de Nazaret, al que consideraban "Hijo de Dios". Además, su fundador se había atrevido a pronosticar la destrucción de Templo de Jerusalén.
Al mismo tiempo, este grupo acusaba a las infalibles autoridades de Jerusalén de haber asesinado a su líder, pero al mismo tiempo se contradecía, afirmando que él ya había resucitado.
Eran abanderados por unos pescadores, con un tal Simón a la cabeza, al que ellos llamaban Kefas, Piedra. Había que extirpar este tumor.
La sangre, para el israelita, era motivo de contaminación, y cualquier contacto con ella impedía entrar al Templo o celebrar las fiestas religiosas. Pero, afirmaban los Nazareos, lo que era motivo de contaminación religiosa, ahora era causa de salvación. Parecía locura o absurdo, pero inexplicablemente cada día ganaban más adeptos. Incluso, algunos sacerdotes habían abrazado esta fe en el crucificado. ¡Había que poner remedio a cualquier precio!
Para agravar la delicada situación, el Galileo pretendía ser superior al legislador de Israel, Moisés, a quien Dios le había dado su Ley en la cumbre del monte Sinaí. En su delirio de grandeza, presumía que era superior al sapientísimo rey Salomón. Y lo inaudito, aseguraba que existía antes que Abraham y que era "el Hijo de Dios" y que Dios y él eran una misma cosa. ¡Había que parar esta osadía!
La religión judía estaba basada en la oración del Shemá, que resumía el Credo del pueblo de Dios: Shemá, Israel, Adonai, Elohenu, Adonai Ejad. ¡Dios es Uno! Y el Nazareno afirmaba que Dios tenía un Hijo, asemejándose a las turbulentas familias de los dioses del Olimpo. ¡Jamás hereje alguno había traspasado esas fronteras!
B. VISIÓN DE SAULO: JESÚS MALDITO

Con fundamento en la Palabra de Dios que afirma: "Maldito el que sea colgado del patíbulo de la cruz" (Gal 3, 13; Deut 21, 23), Pablo concluía que Jesús era un maldito que había pagado con la cruz sus osadías.
Por la cadena de blasfemias, y de acuerdo a la santa Ley, los responsables de la ortodoxia, lo habían ajusticiado en las afueras de Jerusalén. Pero, en el fondo, era Dios mismo quien había hecho justicia maldiciéndolo con la cruz. O sea, de acuerdo a la mentalidad legalista de Saulo, Jesús era un maldito y maldecido por el mismo Dios del Sinaí. No le cabía la menor de las dudas.
Por todo eso, Saulo no podía consentir con que se invocara o recordara siquiera su nombre. Así, el fariseo de Tarso, le declaró una guerra a muerte; uno tenía que morir en la batalla.
C. NUEVA VISIÓN DE PABLO SOBRE EL MESÍAS

Pero en las afueras de Damasco, el intolerante discípulo de Gamaliel fue tirado al suelo con imprevisto golpe, por el mismo Jesús a quien él daba por muerto. El ajusticiado del Calvario ciertamente había resucitado y estaba vivo. Fue tan fuerte el impacto, que derrumbó las columnas de su fe y desestabilizó los fundamentos de su tradición religiosa. Su mente había sido bombardeada por el Nazareno y ahora tenía que comenzar otra vez desde cero. Había corrido y se había fatigado por el camino equivocado. Por eso, se refugió algunos años en el silencio del desierto de Arabia para sedimentar cada uno de los nuevos principios generados por su encuentro personal con El Resucitado.
Así, despacio, pero sin pausas, y gracias a la luz del Espíritu Santo fue reconstruyendo la imagen de El Crucificado sobre cuatro pilares:
Primer pilar: De maldito a Dios Bendito
En primer lugar, ese "maldito" se transformó en "Dios Bendito": De los cuales procede Cristo... Dios Bendito por los siglos: Rom 9, 5. Afirma y confiesa sin ambigüedades su divinidad. ¡Jesús es Dios! Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero.
Segundo pilar: El Kyrios, Señor; mi Señor
Ese crucificado ha sido glorificado por Dios y constituido como "Kyrios", Señor. Dios lo exaltó y le dio un Nombre que está sobre todo nombre, para que ante él se doble toda rodilla y toda lengua confiese que es Señor para la gloria del Padre.Y no sólo es “el Señor”. Se convierte en “mi Señor” para Pablo de Tarso (Flp 3, 8). Pablo dobla sus rodillas ante ese Jesús a quien antes maldecía. Ha cambiado radicalmente.
Tercer pilar: Único mediador entre Dios y los hombres
Además, lo declara como el único mediador entre Dios y los hombres. No hay otro medio para ser salvados. Tengan, pues, entendido, hermanos, que por medio de éste les es anunciado el perdón de los pecados; y la total justificación que no pueden obtener por la Ley de Moisés: Hech 13, 38.Por eso, cuando los Gálatas tratan de volver a la Ley como medio de salvación, Pablo reacciona violentamente y les dice: “Estúpidos Gálatas, no hay otro evangelio, medio de salvación, y hay de aquél que les predique lo contrario. Ni un ángel del cielo tiene autoridad para hacerlo”.
Cuarto pilar: Hilasterion: Propiciatorio que nos hace agradables a Dios
La cubierta de oro puro del Arca donde se inmolaba el sacrificio para el perdón de los pecados se llamaba "Kapporeth" (en hebreo) o "Hilasterion" (en griego), que se podría traducir por Propiciatorio.Gracias al sacrificio de expiación que se ofrecía en este lugar, el hombre se hacía propicio a Dios. Allí, en medio de las alas de los querubines, se encontraba la Presencia de Dios.Para Pablo, Jesús es tanto el Propiciatorio como el sacrificio para el perdón de los pecados, con su sangre preciosa. El culto antiguo ha sido sustituido por la oblación de Jesús en la cruz. Para asumir el pecado, Jesús “se hizo pecado” (2Cor 5, 21) para hacer morir el pecado en la cruz.Saulo no ha modificado ni mejorado la visión e imagen que tenía de Jesús: La ha transformado totalmente; tanto, que hasta la vida del ferviente fariseo ha dado un giro de ciento ochenta grados.
D. APLICACIÓN A NUESTRA VIDA

Hoy, nuestro reto, es renovar nuestra de visión de Jesús a la luz del Espíritu Santo. No se limita a una concepción mental o intelectual, sino experencial.
En esta guerra a muerte, Saulo ha perdido la batalla, y sin embargo ha ganado lo más importante: Ha cambiado radicalmente su visión del Nazareno. Ahora es "El Dios Bendito, El Kyrios, El Único Mediador y el Hilasterion". El escándalo y la locura de la cruz se ha transformado en fuerza de Dios y sabiduría de Dios (1Cor 1, 23-24).
Con razón Pablo afirma que Jesús es su vida.
Jesús de Nazareth es el ÚNICO mediador entre DIOS Y LOS HOMBRES. Es el SEÑOR ante quien se dobla toda rodilla en el cielo y en la tierra.Aquel que era considerado maldito,es DIOS bendito por los siglos.
José H. Prado Flores

Liturgia del día

miércoles, 25 de marzo de 2009

ESTAMOS DE FIESTA: LA ANUNCIACIÓN


La noche se alejó y la suave luz del amanecer empezó a iluminar un nuevo día. Un nuevo día que parecía como uno más pero que sería el DÍA de todos los días. El gran día para la Humanidad. Fresca la mañana, limpia la brisa en ese día de días. Día de primavera, 25 de marzo. No hubo trompetas, no hubo cañonazos, no hubo concentración de millares de personas como en los grandes eventos. Fue discretamente, sencilla y naturalmente como suelen ser todas las cosas grandes de Dios.
Una virgen en oración. Un lugar: Nazaret, ciudad de Palestina y el arcángel Gabriel como embajador de Dios. Un saludo: - ¡Dios te salve María, llena eres de gracia! Y con este saludo, una petición de colaboración. El Misterio de amor y de misericordia, prometido al género humano miles de años atrás y anunciado por tantos profetas, se iba a hacer realidad.
Creo yo que todo quedó en suspenso. La naturaleza, el aire, el universo en pleno tuvieron que contener su aliento vital en la espera de oír la respuesta de María. Los labios de la virgen se movieron, primero para aclarar una duda, pero una vez que esta fue disipada, volvió a hablar para dar su consentimiento a esa misión celestial. María, la llena de gracia, aceptaba humildemente el Gran Designio para el que se le pedía su cooperación, sin envanecimiento porque sabía que la realeza y la gloria de su gracia pertenecían a Dios, venía de Dios. Y María dijo: "He aquí la esclava del Señor, HAGASE en mí según Tu Palabra". Necesariamente tuvo que haber habido un estremecimiento en todo el orbe. Los cielos y la tierra, la creación entera tuvo que conmoverse en ese grandioso momento. Y en ese instante, de allá del Seno del Padre, el Espíritu Santo descendió y cubrió a la siempre virgen, a la llena de gracia, con su sombra y el Verbo de Dios quedó para siempre unido a la raza humana. El Hijo de Dios, el Hijo de María daba comienzo a su vida de hombre, sin dejar de ser Dios, en el seno de esta mujer escogida por el Altísimo para cooperar, para cocrear con Dios con su libre consentimiento y ser desde el instante de este ¡Fiat!, corredentora de la Humanidad.
Jesús hecho hombre en el seno de María. Jesús encarnado desde aquella mañana de primavera en Nazareth y encarnado en cada uno de los acontecimientos de tu vida y de la mía.
¡¡Que SUCEDA en nosotros SEGÚN TU PALABRA!! AMEN



Liturgia del día

martes, 24 de marzo de 2009

SEMANA POR LA VIDA



‘¡Protege mi vida!’: La campaña de la Conferencia Episcopal Española muestra a un ‘lince protegido’ mientras un bebé se pregunta “¿Y yo?”
De forum libertas (resumido por "fluvium")


La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha puesto en marcha este lunes, 16 de marzo, una campaña de comunicación con la que bajo el lema ¡Protege mi vida! denuncia la desprotección legal del embrión humano frente a otras especies protegidas como el lince.
El portavoz de la CEE y obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, advirtió en la presentación de la campaña de que la vida humana “no debe ser menos protegida que otros bienes” como la flora o la fauna.
La iniciativa, que se enmarca en el contexto de la Jornada por la Vida que se celebrará el próximo 25 de marzo en todas las diócesis españolas, tiene como protagonistas a un bebé y un lince; sobre el animal aparece el sello de ‘lince protegido’, mientras que el niño se pregunta “¿Y yo?”.
La campaña se extenderá desde el 16 al 30 de marzo, mediante el envío de 30.000 carteles a las parroquias y centros católicos de toda España; anuncios en vallas publicitarias de 37 ciudades españolas; y la distribución de 8 millones de folletos dípticos informativos en las diócesis.
“Ley injusta”
La CEE destaca en su web que “se anuncian cambios legales que, de salir adelante, darán lugar a una situación en la que quienes van a nacer quedarán todavía más desprotegidos que con la actual legislación”.
En referencia al proyecto de reforma de la Ley del Aborto que estudia el Gobierno, Martínez Camino dijo en la presentación de la campaña que “una ley que no proteja el derecho a la vida es una ley injusta y que incluso no tiene carácter de ley”.
“Hay muchas distorsiones y muchas falsedades respecto de lo que está en juego, que, en definitiva, es la vida de los que van a nacer y que es un bien que debe ser protegido adecuadamente y proporcionalmente a lo que es el derecho de todos a la vida”, añadió.
“No tienen voz, pero sí derecho a vivir”
Martínez Camino insistió en que “si mucho animales tienen una alta protección, incluso penal, ¿por qué se ha de proteger menos la vida de quienes van a nacer? [...] Esta muy bien que se proteja a los animales en peligro de extinción, que se proteja la diversidad de la biosfera, pero justamente esta sensibilidad mayor que tenemos para la biosfera, nos debe hacer reflexionar acerca de la necesidad de proteger, no menos, sino más, a los seres humanos que van a nacer”.
“Es necesario proteger la vida en toda su diversidad”, desde el lince a los no nacidos, “que no tienen voz, pero sí derecho a vivir”, “pero es paradójico que nuestras leyes, en este momento ya, protejan menos al ser humano que va a nacer”, denunció.
Al mismo tiempo, el obispo auxiliar de Madrid aclaró con respecto a la campaña que “no va contra nadie, lo único que pretende, de una manera llamativa, es dar voz a los seres humanos que van a nacer”.

lunes, 23 de marzo de 2009

CATECISMO: LAS FUENTES DE LA ORACIÓN


LAS FUENTES DE LA ORACIÓN
2652 El Espíritu Santo es el "agua viva" que, en el corazón orante, "brota para vida eterna" (Jn 4, 14). El es quien nos enseña a recogerla en la misma Fuente: Cristo. Pues bien, en la vida cristiana hay manantiales donde Cristo nos espera para darnos a beber el Espíritu Santo.


La Palabra de Dios
2653 La Iglesia "recomienda insistentemente todos sus fieles... la lectura asidua de la Escritura para que adquieran 'la ciencia suprema de Jesucristo' (Flp 3,8)... Recuerden que a la lectura de la Santa Escritura debe acompañar la oración para que se realice el diálogo de Dios con el hombre, pues 'a Dios hablamos cuando oramos, a Dios escuchamos cuando leemos sus palabras' (San Ambrosio, off. 1, 88)" (DV 25).


2654 Los Padres espirituales parafraseando Mt 7, 7, resumen así las disposiciones del corazón alimentado por la palabra de Dios en la oración: "Buscad leyendo, y encontraréis meditando ; llamad orando, y se os abrirá por la contemplación" (cf El Cartujano, scala: PL 184, 476C).
La Liturgia de la Iglesia

2655 La misión de Cristo y del Espíritu Santo que, en la liturgia sacramental de la Iglesia, anuncia, actualiza y comunica el Misterio de la salvación, se continúa en el corazón que ora. Los Padres espirituales comparan a veces el corazón a un altar. La oración interioriza y asimila la liturgia durante y después de su celebración. Incluso cuando la oración se vive "en lo secreto" (Mt 6, 6), siempre es oración de la Iglesia, comunión con la Trinidad Santísima (cf IGLH 9).
Las virtudes teologales

2656 Se entra en oración como se entra en la liturgia: por la puerta estrecha de la fe. A través de los signos de su presencia, es el rostro del Señor lo que buscamos y deseamos, es su palabra lo que queremos escuchar y guardar.
2657 El Espíritu Santo nos enseña a celebrar la liturgia esperando el retorno de Cristo, nos educa para orar en la esperanza. Inversamente, la oración de la Iglesia y la oración personal alimentan en nosotros la esperanza. Los salmos muy particularmente, con su lenguaje concreto y variado, nos enseñan a fijar nuestra esperanza en Dios: "En el Señor puse toda mi esperanza, él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor" (Sal 40, 2). "El Dios de la esperanza os colme de todo gozo y paz en vuestra fe, hasta rebosar de esperanza por la fuerza del Espíritu Santo" (Rm 15, 13).
2658 "La esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado" (Rm 5, 5). La oración, formada en la vida litúrgica, saca todo del amor con el que somos amados en Cristo y que nos permite responder amando como El nos ha amado. El amor es la fuente de la oración: quien saca el agua de ella, alcanza la cumbre de la oración:
Te amo, Dios mío, y mi único deseo es amarte hasta el último suspiro de mi vida. Te amo, Dios mío infinitamente amable, y prefiero morir amándote a vivir sin amarte. Te amo, Señor, y la única gracia que te pido es amarte eternamente... Dios mío, si mi lengua no puede decir en todos los momentos que te amo, quiero que mi corazón te lo repita cada vez que respiro (S. Juan María Bautista Vianney, oración).
"Hoy"
2659 Aprendemos a orar en ciertos momentos escuchando la palabra del Señor y participando en su Misterio Pascual; pero, en todo tiempo, en los acontecimientos de cada día, su Espíritu se nos ofrece para que brote la oración. La enseñanza de Jesús sobre la oración a nuestro Padre está en la misma línea que la de la Providencia (cf. Mt 6, 11. 34): el tiempo está en las manos del Padre; lo encontramos en el presente, ni ayer ni mañana, sino hoy: "¡Ojalá oyerais hoy su voz!: No endurezcáis vuestro corazón" (Sal 95, 7-8).
2660 Orar en los acontecimientos de cada día y de cada instante es uno de los secretos del Reino revelados a los "pequeños", a los servidores de Cristo, a los pobres de las bienaventuranzas. Es justo y bueno orar para que la venida del Reino de justicia y de paz influya en la marcha de la historia, pero también es importante amasar con la oración las humildes situaciones cotidianas. Todas las formas de oración pueden ser esa levadura con la que el Señor compara el Reino (cf Lc 13, 20-21).

domingo, 22 de marzo de 2009

DOMINGO IV DE CUARESMA



JESÚS explica por qué nos llama... AMIGOS/ Autor: Raniero Cantalamessa OFM


Cap.IV Domingo de Cuaresma B2 Crónicas 36, 14-16. 19-23; Efesios 2, 4-10; Juan 3, 14-21


¡Tanto amó Dios al mundo!En el Evangelio de este domingo encontramos una de las frases absolutamente más bellas y consoladoras de la Biblia: «Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna».Para hablarnos de su amor, Dios se ha servido de las experiencias de amor que el hombre tiene en el ámbito natural. Dante dice que en Dios existe, como atado en un único volumen, «lo que en el mundo se desencuaderna».

Todos los amores humanos –conyugal, paterno, materno, de amistad-- son páginas de un cuaderno, o chispas de un incendio, que tiene en Dios su fuente y plenitud.Ante todo Dios, en la Biblia, nos habla de su amor a través de la imagen del amor paterno. El amor paterno está hecho de estímulo, de impulso. El padre quiere hacer crecer al hijo, empujándole a que dé lo mejor de sí. Por ello difícilmente un padre alabará al hijo incondicionalmente en su presencia. Teme que se crea cumplido y no se esfuerce más. Un rasgo del amor paterno es también la corrección. Pero un verdadero padre es asimismo aquel que da libertad, seguridad al hijo, que le hace sentirse protegido en la vida. He aquí por qué Dios se presenta al hombre, a lo largo de toda la revelación, como su «roca y baluarte», «fortaleza siempre cerca en las angustias».Otras veces Dios nos habla con la imagen del amor materno. Dice: «¿Acaso olvida una mujer a su niño, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque ésas llegasen a olvidar, yo no te olvido» (Is 49, 15).

El amor de la madre está hecho de acogida, de compasión y de ternura; es un amor «entrañable». Las madres son siempre un poco cómplices de los hijos y con frecuencia deben defenderles e interceder por ellos ante el padre. Se habla siempre del poder de Dios y de su fuerza; pero la Biblia nos habla también de una debilidad de Dios, de una impotencia suya. Es la «debilidad» materna.El hombre conoce por experiencia otro tipo de amor, el amor esponsal, del cual se dice que es «fuerte como la muerte» y cuyas llamas «son flechas de fuego» (Ct 8, 6). Y también a este tipo de amor ha recurrido Dios para convencernos de su apasionado amor por nosotros. Todos los términos típicos del amor entre hombre y mujer, incluido el término «seducción», son empleados en la Biblia para describir el amor de Dios por el hombre.Jesús llevó a cumplimiento todas estas formas de amor, paterno, materno, esponsal (¡cuántas veces se ha comparado a un esposo!); pero les añadió otra: el amor de amistad. Decía a sus discípulos: «No os llamo ya siervos... a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer» (Jn 15, 15).¿Qué es la amistad? La amistad puede constituir un vínculo más fuerte que el parentesco mismo. El parentesco consiste en tener la misma sangre; la amistad en tener los mismos gustos, ideales, intereses. Nace de la confidencia, esto es, del hecho de que confío a otro lo más íntimo y personal de mis pensamientos y experiencias.Ahora: Jesús explica que nos llama amigos, porque todo lo que él sabía de su Padre celestial nos lo ha dado a conocer, nos lo han confiado. ¡Nos ha hecho partícipes de los secretos de familia de la Trinidad! Por ejemplo, del hecho de que Dios prefiere a los pequeños y a los pobres, de que nos ama como un papá, de que nos tiene preparado un lugar. Jesús da a la palabra «amigos» su sentido más pleno.¿Qué debemos hacer después de haber recordado este amor? Algo sencillísimo: creer en el amor de Dios, acogerlo; repetir conmovidos, con San Juan: «¡Nosotros hemos creído en el amor que Dios nos tiene!» (1 Juan 4, 16).
La litugia de hoy bien podría ser ilustrada con esta parábola actual

sábado, 21 de marzo de 2009

MARIA LA GRAN INTERCESORA


A las palabras de María a su Hijo “no tienen vino” Jesús hace su primer milagro en las bodas de Caná. Con este evangelio se cierra el ciclo de lecturas de la Misa de cada día del tiempo de Navidad. Escuchar la proclamación de este texto evangélico me ha llevado a reflexionar sobre la función de María en la vida de Jesús. Por ella, hace su primer milagro y los discípulos de Jesús creen en él, y también he pensado en la función de María en la vida de la Iglesia, en la de cada uno de los bautizados y en toda la humanidad, especialmente la sufriente. Ella conoció en su propia carne que es el dolor, la estrechez, la humillación:
Madre de un condenado a la vil muerte de cruz. No tiene posada cuando tiene que dar a luz. A la alegría de tener entre sus brazos al recién nacido se contrapone la ruda cuna de un pesebre. Contempla la agonía de su hijo colgado de un madero sin poder hacer nada, está en silencio al pie de la cruz.

Después de la muerte de Jesús es acogida por Juan, el discípulo amado de su Maestro. Juan no es más que un discípulo pero ella se deja proteger por este hombre que tanto amaba a su hijo. Aunque en realidad es ella quien acoge al discípulo y a todos los apóstoles que se sienten desamparados sin su Señor. Ella está en medio de ellos orando por esta comunidad naciente. Es la Madre de la Iglesia. Intercedió y vela por ella y por sus hijos. Está presente en nuestras penas y alegrías. Por esto nos acogemos bajo su amparo, jamás desecha las súplicas en nuestras necesidades, antes bien, nos libra siempre de todo peligro.
Texto: Hna. M. Nuria Gaza.
El vídeo de hoy es EL DIARIO DE MARÍA, una composición que bien podría haber sido escrita por Ella. La canción va repasando los sentimientos de una Madre que está viendo morir a su Hijo y que recuerda en su corazón momentos vividos con El, en lo cotidiano de su vida ordinaria. María: ora pro nobis.
Hoy tenemos retiro Parroquial. A partir de las 17.00 h.


viernes, 20 de marzo de 2009

SONRIE: ES CUARESMA



El Evangelio del primer domingo de Cuaresma nos indica que desde el comienzo de su vida pública Jesús predicaba: “Creed en el Evangelio” (Mc. 1, 15). Se dice que Mahatma Gandhi leyó la Biblia y concluyó que tenía que ser ficción porque no había conocido a ningún cristiano (aunque conocía a muchos que decían serlo). Durante la Cuaresma, ¿se nota que somos cristianos que creemos en una Buena Nueva o parecemos personas que están de funeral?
Si lloramos por haber ofendido al Señor con nuestros pecados (que hasta los veniales hieren Su Bondad), ese dolor nos debe llevar a echarlos de nuestra vida, no echarlos de menos como a los seres queridos que lloramos. Renovamos cierta disciplina en nuestras vidas, pero, si creemos en el Evangelio y queremos más a Dios que a los pecados que enterramos, no lo haremos añorando lo que sacrificamos. Además, se notará en nuestra sonrisa, como nos muestra este artículo de la Agencia Fides.
AFRICA/BENIN - “¡Sonríe, es Cuaresma"!: carta del Obispo de Natitingou

Natitingou (Agencia Fides) - “La palabra Cuaresma no significa tristeza, amargura, aridez… Es más bien un tiempo privilegiado de 40 días que la Iglesia nos da. En la Biblia el número cuarenta evoca un período particular en el que Dios nos invita a vivir con Él. ¡Estar con Dios, que felicidad! Pero ¿se puede ser feliz sin sonreír?”. Es la pregunta que plantea Su Exc. Mons. Pascal N’Koue, Obispo de Natitingou (Benin), en el periódico “Caminos diocesanos de Natitingou” de febrero del 2008.
Respondiendo a la pregunta “¿por qué sonreír?”, el Obispo explica que “la sonrisa franca y sincera expresa la sustancia de nuestro ser como creyente. El que no cree y no tiene ninguna esperanza en el Dios Amor permanece en la oscuridad. Por el contrario, quién ama y tiene conciencia de ser amado por Dios, vive en la alegría de Dios. Y todo en él es alegría. Esta alegría aumenta su dinamismo y es contagiosa".Quien no sonríe se hunde fácilmente, nacen en él malos pensamientos, su corazón está en guerra con todo. Quien sonríe, aún durante las pruebas, sabe que después de la lluvia llega el buen tiempo. “Al hombre que sonríe, incluso los obstáculos le sirven como escalera para crecer en santidad” afirma al Obispo, quien continúa: “Se nos da la Cuaresma para volver a Dios, volver nuestros corazones hacia Dios. Si nuestro entorno espiritual y moral está contaminado, se deben tomar medidas adecuadas".
El Obispo de Natitingou exhorta a recuperar la auténtica sonrisa al corazón de nuestras relaciones: “cuanto menos se sonríe, más aumentan las tentaciones, ¡ por tanto, sonreíd!… Ofreced una sonrisa a quien rechaza la vuestra, a vuestros vecinos o familiares que os ponen nerviosos, a vuestros superiores que, quizás, se han convertido en una cruz pesada para vosotros, a vuestro párroco, a vuestro Obispo… Se reconocerá en nuestra sonrisa si estamos viviendo bien la Cuaresma.“
La Biblia no habla de sonreír, no nos dice que Jesús sonriera, sin embargo “si los niños corrieran detrás suya, es porque fácilmente les sonreía de forma generosa. Los niños huyen como de la peste de las personas que no les muestran un rostro sonriente. La sonrisa atrae más que el oro y la plata, sobre todo la sonrisa pura, inocente y desinteresada del niño, del pobre y del sencillo. Recordad la sonrisa luminosa de Juan Pablo II y de la Madre Teresa. Sí, cuando el corazón descansa en Dios, la sonrisa es cautivadora, celestial, divina“.
Mons. N’Koue exhorta: “rezad, ayunad, multiplicáis las obras buenas a vuestro alrededor, pero no olvidéis sonreír sobre todo a vuestros enemigos. Es Cuaresma, ayudaos recíprocamente, amaos, reconciliaos, perdonaos, dejad de perseguiros; en una palabra sonreíd de buen grado, porque la sonrisa hace todo más bonito“. Después de algunos consejos prácticos para vivir la Cuaresma, el Obispo exhorta a poner a Dios en el centro de nuestras vidas, de nuestras familias, de nuestras comunidades, y concluye: “Que en la alegría del Espíritu Santo, todos se vuelvan realmente hacia Dios cada día de la cuaresma". (S.L) (Agencia Fides 6/2/2008)
En
el texto completo de la carta del Obispo (descargable en francés al pie de la página), dice además Mons. N’Koue que la Cuaresma se trata de “rezar mejor, de cumplir bien los deberes del estado de uno en la vida, de ser bondadosos con todos y de quitar todos los obstáculos para acercarse al sacramento de la Penitencia y de la Eucaristía”.


jueves, 19 de marzo de 2009

SE LLAMAN NACHO Y PABLO



Hoy es S. José, día del Seminario. Este fin de semana pasado, nos han acompañado en la Parroquia Nacho y Pablo. Han querido participar también en el blog dejándonos su testimonio.


Me llamo Pablo, tengo 18 años, estoy en el seminario, en el primer curso, y soy de un barrio de Toledo, de Sta. María de Benquerencia. Soy el pequeño de 4 hermanos, todos chicos, y desde siempre mi familia, mis padres, me han educado en el seguimiento de Cristo.
Desde pequeño como buenos cristianos mis padres me llevaban a Iglesia, y también desde muy pequeño he ido a catequesis, convivencias, campamentos…,y hace unos 4 años más o menos fui a un campamento que organizan las parroquias del barrio y fue en una Hora Santa donde el Señor me llamó, donde me dijo: “déjalo todo y sígueme”.
Cuando sentí esta llamada fuerte del Señor a dejarlo todo y a seguirle tenía unos 15 años, y bueno pues ya se sabe, pues que uno piensa que dentro de poco se “comerá el mundo”, que a que se va a ir al seminario si fuera se está muy bien, y le empieza a dar la espalda al Señor, y comienzan como unas “luchas”, en las que sabe de sobra que no sirven nada más que para perder el tiempo, porque cuando se piensa que el Señor ya se ha olvidado, que el Señor ya te ha dejado, es cuando vuelves ha sentir esa llamada del Señor de nuevo, y te das cuenta de la vida que llevas, que no te conduce a nada el salir por las noches solo para emborracharte y volver a casa…y casi todo el mundo yo creo que se sabe el final de estas historias. Pero sin embargo seguía buscando la felicidad en esas cosas, y vivía exclusivamente o casi para esa noche, para esa fiesta, el viernes, el sábado…pero te das cuenta que poco a poco te vas desgastando que no encuentras esa felicidad que buscabas…
Bueno después de estas batallitas, y de esta “doble vida”, mientras el Señor sigue tocando, yo decidí ir al seminario, y algo que yo creo que fue decisivo fue el que me plantearan algo no alejado del Señor, ni mucho menos, sino algo que no era lo mejor para mi, que si que era bueno, pero no lo mejor, esto era irme a Roma a estudiar un año, y gracias a esto me di cuenta, de que tenía que dejar de esquivar al Señor y elegir lo mejor, lo que el Señor tenía preparado para mí: el ser sacerdote.
Bueno pues ya hable con los sacerdotes que había estado hablando desde hace tiempo, que ellos me dijeron que adelante, es más me dieron el último “empujoncito”, hable con mis padres que no se opusieron en nada, y esto la verdad que es muy importante, porque dejar marchar a un hijo tan joven sin poner pegas ni nada es muy duro, y cuanto más cuanto más pequeños son los hijos, y es verdaderamente también una vocación de los padres el dejar marchar a sus hijos, sobretodo si es el Señor el que los llama.
Y por último decir que en este tiempo que llevo en el seminario he sido más feliz que nunca, y decir a los que tienen dudas, o nunca se han preguntado por su vocación que se lo pregunten, que no tengan miedo que solo con el Señor serán felices de verdad.





Soy Nacho, tengo veinticuatro años y soy de Toledo. El pasado 6 de julio fui ordenado diácono, este año estoy en el último curso del Seminario Mayor, y si Dios quiere el próximo 12 de julio seré ordenado sacerdote. Cuando pienso y me piden que de testimonio de mi vocación, me viene a la mente y al corazón un sentimiento hondo y profundo de agradecimiento al Señor, por el gran amor y misericordia que ha tenido y sigue teniendo para conmigo, al llamarme por mi nombre y elegirme, sin ningún merito, para estar junto con Él y ser todo suyo
La llamada del Señor fue discerniéndose y madurando gracias a la fe que recibí desde la infancia en mi familia. Gracias al crecimiento en el conocimiento de Jesucristo, con los primeros sacramentos y la catequesis, en mi parroquia, en la cual también fui monaguillo. Gracias a las palabras y ejemplo de los sacerdotes y, cómo no, gracias al Seminario. Primero en el Menor, donde entre con doce años y donde ya estaba mi hermano mayor, allí estuve seis años al principio sin saber muy bien lo que el Señor quería de mi, pero fue en este tiempo donde descubrí y fue madurando mi vocación. Ahora a punto de terminar los seis años del Seminario Mayor, donde se ha ido confirmando esta llamada del Señor, sobre todo en la oración, en el trato personal con Jesucristo, y en el cuidado de María –Ella siempre está ahí, nos lleva de su mano hacia su Hijo- , y descubriendo que detrás de todos estos momentos buenos, y también de los malos, en las pequeñas cosas y en las grandes, está el Señor hablándome al corazón, invitándome a su seguimiento, a fiarme del todo a Él y amar y entregarme a mis hermanos.
Quisiera terminar haciendo una invitación a rezar y pedir por las vocaciones para que sean abundantes y santas. Estoy convencido que la oración de mucha gente me trajo al Seminario y que esta oración hace que persevere con alegría y entrega hacia el sacerdocio. Y si alguno siente la llamada del Señor, que la siga y confié en su Palabra. Así su vida será apasionante y encontrará una gran paz y se llenará de inmensa alegría.
Que nuestra oración de hoy sea una petición por todos los sacerdotes y seminaristas (no olvidamos a los de nuestra Parroquia) que el Señor les regale un corazón de buen pastor, que da la vida.

miércoles, 18 de marzo de 2009

SAN PABLO III PARTE


MI VIDA ES CRISTO:Como consecuencia de la nueva noción que Pablo ya tiene de Dios, ahora cambia su visión del hombre y del pecado en la historia de la salvación.
Para Saulo había dos tipos de seres humanos sobre la faz de la tierra: Los judíos y los paganos. Los primeros tenían la oportunidad de salvarse gracias a la Ley. Los paganos eran pecadores; por lo tanto, sujetos de la cólera y castigos divinos; sin esperanza y sin Dios.
Presenciaremos cómo se transforma su mentalidad, tanto con respecto al ser humano como al papel del pecado en el plan de salvación. Estos cambios se reflejan también en cada uno de nosotros (obviamente, estamos hablando del pecado reconocido como tal).
Pablo llega a descubrir que el hombre es incapaz de salvarse por sí mismo y que, además, el gran obstáculo para acercarse a Dios, el pecado, se transforma en causa para que sobreabunde el amor misericordioso de Dios. El pecado obstáculo, se convierte en oportunidad.


A. MENTALIDAD DEL ANTIGUO TESTAMENTO: CUMPLIR LA LEY ME HACE JUSTO Y AGRADABLE A DIOS
Según la mentalidad judía, el hombre que guardaba la Ley se consideraba justo y agradable a Dios.
Quien cumpla la Ley, vivirá por ella: Lev 18, 5.
Así, la máxima virtud era la fidelidad a la Ley. Saulo, fariseo riguroso, se había esforzado siempre por este camino estrecho y era fiel cumplidor de los diez mandamientos, los 613 preceptos y las tradiciones y costumbres de sus antepasados.
Pensaba que para subir al cielo se necesitaba la escalera de la legislación, lo cual parecía posible con esfuerzo constante, fuerza de voluntad, perseverancia y fidelidad.
B. EXPERIENCIA DE PABLO: IMPOSIBLE SALVARSE POR SÍ MISMO
Pero, después de Damasco, Pablo se da cuenta que es imposible lograrlo, porque nadie logra cumplir toda la Ley, ya que todos han transgredido algún precepto. Así, tanto judíos como gentiles han pecado:
No hay quien sea justo... No hay quien obre el bien; no hay uno siquiera. Todos pecaron y están privados de la gloria de Dios: Rom 3, 10-12. 23.
Y como consecuencia irremediable, la muerte, porque:
El salario del pecado es la muerte: Rom 6, 23a.
El hombre no se puede salvar por su propio esfuerzo.
Dos borrachos regresaban a sus casas en la madrugada, pero debían cruzar el río en un pequeño bote.Se subieron y comenzaron a remar y remar.El amanecer los encontró cansados, haciendo su último esfuerzo; pero se dieron cuenta que no habían avanzado un solo metro, porque la barca estaba amarrada con un cable a un árbol de la orilla.
Ese cable que nos impide llegar a la orilla de la salvación, se llama pecado. Mi pecado, nuestro pecado, no nos dejan avanzar. Estamos atados. A pesar de nuestro esfuerzo y buena voluntad, nos cansamos y terminamos desanimados y fracasados. Estamos oprimidos "bajo" el régimen de la condenación. La Ley en la que depositamos nuestra confianza, esa misma Ley nos condena por no cumplirla en plenitud.
La Ley, dada para la felicidad (Deut 10, 12) se convirtió en fuente de condenación.
El antiguo fariseo, que antes se ufanaba de ser irreprochable, ahora reconoce que hace el mal que no quiere y no es capaz de realizar el bien que se propone. Después de tanto remar debe confesar:
¡Pobre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo que me lleva a la muerte?: Rom 7, 24.
Además, se reconoce el mayor de todos los pecadores:
Es cierta y digna de ser aceptada por todos esta afirmación: Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores; y el primero de ellos soy yo: 1Tim 1, 15.
Sin embargo, Dios le descubre tres cosas que superan toda lógica:
Que su Hijo Único murió por nosotros, cuando todavía éramos pecadores. Esta es la evidencia incontestable del amor de Dios:La prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros: Rom 5, 8.
Hasta con no poca dosis de escándalo percibe que el pecado tenía un lugar y un propósito en el plan de salvación:Dios encerró a todos en la rebeldía (pecado) para usar con todos de misericordia: Rom 11, 32.El pecado tenía un misterioso lugar en el plan de salvación. Por eso, exclama extasiado:¡Oh abismo de la riqueza, de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus designios e inescrutables sus caminos!: Rom 11, 33.
Lo maravilloso y hasta entonces inaudito:Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia: Rom 5, 20.La única oveja buscada, encontrada y cargada en los hombros del buen pastor fue la oveja que se perdió. Al hijo que le reserva el cordero cebado, es al hijo que se había escapado de la casa y no al bueno que siempre obedecía los mandatos de su padre.
El pecado ya no es un obstáculo, sino un imán que atrae con mayor fuerza el amor misericordioso de Dios. Así como cuanto mayor es un cuerpo, atrae proporcionalmente a otro, de la misma manera, cuanto mayor es el pecado, mayor es la atracción de la gracia de Dios. Así, a quien más le debe, se le va a perdonar más.
Por lo tanto, ya no se puede condenar a nadie por ser pecador, porque va a ser sujeto de un amor especial de parte de Dios; pues Dios envió a su Hijo cuando todavía éramos pecadores. Dios rompe los esquemas de la tradición religiosa de su tiempo. ¿Será por esta postura tan atrevida que Paulo fue incomprendido por quienes intentaban hacer un amasiato entre el sistema de la Ley y la gracia de Dios? La gente piadosa le reclamaba: ¿Es justo que los pecadores sean amados por Dios? Entonces, ¿de qué sirve esforzarse por cumplir los mandamientos si Dios ama así a los pecadores? Incluso, algunos interpretaban esta postura paulina como si fuera una invitación para pecar más, para que se acrecentara el amor de Dios por el pecador (Rom 3, 8).
Saulo se confiesa pecador después que toda la vida ha luchado por ser justo, santo y perfecto.
Qué difícil es que un perfeccionista acepte sus límites o reconozca sus errores y después de remar para cruzar el río, admitir que no ha avanzado nada. ¡Qué difícil!
Considerarse justo gracias a sus propios méritos y esfuerzos, o vivir agradecido con Dios que le ha enviado el elevador, porque él no podía esforzarse más en la interminable escalera. O seguir confiando y gloriándose en sus merecimientos personales, o aceptar su pecado y abandonarse al perdón misericordioso de Dios. Tomar la escalera implica renunciar al elevador.
Si el pecado lo apartaba de Dios, ahora, reconocido, lo hace recurrir a Él de forma más humilde; no para cobrarle lo que le debe por sus buenas obras. En consecuencia, todo aquel esfuerzo que le era motivo de gloria, no ha servido de nada, por la simple razón que la barca de su vida estaba atada con la cuerda del pecado. Y aún más dramático, aceptar la Ley como medio de salvación implica necesariamente renunciar a ser salvado por Jesucristo.
Por eso, desde la prisión, él mismo resume este punto, avalándolo con sus cadenas:
Lo que antes era para mí una ganancia (se refiere al sistema de la Ley), lo he juzgado una pérdida, a causa de Cristo. Y aún más, juzgo que todo es pérdida ante la sublimidad del conocimiento de mi Señor Jesús, por quien perdí todas las cosas y las tengo por estiércol para ganar a Cristo: Flp 3, 7-8.
C. APLICACIÓN A NUESTRA VIDA: RECONOCERSE PECADOR
Para iniciar su obra de rescate, Dios nos pide reconocer que somos incapaces para salvarnos por nosotros mismos; y clamar desde el fondo: "Señor tú haces misericordia con quien quieres" (Rom 9, 18a). Yo no puedo salvarme; pero tú sí puedes hacerlo.
Obviamente, no se trata de seguir pecando, porque se caería en el extremo de hundirnos más en el fango del pecado para recibir más misericordia de Dios. No, al contrario. Es cuestión de reconocer nuestra incapacidad para salvarnos por nosotros mismos y abandonarnos a la misericordia de Dios, renunciando a todo pecado, sin importar el tamaño o gravedad del mismo.
Reconocer nuestra incapacidad para cumplir toda la Ley es el portón de entrada para experimentar la gracia, el amor y el perdón divinos.
Además, cuando experimentamos nuestra fragilidad y que el pecado destila por cada poro de nuestra piel, ya no juzgamos a los demás. Somos misericordiosos, porque sabemos de qué barro todos hemos sido plasmados.
Cada año, con motivo de las fiestas de aniversario de su coronación, el rey de Persia tenía por costumbre liberar a un criminal, sin importar cuál fuera su delito.Cuando cumplió 25 años de monarca, él mismo quiso ir a la prisión, acompañado de su primer ministro y to-da su comitiva, para decidir a cuál delincuente iba a liberar en esa ocasión tan especial.Cada uno de los reclusos, suponiendo que era su oportunidad para ser liberado, preparó un discurso de defensa para exponerlo ante el rey:- Majestad -afirmó el primero con vehemencia- soy inocente. Un enemigo me acusó falsamente, y por eso estoy aquí. - A mí -añadió otro con lágrimas en los ojos- me confundieron con un ladrón, pero jamás he robado a nadie; al contrario, soy generoso y doy limosnas.- El juez me condenó injustamente- dijo un tercero, rechinando sus dientes.De modo semejante, todos y cada uno manifestaban al rey su inocencia y por qué merecían la gracia de ser liberados de la cárcel.Pero había un hombre en un rincón, que temía acercarse. El rey lo miró atentamente y le preguntó: - Tú, ¿por qué estás preso?- Porque maté a un hombre, majestad. Soy un asesino...- Y, ¿por qué lo mataste?- Porque me violenté en esos momentos...- ¿Eres tan violento?- No tengo dominio sobre mi enojo…Transcurrió un momento de silencio, mientras el rey decidía a cuál prisionero iba a liberar. Entonces, tomó el cetro y señaló al asesino que acababa de interrogar: - Tú, sales de la cárcel...- Pero, majestad -replicó el primer ministro- ¿acaso no parecen más justos e inocentes cualquiera de los otros? - Precisamente por eso -respondió el rey.- Libero a este malvado, porque yo vine a liberar a un criminal y los demás parecen tan justos....
Jesús vino a liberar a los oprimidos y perdonar a los pecadores. No le interesan los justos que no necesitan conversión sino los pecadores que no pueden salvarse por ellos mismos.
Antes de Damasco, Saulo suponía que se podía salvar por sí mismo. Cumpliendo la voluntad de Dios, él se ganaba y ameritaba el boleto para la gloria. Pero constata la cruda realidad: No lo ha logrado porque está atado a la cuerda del pecado.
En Damasco percibe que, aunque era irreprensible con respecto a la Ley, había equivocado el camino. Remaba y remaba en una barca que estaba atada y que, a la postre, sería su tumba. Gran frustración y decepción de la vida. El Banco donde había invertido su capital había quebrado, y hasta le cobraba altos intereses. Había librado una vigorosa y gallarda batalla, pero en el equipo contrario.
EL HOMBRE NO SE VA A SALVAR POR LA LEY, SINO CUANDO RECONOZCA SU PECADO Y QUE NO SE PUEDE SALVAR POR SÍ MISMO
Pero descubre un misterioso plan de Dios que, encerró todo ("panta" en griego) bajo la rebeldía, (bajo el pecado) para usar con todos de misericordia (Rom 11, 32).
El pecado, que antes se consideraba como un obstáculo que nos separaba de Dios, ahora es el imán que atrae su amor misericordioso, pues "donde abunda el pecado, sobreabunda el amor misericordioso de Dios".
Pablo dio el paso de estricto fariseo, cumplidor de la Ley, a reconocerse pecador, incapaz de salvarse por sí mismo; porque admitió su pecado; no delante de una Ley escrita en piedra, sino frente al infinito amor de Dios.
Si los judíos lo trataban de matar por haberse pasado al equipo contrario, los cristianos tradicionalistas, liderados por Santiago, lo rechazaban porque presentaba un Dios demasiado bueno, que había transformado el pecado en motivo para mostrar su amor misericordioso y su perdón. Lo cierto es que el vino nuevo de Pablo rompía los moldes de unos como de otros.
Cuando Pablo vislumbra esta dimensión del plan de Dios, no puede sino exclamar: "Mi vida es Cristo", porque se ha diluido y erosionado el sistema de la Ley donde había invertido todos sus esfuerzos.
EL PECADO DEL HOMBRE NO FUE OBSTÁCULO PARA QUE DIOS MANIFESTARA SU AMOR. AL CONTRARIO, DONDE ABUNDA EL PECADOSOBREABUNDA SU AMOR MISERICORDIOSO.
José H. Prado FloresAño de San Pablo

Liturgia del día

martes, 17 de marzo de 2009

TESTIMONIO: LA CONVERSIÓN DE CLAUDIA



Todos la recuerdan por la película «Così fan Tutte» del director Tinto Brass o por su papel junto a Antonio Banderas en «El joven Mussolini». En Italia fue una actriz de éxito, con una carrera desarrollada durante años en la rentable industria del cine erótico. Sin embargo, desde hace unos años, Claudia Koll ya no se desnuda; sólo se remanga para ayudar en los diversos proyectos de voluntariado, para trabajar en África con los niños enfermos de Sida o para trabajar mano a mano con los jóvenes actores en la nueva academia «Star Rose Academy,» con sede en Roma, que forma a jóvenes artistas apostando por los valores profundos. El motor de su cambio de vida tiene un nombre: Cristo. «Un día entré en la iglesia de Santa Anastasia, en Roma», relata. «Buscaba, de alguna manera, la ayuda de Dios. Se me acercó un sacerdote y me dijo: ¿¿Qué quieres de Él?¿. Yo le dije: ¿Nada, soy una pecadora¿. Cuando me hizo la señal de la cruz en la frente, sentí que mi corazón se abría y se llenaba de Jesús. Las rodillas se me doblaron, me tuve que sentar y empecé a llorar... Era la respuesta del Señor», relata. «Hasta hace poco tiempo pensaba que yo era una mujer que amaba mucho, pasional, que consumaba las historias pero no me satisfacían», explica. «Comprendí que el amor que había buscado siempre por caminos equivocados era el amor que deseaba desde el corazón, el que todos los corazones desean: la presencia de Dios.
Comencé a degustar la vida y a entender que el Señor me empujaba a vivir sin miedo, porque Él estaba a mi lado», asegura. «Utilizan nuestra debilidad» «El mundo del espectáculo me ha utilizado», afirma; «el mundo utiliza nuestra debilidad y nos golpea allí donde somos más frágiles. Por esta sed de amor me vi envuelta en historias equivocadas», prosigue. «Quería probar emociones fuertes, pero nadie realmente me había enseñado a vivir. Lo más extraordinario para mí ha sido descubrir que el Señor venía en mi ayuda, a pesar de mi condición de gran pecadora. Pero después de haber herido el corazón de Dios, he sentido que Él, en el momento en el que más lo necesitaba, venía a socorrerme. Nada me bastaba, no estaba contenta de verdad con nada, siempre estaba buscando algo más. Nadie me había enseñado la fidelidad y ni siquiera era capaz de expresar gestos de amor, no sabía amar», concluye. Hoy, Claudia Koll ha encontrado el amor más grande: el de saberse querida y perdonada.
Publicado en "Fe y Razón".

lunes, 16 de marzo de 2009

CATECISMO




La oración de acción de gracias
2637 La acción de gracias caracteriza la oración de la Iglesia que, al celebrar la Eucaristía, manifiesta y se convierte más en lo que ella es. En efecto, en la obra de salvación, Cristo libera a la creación del pecado y de la muerte para consagrarla de nuevo y devolverla al Padre, para su gloria. La acción de gracias de los miembros del Cuerpo participa de la de su Cabeza.

2638 Al igual que en la oración de petición, todo acontecimiento y toda necesidad pueden convertirse en ofrenda de acción de gracias. Las cartas de San Pablo comienzan y terminan frecuentemente con una acción de gracias, y el Señor Jesús siempre está presente en ella. "En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de vosotros" (1 Ts 5, 18). "Sed perseverantes en la oración, velando en ella con acción de gracias" (Col 4, 2).



SALMO DE ACCION DE GRACIAS 34
Bendeciré al Señor en todo momento,
su alabanza estará siempre en mi boca.
Mi alma se gloría en el Señor:
que escuchen los pobres y se alegren.
Repetid conmigo: ¡El Señor es grande!
Ensalcemos juntos su nombre.
Consulté al Señor y él me respondió,
me libró de todos mis temores.
Contempladlo y seréis felices,
vuestro rostro no quedará avergonzado.
Este pobre gritó, el Señor lo escuchó
y lo libró de todas sus angustias.
El ángel del Señor acampa
en torno a los que lo temen, y los libera.
Gustad y ved qué bueno es el Señor:
dichoso el que se acoge a él.
¡Teme al Señor, pueblo consagrado al Señor!
Pues nada falta a los que lo temen.
Los ricos empobrecen y pasan hambre
pero nada falta a los que buscan al Señor.
Acercaos, hijos, y escuchad:
voy a instruiros en el temor del Señor.
¿Quién de vosotros no desea la vida?
¿Quién no quiere una vida larga para prosperar?
Guardad, entonces, vuestra lengua del mal,
y vuestros labios de decir mentiras.
Evitad el mal y haced el bien,
buscad la paz sin descanso.
El Señor cuida siempre de los justos,
y escucha atentamente sus clamores.
El Señor se enfrenta con los malhechores,
y borra de la tierra su memoria.
Los justos gritan; el Señor escucha,
y los libra de todas sus angustias.
El Señor está cerca de los de corazón herido,
y salva a los que están desanimados.
El justo sufre muchas desgracias,
pero de todas ellas lo libra el Señor.
El Señor protege los huesos del justo:
ni uno de ellos será quebrado.
La maldad causa la muerte del malvado;
los que odian al justo serán castigados.
El Señor rescata la vida de sus siervos,
y los que a él se acogen no serán castigados
.

domingo, 15 de marzo de 2009

DOMINGO III DE CUARESMA



Del evangelio según san Juan 2, 13-25


Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: -«Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.» Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora.» Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: - «¿Qué signos nos muestras para obrar así?» Jesús contestó: - «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.» Los judíos replicaron: - «Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?» Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús. Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.

Comentario al Evangelio del día

sábado, 14 de marzo de 2009

LAS COSAS CLARAS Y EL CHOCOLATE...


Hoy la entrada la hace una niña de 12 años.
Preparó esta charla para un concurso de hablar en público. Los profesores le sugirieron que cambiara de tema, pero ella insistió; quería hablar sobre el aborto.

La niña lo tiene clarísimo: habla con frescura, con seguridad, sin ningún tipo de complejo. Está defendiendo la VIDA y ante eso a ESCUCHAR!!!!






Liturgia del día

viernes, 13 de marzo de 2009

SI ALGUIEN TE PREGUNTA QUÉ ES LA CUARESMA, ENSEÑALE ESTO

Hemos visto esta maravilla de vídeo en el blog "Buscando Unidad". No nos hemos podido resistir y nosotros también lo hemos puesto.

Esto es la CUARESMA y este es nuestro horizonte PASCUAL.


jueves, 12 de marzo de 2009

EN EL AÑO DE S. PABLO


El fariseo de Tarso sufrió una profunda evolución en diferentes campos de su existencia. Sin embargo, la base y principio de la trasformación de Saulo fue su noción de Dios.
Para que llegara a confesar que ese Jesús a quien perseguía a muerte era su vida, lo primero que cambia en el aplicado discípulo de Gamaliel, es la imagen del Dios de sus antepasados, al Dios revelado por Jesús y por el Espíritu Santo.
Vamos a quedar fascinados cómo, aunque es el mismo Dios del Sinaí, tenía escondida la carta más bella de su misterio que ni Sabios del Antiguo Testamento pudieron concebir ni Profetas lograron imaginar.
También será un análisis para desafiarnos si nuestro Dios se parece más al Dios de Saulo, discípulo de Moisés, o al Dios que el Espíritu Santo le reveló en el camino de Damasco.


A. DEL DIOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO AL DIOS REVELADO POR JESÚS
La imagen que el fariseo de Tarso tenía de Dios, estaba basada en la tradición de Israel y de sus antepasados (Hech 24, 12):
El Dios poderoso de la creación, pero que expulsa a Adán y a Eva del paraíso y al mismo tiempo promete la victoria sobre el mal.
El Dios que envía un diluvio a los pecadores.
El Dios de Abraham, que toma la iniciativa.
El Dios de Jacob, que escoge a quien quiere.
El Dios de José, que rescata al oprimido.
El Dios de Moisés:
YHWH, cuyo nombre es impronunciable y su misterio es sobrecogedor.
Que libera a su pueblo, hace una alianza con él y le da la Ley, pero que desata su ira contra quienes lo han sustituido por un becerro de oro.
Que se revela en el monte humeante con temblor de tierra y fuego.
Que es rico en amor y misericordia, pero también castiga el pecado de los padres en los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.
El Dios que perdona a David su adulterio con Betzabé, pero no deja impune su pecado.
El Dios de los Profetas:
Isaías: Santo y Goel.
Amós: Justo que reclama justicia también.
Jeremías: Novio y esposo que ama con amor eterno.
Ezequiel: Capaz de dar vida a los huesos secos.
Jonás: Dios que quiere la conversión de los paganos.
Nahum: El Dios de la venganza.
El Dios de los padres de Saulo es el tres veces Santo, que no permite impureza alguna de parte de los hombres. Por eso, se tiene constante necesidad de auto purificarse con abluciones y sacrificios.
Sin embargo, la síntesis del perfil del Dios de Israel la encontramos en el Shemá hebreo:
Shemá,
Ysrael,
Adonai
Elohenu
Adonai
Ejad.
Escucha,
Israel,
(El) Señor
Dios nuestro (es)
Señor
Uno.
Tanto el Dios de los Patriarcas y Profetas, como el Dios de la historia, es Uno. No hay otro Dios fuera de Él. Éste es el principio que distingue a Israel de los pueblos politeístas.
Israel se sentía orgulloso de su Dios. No había otro como Él en toda la tierra.
Un niño regresó muy contento de la escuela porque había obtenido las mejores notas de toda su vida. La mamá lo felicitó y le ofreció un premio:- En la alacena hay una cesta con muchos dulces y chocolates; toma todos los que le quepan en la mano. El niño fue, pero regresó, objetando:- No, mamá. Yo no los quiero agarrar.- Pero, hijo, te gustan tanto los chocolates que no entiendo por qué no quieres.- Mejor tómalos tú por mí, mamá.La mamá lo miró sospechando algo detrás de la negativa, y preguntó curiosa:- ¿Por qué quieres que los agarre yo?- Porque tú tienes la mano más grande, mamá.- Porque yo tengo la mano más grande, repitió en voz baja la madre, dibujando una sonrisa en sus labios.
A partir de Damasco donde el perseguidor y pecador es alcanzado por Cristo, da un paso adelante. Saulo va a descubrir que la mano de Dios es mayor de lo que él se imaginaba. Tuvo misericordia de él y lo llamó para anunciar el evangelio de la gracia. Sin negar ninguno de los matices del arco iris del Antiguo Testamento, Jesús presenta un color inédito que no estaba considerado en el pasado: Dios es Abbá.
El Dios de Jesús es un buen pastor que deja 99 ovejas en el desierto para ir a buscar la oveja perdida. Tiene corazón de mujer para gastar más dinero que lo que valía la moneda encontrada. Pero, especialmente, es padre amoroso que abraza, besa y prepara una fiesta a su hijo cuando regresa a la casa.
No busca a los justos, sino a los pecadores. No apedrea a una adúltera ni condena las injusticias de Zaqueo, sino que se hospeda en su casa.
Si el Antiguo Testamento se refirió en 14 ocasiones a Dios como padre (Ab), sólo Jesús osa nombrarlo “papá, papi” (Abbá).
Jesús se atrevió a relacionarse con el Dios santo y trascendente, poderoso y misterioso como su propio papá. Así lo llamaba, no por falta de respeto, sino por exceso de confianza. Además, así enseñó a sus discípulos a dirigirse al Dios del Sinaí. Sin dejar de ser santo, santo, santo, ¡es Papá! Sin negar su poder ni su justicia o misterio, ¡es Papá!
Si es un Papá, se trata de un papá cariñoso y amoroso, que quiere que sus herederos san felices y hace una fiesta a la que son convidados todos sus hijos.
B. EXPERIENCIA DE PABLO, GRACIAS AL ESPÍRITU SANTO
Saulo recibe en Damasco el Espíritu Santo, quien le descubre que el Dios de Israel es Abbá, Papá, papacito, que tiene su mano tan grande, que sobrepasa lo imaginable (Ef 3, 20).
El Espíritu Santo le ha revelado que Dios es Papá con quien puede tener una relación afectuosa de confianza. Los pecadores ya no tienen que esconderse detrás de los árboles del paraíso. Una fiesta los está esperando a su regreso a la casa paterna.
El fariseo de Tarso estaba orgulloso de ese Dios de los dioses, que no hizo cosa semejante con ninguna otra nación, pero ahora se siente favorecido por el amor tierno, gratuito y paternal del Dios de Jesús. En vez de admirador y temeroso de su justicia, debe estar agradecido del amor divino.
No recibimos un espíritu de esclavos.
Pues no recibiste un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, recibiste un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar, ¡Abbá, Padre!El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios.Y, si hijos, también herederos, herederos de Dios y coherederos de Cristo, ya que sufrimos con él, para ser también con él glorificados. Rom 8, 15-17.
El discípulo de Gamaliel se aventura a abandonarse en la mano, la mano grande, del amor de Dios. Por eso, extasiado, proclama:
Me amó y se entregó por mí: Gal 2, 20.


C. APLICACIÓN A NUESTRA VIDA



La experiencia vivida por Saulo debe ser extensiva a todos nosotros: Ese Dios nos ha amado sin medida en el Amado; o sea, con el mismo amor que ama a su Hijo único (Ef 1, 6). Y porque su mano es más grande, nos ha bendecido con toda clase de bendiciones en los cielos y en la tierra... sólo hay que dejar que Él las agarre con la mano.
No es fácil dejarse amar por Dios, con ese amor gratuito e incondicional. Pensamos que no lo merecemos, creemos que puede ser sólo ilusión. Suponemos que nuestro pecado es obstáculo para ser amados. Too good to be true: Demasiado bueno para ser verdad.
Pero allí no termina. Si Dios fuera simplemente Padre, nosotros seríamos sólo sus hijos; pero si es Papá, entonces nosotros somos hijitos, con una lógica consecuencia: También somos herederos, herederos de Dios y coherederos de Cristo.
El Dios del Antiguo Testamento es todopoderoso, creador, justo y libertador que no consiente con el pecado. El Dios de Jesús es todo cariñoso, porque es papito, y tiene la mano muy grande, especialmente con los pecadores.
Saulo ha cambiado su antigua visión del Dios del Sinaí, por el perfil de un Dios que nos ama “con grande amor”, porque tiene su mano muy, pero muy grande.
Ahora comenzamos a entender por qué Pablo afirma: “Cristo es mi vida”. Ambos se funden en unidad indisoluble y por eso no puede sino repetir agradecido: “Mi vida es Cristo”, porque el Espíritu Santo le ha revelado el verdadero rostro de Dios, que es Papá.
Si el Dios del Sinaí es Uno (Ejad), el Dios de Jesús es Papá (Abbá). Sí, es el mismo Dios de los antepasados, pero tiene la mano más grande: o mejor dicho, el corazón más grande.
El corazón más grande para amar.El corazón más grande para abrazar.El corazón más grande para enviar a su Hijo a los pecadores.El corazón más grande para comprender la fragilidad del ser humano.
Es el mismo Dios del Antiguo Testamento, sí, pero su grandeza y su poder son su paternidad. Su identidad y naturaleza son ser Papá de sus hijitos.
Dios tiene la mano más grande de lo que Saulo se había imaginado; y con su mano le ha regalado al mismo Jesús y con él la herencia.
¡Qué bueno que Dios tiene la mano más grande!
José H. Prado Flores